**Las mujeres se ponían unas enaguas muy largas que les cubrían toda la pierna. Interiormente se solían poner unas enaguas blancas almidonadas para que les quedara la ropa hueca. Las medias que gastaban eran de algodón, de fabricación casera, y para sujetárselas -que lo hacían por debajo de las rodillas- se utilizaban unos cordelillos de algodón, que les llamaban cenojiles, y así se defendían. Entonces no existían las ligas y, si les apretaba la necesidad, no tenían muchos problemas ya que se podían agachar sin temor a que se les viera nada, puesto que las bragas que usaban se las hacían abiertas con esa doble intención.
Para calzarse, si vestían de fiesta, se ponían botas, pero con una hilera de botones al lado, y el pelo todas lo llevaban largo, se hacían una trenza y se formaban un rodete y en la cabeza un pañuelo negro. Estaban guapísimas.
En cuanto a los hombres, vestían pantalón y chaleco de pana, y blusa. Normalmente lucían su reloj en el bolsillo del chaleco con una cadena para sujetarlo. El pelo se lo cortaban al rape y se dejaban una greñica. Llevaban todos gorra, y para el trabajo usaban la misma clase de ropa, pero ya más usada, o sea que las mujeres se encargaban de hacerles los remiendos. Cuando la ropa se hacía vieja le iban echando pedazos hasta que, a veces, parecía un mapa de tantas piezas que llevaba por todas partes, pero como la economía no daba para más, así había que hacerlo.
También en aquellos tiempos, de hace casi cien años, cuando el hombre vestía de gala, se ponía en invierno una capa que más tarde fue sustituida por el abrigo, y las mujeres se colocaban para abrigarse un mantón; la mayoría de ellos eran negros. Total, que de entonces hasta hoy, todo ha cambiado mucho **.
- Libro: Relatos del ayer.
- Hogar de la Tercera Edad/Universidad Popular de Yecla/INSERSO.
- MU-34/1988.
- Tema: “Costumbres perdidas”
- Página 65.
- Blog de José Antonio Ortega.
Nuevamente un relato del pesado José Antonio.
Mejor relata lo que pasa en la casa del pueblo y la división que hay entre partidarios de Diego Conesa y Francisco Lucas, la cara y la cruz de la misma moneda, la derecha en el PSOE