La situación denunciada por este lector de elperiodicodeyecla.com refleja un problema que no puede seguir ignorándose. Una vivienda aparentemente abandonada, convertida en refugio improvisado de gatos y vertedero de basura, está generando olores insoportables y un foco evidente de insalubridad.
No se trata solo de una molestia vecinal, sino de una cuestión de salud pública que afecta a quienes transitan por esta calle. La responsabilidad es compartida: las asociaciones animalistas deben buscar una solución digna para los animales, y el Ayuntamiento debe actuar con urgencia, bien localizando al propietario, bien sellando la vivienda o planteando su demolición.
Queja del lector
Mi queja viene a partir de una de una casa aparentemente abandonada, dónde mucha gente colaba y la policía la selló. Sólo la puerta y no las ventanas, entonces entraron gatos a vivir y mucha gente les deja comida y agua.
El problema es que la acumulación de basura previa, más la basura que tira la gente adentro (comida, basura, etc), más los excrementos de gatos; genera un olor horrible que hace que esa parte de la calle sea irrespirable.
Pido que las organizaciones de animales callejeros de Yecla, trasladen a los gatos a algún refugio adecuado y al Ayuntamiento que se haga cargo de esa casa, ya sea sellarla por completo, buscar al dueño y que se encargue de las debidas reparaciones o directamente tirarla.
Porque esto sucede en una calle céntrica de Yecla por donde hay establecimientos, tiendas, bares… Y por donde pasa mucha cantidad de personas y niños.
Todo esto sucede en la Avenida Pablo Picasso, 42
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Ya está, como siempre los gatos tienen la culpa de todo.
A toda la gente esa que le caen mal los gatos que en la otra vida sean un gato callejero.