La fábrica del mundo, China, está parada y eso se empieza a notar en la industria de aquí. El sector del mueble empieza a sufrir problemas de abastecimiento de suministros debido a la paralización de la actividad industrial en China por el ya famoso coronavirus.Son dos los materiales que empiezan a escasear principalmente en las fábricas: telas y mecanismos para sofás. Hay más materiales que se importan del país asiático pero esos dos elementos ya están dando señales de que sus reservas están agotándose y lo peor es que no se sabe cuando va a volver la normalidad de a la producción.Dentro del mueble, las fábricas de tapizados son las que estos días miran con inquietud los mensajes que les mandan sus distribuidores de telas donde les adviertes que los almacenes están agotándose y no descartan un desabastecimiento en breve. Una de las mayores productoras mundial de telas ha remitido una circular a sus clientes en la que explica que “toda la producción y envíos desde China permanecen estancados, lo que afecta directamente el rendimiento del servicio y los tiempos de entrega de los productos”.Y algunas firmas de tapizados están derivando a otras pedidos urgentes ante la imposibilidad de conseguir algunos materiales y cumplir con los compromisos de fabricación.El presidente de la Asociación Nacional de Industriales y Exportadores de Muebles (ANIEME), Juan Carlos Muñoz Melero confirma la preocupación del sector ante la incertidumbre que genera no saber si va a haber suministros en breve para seguir con la actividad industrial en las fábricas. “China es una parte fundamental en el movimiento del mundo y si se para el resto va detrás porque todos tenemos algún grado de relación con ese país”, asegura el presidente de Anieme.
Las ferias en el punto de mira
Los problemas del parón del comercio mundial también afectan a los productos que ya estaban fabricado y están en camino hacia la zona asiática. Hay cargamentos de muebles fabricados en España que están dentro de los barcos porque no se pueden descargar en puertos como Hong Kong debido al coronavirus.De la misma manera, en apenas dos meses se celebra una de las ferias mundiales de referencia en el sector del mueble como es la de Milán a la que acuden cientos de miles de personas de todo el planeta. Si bien falta tiempo para saber qué pasará, ya hay empresas de Yecla que han anunciado que no acudirán a la feria milanesa porque los compradores asiáticos están cancelando sus viajes a la ciudad italiana. Además, a finales del próximo mes de marzo estaba prevista una feria del sector del mueble en una ciudad China y ya ha sido suspendida. “Es un problema moverse ahora y acudir a lugares donde haya mucha gente. No hay visados y no se pueden hacer algunos viajes comerciales”, reconoce Juan Carlos Muñoz Melero quien espera que en los próximos días se den noticias más positivas respecto a la evolución de número de casos de coronavirus para que se vaya normalizando la situación.
Si parte de la producción del mueble no se exportara nos comeríamos los mocos. Donald Trump no está por la liberalización, bueno si, solo donde les interesa, donde no pone aranceles. Caso del aceite español y otros.
Países bajo el dominio USA les impone la liberalización ya que ellos compiten en ventaja, otros países también vasallos pero con sectores punteros donde no pueden competir, ya ves, aranceles, salvo con China que tuvieron que llegar a un acuerdo.
La globalización debe ser con «normas» algo que las multinacionales rechazan. Como poner un salario mínimo global, mejor tener países con salarios de 2.-€/ día.
La producción manufacturera, las multinacionales, la desplazan al tercer mundo.
El «chollazo» son para las multinacionales, los populistas llevados de la ignorancia en general ponen la diana en otro sitio. Claro no pueden poner la diana en el gran capital que son quienes financian este tipo de partido ultras.
En resumen: la globalización un chollazo para el gran capital.
Si compráramos productos españoles no pasaría eso… no queremos globalización, eliminación de fronteras y liberalización de mercados? ale, pues toma.
Si a la entrada de producto foráneo se le pusiesen las mismas trabas que nos ponen a nosotros, cuando exportamos, otro gallo nos cantaría. Aquí todo vale, somos el chollazo mundial.