Llega el mes de diciembre, la época del año más fría pero en la que el consumo se calienta y se vuelve loco. Es el momento en el que todos tenemos la necesidad de comprar, de adquirir esos productos que nos hagan la vida más fácil o más feliz. Por lo menos eso creemos.La época de Navidad es una buena excusa para comprar todo tipo de cosas, algunas más necesarias que otras, pero nos gusta salir, ver y llevarnos a casa todo lo que nos apetece y podemos pagar con el presupuesto que tenemos.
Y si la cartera no está llena es el momento de pensar en buscar vías de financiación. Pero ya no solo hay un camino en este sentido. Los métodos de financiación han cambiado mucho en los últimos años y los consumidores tienen una gran oferta en el mercado de la mano del desarrollo de empresas que operan a través de internet.Por ejemplo, la empresa Casheddy. En su web tenemos la oferta de esta entidad de préstamos, los tradicionales prestamistas, con los que podemos llegar a acuerdos en apenas unos minutos respecto al dinero que necesitamos y al dinero que nos pueden dar. Se trata de cantidades no muy grandes, por ejemplo 1.500 euros, que se pueden devolver en unos cuantos meses de forma muy cómoda.La gran ventaja que ofrecen estos servicios es la rapidez y la falta de grandes requisitos y de la pesada burocracia que habitualmente las entidades financieras de toda la vida reclaman al cliente para darle un préstamo aunque sea de una cuantía pequeña.Apenas con unos pocos requisitos como ser mayor de edad, residente en España, una cuenta bancaria, un móvil a tu nombre y un DNI, ese pequeño préstamo puede ser tuyo sin mayores dificultades.
Qué diferencias hay entre préstamo o crédito
Si te preguntas si lo que necesitas en un préstamo o crédito, la contestación es que depende para comprar qué, cuánto tiempo y qué cantidad de dinero es la que reclamas.
En un préstamo la entidad financiera va a facilitar todo el dinero solicitado de una sola vez al cliente que se lo ha pedido y lo va a hacer en el mismo momento en el que se lo concede.
Sin embargo, en una operación de crédito la entidad financiera pone a disposición del cliente una cantidad de dinero. Con ese dinero en la cuenta bancaria el titular puede utilizarlo en función de lo que necesite en cada momento y puede invertir ese dinero de golpe o poco a poco, dependiendo de cómo lo necesite.
Normalmente hablamos de un préstamo cuando nos referimos a las operaciones de petición de dinero de las personas hacia las entidades financieras y de crédito para las empresas que necesitan tener liquidez en sus cuentas con la que hacer frente a inversiones, pagos y el día a día de la empresa.