Una historia de solidaridad viral con Ucrania

La solidaridad se desborda. La historia comenzó con el deseo de hacer algo, por poco que sea, por ayudar a los que hasta hace apenas unos días tenían una vida normal como la nuestra. “Tenemos un trabajador de Ucrania. Su hija, de 20 años de edad, está ahora mismo en Kiev protegiéndose de los bombardeos. Hace unos días que estuve dando vueltas y vueltas a la historia y pensando en lo que está pasando allí…había que hacer algo. No nos podemos quedar de brazos cruzados”, relata María Lax, gerente de la empresa Mobel Yecla.María explica el origen de esta cadena de solidaridad mientras ve cómo su idea de hacer algo se ha convertido en una realidad. En una parte del almacén de esta empresa del sector del mueble no paran los preparativos del material entregado por vecinos de Yecla y por el ayuntamiento de Pinoso. Allí una treintena de personas está recibiendo, clasificando y preparando lo que los vecinos de Yecla y de otras localidades está donando para el pueblo de Ucrania.Hace apenas unos días, la gerente de Mobel Yecla se reunió con los trabajadores para explicarles que había que hacer algo por los ucranianos. Desde ahí, la iniciativa se ha difundido rápidamente entre más colectivos de Yecla que se han volcado de una manera inimaginable.

Boca a boca

“Esta mañana había cola de coches para descargar cosas que nos traían, pero me quedo con la historia de una chica que nos hizo saltar las lágrimas a todos. Vino con unas mantitas. Antes de entregarlas les dio un beso y dijo que estas son las mantas que han arropado a mis hijas pero que ahora sirvan para arropar a otros niños que lo necesitan. Ese momento me marcó”, recuerda María con emoción.Lo relata mientras sigue el trabajo en el almacén y a las puertas el camión va cargándose de cajas que serán transportadas hoy por dos conductores hasta una localidad polaca. Se trata de una zona cercana a la frontera con Ucrania, a unos 30 kilómetros de la línea que marca el comienzo del conflicto. Allí, está instalado un campamento de refugiados. Está gestionado por Ucrania donde recibirán esta ayuda dos o tres días después, una vez que se recorran los más de 3.000 kilómetros de distancia. El camión lo fleta la empresa yeclana, con todos los gastos de los dos conductores y el combustible. Este es otro gesto de solidaridad de una ciudad en la que hay cerca de una veintena de ucranianos conviviendo como unos vecinos más aunque viven con el dolor de lo que sucede en su país de origenPor otro lado, mañana miércoles, 9 de marzo, a las 12:00 horas en la plaza del Ayuntamiento se ha convocado un acto en solidaridad con el pueblo ucraniano. Se trata de de una concentración silenciosa de cinco minutos frente a las puertas del Ayuntamiento. Se trata de una convocatoria realizada por la Federación Española de Municipios y Provincias.

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