Había pactado una entrevista con Adrián Hernández y en nuestra primera conversación telefónica mientras se encaminaba con su familia al Bando de la Huerta le dije que tenía que contarme lo que no le había contado a nadie.
Adrián Hernández es una persona a la que le gusta el fútbol casi desde que iba en pañales. Relata que ya bien jovencito, con nueve o diez años, hacía pinitos en su libreta del cole confeccionando alineaciones de equipos; siempre se ha dicho que todos somos seleccionadores nacionales, por si la similitud sirve de ejemplo.
Le apasionaba tanto el balón que los inicios fueron en el fútbol sala. Con mentalidad emprendedora, en el siglo pasado, organizaba torneos con los chavales de su edad. Juntando un ramillete de equipos por tierras del Cabezo de Torres, Churra y El Puntal: cada jugador hacía una pequeña aportación, cantidad que se destinaba a un fondo que a lo mejor incluso llegaba a alcanzar las dos o tres mil pesetas, repartiéndose después entre el equipo ganador. Él rellenaba las inscripciones y confeccionaba los diplomas o se encargaba de algún detalle de pequeña copa, mientras su madre preparaba limonada para todos los zagales.
Me ha contado tantas cosas que casi no entiendo mi letra, como diría el otro. Me dice sin despeinarse que sus padres para ver si le sacaban punta y estudiaba, le cambiaron de centro allí en Churra, enviándolo a los Capuchinos.
Economista, periodista, profesor y pedagogo
Adrián Hernández es economista, periodista, profesor y pedagogo. Como entiende de números, para no privarse casi de nada, trabajó un tiempo en la extinta CajaMurcia, además de ser agente inmobiliario. Después de este preámbulo, en la actualidad Adrián Hernández y Abenza por parte de madre es el entrenador del Yeclano.
Quienes nos situamos en la zona próxima al banquillo, bien sabemos que vive el fútbol con una intensidad pasmosa. Muchas veces, con el eco de la grada además de los cánticos, cuando se dirige a algún jugador tiene que gritarle. Seguramente, por un mero detalle de su demarcación habitual, el jugador no oye bien lo que dice el míster, pero la afición lo comprende porque se acompaña de gestos; y si lleva un botellín de agua en la mano y lo aprieta con fuerza, al final todos lo entienden, incluso el equipo arbitral.
A las personas nerviosas las pone más nerviosas cualquier cosa que no esté dentro de lo común. Dibujos tácticos y situaciones de último pase a veces pizarra en mano, peinando el balón de un lado para otro, teniendo la posesión para evitar no conceder al contrario ocasiones de gol y buscando las opciones a balón parado que este año han dado buenos frutos.
El fútbol, su vocación
Cuando un entrenador se sienta en el banquillo, ¿qué le pasa por la cabeza? Sobre todo porque el cargo de entrenador en cualquier equipo -siempre momentáneo- aparte de la dedicación y buen hacer, de toda la vida depende de los resultados.
El fútbol es su vocación nata, a la cual contribuye siempre el ineludible apoyo de Cristina, su mujer. Ejerce de profesor de Economía a media jornada en el Instituto Alfonso X el Sabio de Murcia.
A Hernández no le hacen falta sardinas para beber agua, porque habla claro. No puede pecar de impaciente ni tampoco arriesgar en exceso porque el tiempo pone a prueba nuestra alma.
Los árbitros ya le conocen, y los jueces de línea también: “No te metas al campo”, suelen decirle cuando se acelera. Él quiere aportar parte de sus vivencias al Yeclano, volviendo a revivir lo vivido en aquella gloriosa etapa suya en el Churra en la cual disfrutó muchísimo, haciéndolo aquí ahora con más medios como valor añadido.
El 60% del equipo seguirá
Estima que para la próxima temporada, alrededor del 60% de la plantilla seguirá en las huestes del Yeclano, con varios jugadores de la cantera, buscando un equilibrio con algunos de fuera, siempre manteniendo la identidad del club constante y seguramente certera.
Dice que nadie le ha regalado nada y que ve muchísimos videos de fútbol. Conoce a casi todos los jugadores de la zona de levante y tiene un amplio abanico de ellos.
Muchos viajes yendo y viniendo todas las semanas con mucha ilusión en un proyecto a varios años vista, pero también le gusta que impere la formación de los jugadores para, cuantos sea posible, se queden.
Adrián Hernández es una especie de entrenador emocional que está pendiente de detectar nuestra forma de ser innata. Es una persona de carácter a la cual le encanta el Rock and Roll, de fondo tenemos una guitarra. Él busca los entresijos de los valores de la gente, por eso probablemente estampó su firma de míster para serlo en Yecla, y como es natural de Churra, aquí en un equipo humilde, uno hace lo que puede, porque la mayoría de veces no es posible hacer otra cosa.
Aquí no hay churras ni merinas, solo plena conciencia en directiva, jugadores, equipo técnico y afición en lograr el ascenso, afrontando la competición con modestia y disciplina.
Artículos de José Antonio Ortega
No estoy muy metido en esto del fútbol pero si lo suficiente para empatizar con este entrenador de la «Murcia profunda» . Colorida, alegre, huertana… donde sobresalen sus gentes abiertas, campechanas, desenfadadas, de carácter alegre, que dicen libremente lo que piensan sin reparar en otras consideraciones…y esto en mí pueblo es de agradecer, este carácter tan murciano, por aquello del contagio de estas cualidades, que junto con las nuestras es un compendio para enmarcar.
Que se quede en Yecla por muchos años, que nos hace mucho bien hasta en lo futbolístico.
Es un pedazo de entrenador que va ha marcar época en el yeclano ,he ido todo el año y es un fenómeno que lo vive a tope , me encanta que lo tengamos el año que viene aquí y ojalá mas ,que siga el rock an roll.