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🐣 martes 19 marzo 2024
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Alternativas a la nueva normativa de las bolsas de plástico

Las bolsas de plástico tienen los días contados. España sigue el camino de países como Italia. El país transalpino ha sido pionero en la prohibición de las bolsas de plástico en las tiendas y ahora, desde el inicio de este año, también obliga a que las que se usan por los consumidores para los productos perecederos  (frutas, verduras, carne y el pescado) sean biodegradables, compostables y de pago para el usuario.

Es una muestra más a la batalla que la Unión Europea ha emprendido contra el plástico ya que se trata de elementos altamente contaminantes que, según los expertos, tardan unos 400 años en degradarse y dejar de ser un problema medioambiental.

Además, las estadísticas apuntan a que apenas el 10% de los consumidores reutilizan las bolsas de plástico que adquieren en sus compras.

En España, está previsto que a lo largo de este año 2018 se empiece a aplicar la normativa que obliga a los establecimientos a cobrar una cantidad que va desde los cinco y a los treinta céntimos por cada bolsa que entreguen a sus clientes. Es una medida encaminada a cumplir la política de la Unión Europea para reducir su uso que en España alcanza los 8.400 millones. Es decir, por las manos de cada español pasa la friolera de 180 bolsas cada año. Algo insostenible.

Para contribuir en la lucha contra este elemento cotidiano pero tan perjudicial, los establecimientos tienen alternativas y muy atractivas. Por ejemplo las bolsas de tela personalizadas que permiten a los comerciantes cumplir con la normativa y también ayudar al medio ambiente en su conservación.

La bolsas de tela permite su reutilización en el tiempo gracias a la resistencia que tienen. Además, hay muchas posibilidades para personalizar las bolsas con colores, diseños, tamaños y formas que hacen de este elemento, que habitualmente no le damos la importancia que tiene, que se convierta en algo atractivo para el consumidor y parte de la imagen del comercio.  

Por otro lado, la industria también tiene una alternativa al plástico con las bolsas ecológicas elaboradas a partir de caña de bambú o de fécula de patata. Pese a lo que se pueda pensar, se trata de recipientes muy resistentes que también permiten su personalización en diseño y colores. Utilizan tintas al agua o vegetales que no contaminan. Con estas bolsas se garantiza que utilizamos material reciclable al 100% y contribuimos a evitar la deforestación ya que con cada árbol que se tala se garantiza que se plantan tres. Esta política de sostenibilidad viene de la mano de los certificados FSC destinado a la protección de la naturaleza y la tala controlada de arboles.

El comercio debe adaptarse a la petición de sus clientes que cada vez están más concienciados con el cuidado de su en torno, basando el uso de las bolsas en la triple R: reciclar, reducir y reutilizar.

No hay que olvidar que desde el año 2020 se prohibirá a las tiendas la entrega de bolsas de plástico ligeras o muy ligeras, excepto si son de plástico compostable.

Las bolsas de plástico tienen los días contados. España sigue el camino de países como Italia. El país transalpino ha sido pionero en la prohibición de las bolsas de plástico en las tiendas y ahora, desde el inicio de este año, también obliga a que las que se usan por los consumidores para los productos perecederos  (frutas, verduras, carne y el pescado) sean biodegradables, compostables y de pago para el usuario.

Es una muestra más a la batalla que la Unión Europea ha emprendido contra el plástico ya que se trata de elementos altamente contaminantes que, según los expertos, tardan unos 400 años en degradarse y dejar de ser un problema medioambiental.

Además, las estadísticas apuntan a que apenas el 10% de los consumidores reutilizan las bolsas de plástico que adquieren en sus compras.

En España, está previsto que a lo largo de este año 2018 se empiece a aplicar la normativa que obliga a los establecimientos a cobrar una cantidad que va desde los cinco y a los treinta céntimos por cada bolsa que entreguen a sus clientes. Es una medida encaminada a cumplir la política de la Unión Europea para reducir su uso que en España alcanza los 8.400 millones. Es decir, por las manos de cada español pasa la friolera de 180 bolsas cada año. Algo insostenible.

Para contribuir en la lucha contra este elemento cotidiano pero tan perjudicial, los establecimientos tienen alternativas y muy atractivas. Por ejemplo las bolsas de tela personalizadas que permiten a los comerciantes cumplir con la normativa y también ayudar al medio ambiente en su conservación.

La bolsas de tela permite su reutilización en el tiempo gracias a la resistencia que tienen. Además, hay muchas posibilidades para personalizar las bolsas con colores, diseños, tamaños y formas que hacen de este elemento, que habitualmente no le damos la importancia que tiene, que se convierta en algo atractivo para el consumidor y parte de la imagen del comercio.  

Por otro lado, la industria también tiene una alternativa al plástico con las bolsas ecológicas elaboradas a partir de caña de bambú o de fécula de patata. Pese a lo que se pueda pensar, se trata de recipientes muy resistentes que también permiten su personalización en diseño y colores. Utilizan tintas al agua o vegetales que no contaminan. Con estas bolsas se garantiza que utilizamos material reciclable al 100% y contribuimos a evitar la deforestación ya que con cada árbol que se tala se garantiza que se plantan tres. Esta política de sostenibilidad viene de la mano de los certificados FSC destinado a la protección de la naturaleza y la tala controlada de arboles.

El comercio debe adaptarse a la petición de sus clientes que cada vez están más concienciados con el cuidado de su en torno, basando el uso de las bolsas en la triple R: reciclar, reducir y reutilizar.

No hay que olvidar que desde el año 2020 se prohibirá a las tiendas la entrega de bolsas de plástico ligeras o muy ligeras, excepto si son de plástico compostable.

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6 COMENTARIOS

  1. Para no consumir esas bolsas de diario de un solo uso, está el BOLSOHATILLO, el bolso que crece, se usa como cualquier otro bolso y queda muy bien ya que es pequeño, pero como se hace gigante, te caben todas esas compras de diario que hacemos cuando vamos de paseo. Es un invento español, lavable y realza tu look.

  2. La bolsa de tela me parece lo mas adecuado para transportar todo tipo de mercadería. No así la bolsa de fecula vegetal, porque estas bolsas son compostables bajo determinadas condiciones que si no son cumplidas pierden su efectividad. Lo mismo sucede con una bolsa de plástico hidrosoluble que se dice biodegradable, pero lo es si se produce en medio acuoso y no dejada al aire libre. En el fondo todo está relacionado con una buena disposición final de los residuos.

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