Fue el 7 de diciembre de 1868 cuando terminaron los actos de consagración de la Basílica de la Purísima de Yecla. Desde entonces, su cúpula en forma de espiral con teja vidriada azul y blanca se ha convertido en el símbolo de la ciudad que celebra los 150 años desde que abrió sus puertas al culto este edificio declarado Bien de Interés Cultural.Van a ser numerosos los actos previstos y otros que irán llegando con motivo de este aniversario para el que se ha conformado una comisión de trabajo con distintas personas que aportarán ideas y proyectos a desarrollar durante este año.La iglesia fue construida entre los años 1775 y 1868 por el deseo de un pueblo que quería una iglesia donde cupieran todos los vecinos. Esos hombres fueron transportando desde la cantera del Monte Arabí los grandes bloques de piedra que fueron dando forma a un edificio de estilo neoclásico que está inacabado por la falta de recursos económicos. Esa falta de esplendor externo contrasta con un interior que asombra pese a haber sufrido incendios y daños en la década de los años treinta del siglo pasado.Según ha explicado el actual párroco de la Basílica, José Antonio Abellán, el objetivo que se ha marcado la comisión creada para este aniversario es triple. En primer lugar “volver a revivir aquella alegría de los yeclanos cuando levantaron esta iglesia y la abrieron al culto”, explicaba el sacerdote que resaltó “el empeño de un pueblo por levantarla”.Además, también se pretende que la sociedad yeclana descubra de nuevo el valor de esta iglesia. Y por último,recordar el motivo de la existencia del edificio: honrar a la Patrona, la Inmaculada Concepción. Abellán habló de “sueños” como recuperar el órgano de la basílica que se perdió en un incendio intencionado en marzo de 1936 y que “más capiteles del templo se pudieran terminar. Sería un regalo para los que vengan después”.
[hana-code-insert name=’Adsense noticias’ /]
Respecto a los trabajos de la comisión, ya se han preparado una serie de actividades que comienzan este mismo fin de semana aunque “no es un programa acabado”, asegura el profesor de Historia, Francisco Palao, que ha sido el portavoz de esta comisión.
Lo primero que se puso en marcha es la elaboración de una imagen del aniversario que ha sido obra del artista local, Emilio Pascual, al que le acompaña el lema “celebrando la voluntad de un pueblo”.
Para este año se han programado actividades musicales como la que se desarrollará con un concierto de la escolanía de Guadix que también cantará en una misa.
Además, se contará con las actuaciones de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Católica San Antonio de Murcia, la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia y la Banda de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla, entre otros.
La organización de este aniversario también ha programado dos exposiciones. Una sobre fotografías de la Basílica realizada por fotógrafos actuales “para que tengan una visión contemporánea del edificio”, expresó Palao. Y otra muestra sobre el ajuar litúrgico del propio templo.
Por otro lado, hay programadas distintas publicaciones como un folleto divulgativo para que los vecinos y los visitantes conozcan y valoren lo que es el edificio. También se hará una edición sobre las pinturas monumentales que se pueden contemplar en su interior y un estudio sobre la figura del cura-obispo Antonio Ibáñez Galiano que fue decisivo en el finalización de las obras del templo.
A todo ello se le suma un ciclo de conferencias sobre distintos aspectos como su historia, elementos constructivos, la devoción a la Inmaculada Concepción y la trascendencia de la basílica en la literatura que se desarrollarán en el auditorio municipal.
Otro de los miembros de la comisión, Rafaél Verdú resaltó que “procuramos hacer un homenaje a lo que un día se hizo y lo queremos hacer con la participación de todos”.
Por su parte, el edil de Cultura, Jesús Verdú, comentó que el visitante que llega a Yecla se encuentra “un lugar de arte, belleza y devoción en un edificio que representa la fe de un pueblo”.
[hana-code-insert name=’Addoor’ /]
Señor de arriba.
He de decirle que en mi inocencia fui una tarde de Alicante a Yecla en claro retiro espiritual con la única intención de orar en ese templo santo que tenéis por iglesia. Cuál fue mi sorpresa al ver que que no se me permitía pasar por estar cerrada. ¡Se conculcó mi sagrado derecho a rezar! Es por esto que me flagelé.
Un saludo.
Un ofuscado feligrés.
Por cierto, la Ibense muy buena.
Un incendio intencionado en marzo del 36???? Claro, no queda bien decir que fue incendiada meses antes de comenzar la guerra por revueltas anticlericales….muy mal Sr. Alonso….