Después de décadas disfrutando de su pasión, la Armada Invencible, Pedro Luis Chinchilla publica su primer libro sobre las historias humanas de los miles de hombres que sobrevivieron a la histórica derrota naval de agosto de 1588. Este yeclano, profesional del marketing, se ha convertido en un recocido divulgador internacional de aquellos hechos históricos sobre los que no todo está escrito.
Porque, aunque han corrido ríos de tinta sobre la parte bélica del acontecimiento, Pedro Luis ha ido más allá e indagado sobre quienes sobrevivieron y terminaron encarcelados. Una buena parte de ellos murieron como prisioneros, pero otros lograron sobrevivir y contar lo que vivieron. Mañana viernes, 24 de febrero, presenta «Los prisioneros de la Armada Invencible» a las 20h. en el Auditorio Municipal.
—Le reconocen a usted como uno de los mayores especialistas del mundo sobre la Armada Invencible, ¿por qué tiene esta pasión por el tema?
—Una casualidad me llevó a ocuparme de la Armada Invencible. No me interesan el resto de barcos. Solo esta armada. Llevo muchos años con el tema y dicen que no se me da mal.
—¿Cuál fue esa casualidad?
—Fue por un viaje a Irlanda hace 25 años. Me enteré de que por allí hubo un naufragio de los barcos de esta Armada y me puse a investigar. Poco a poco fue conociendo mucho más y hace siete años abrí una página en internet para la divulgación (armadainvencible.org) y el estudio de la Armada Invencible. Ha tenido mucho éxito desde el principio, pese a que es un tema muy concreto (muy de nicho). Aunque habla de un fracaso, de una derrota, ha tenido mucho éxito.
—¿Sigue yendo a Irlanda a investigar sobre el terreno?
—Sí, en vacaciones me voy. Allí me enteré de que había un pueblo de unos 400 habitantes que hace un homenaje todos los años a los marineros fallecidos de la Armada Invencible. El pueblo se llama Grange, está el noroeste de Irlanda. Me puse a colaborar con gente de ese pueblo para organizar el homenaje y para hacer visible en España lo que hacen, porque aquí no se conocía.
En Grange naufragaron tres barcos españoles y murieron unas 2.300 personas a las que homenajean cada año. Cada vez hay más españoles que se desplazan hasta allí para participar en los actos.
—Es increíble que ese homenaje se haga allí, fuera de nuestro país, para unos españoles
—Sí, pero también hay otros actos con los que colaboro. En Irlanda del Norte también se recuerda el naufragio de La Girona. Se trata de una galeaza hundida en la que murieron unos 2.200 hombres que iban apiñados porque habían rescatado a otras personas de barcos hundidos en la batalla. Allí solo sobrevivieron 4 o 5 hombres.
Encargué una composición musical a Manuel Comesaña para rememorar esos hechos históricos. El año pasado la interpretó la orquesta nacional de Irlanda del Norte a los pies de la zona del naufragio en el acto que se organiza para atraer turismo a la zona y conocer lo que allí sucedió hace siglos. La verdad es que allí fui como invitado de honor porque me quieren muchos (se ríe).
—¿Se ha convertido usted en un personaje conocido allí?
—Pues sí. Hay veces que por la calle me saludan personas que no conozco.
—Bueno, además de conocido, es usted un gran especialista en la materia…
—Se puede decir que sé bastante de la materia. En mayo hay un congreso mundial sobre el tema de la Armada Invencible y voy como ponente.
—¿Falta mucho por relatar sobre aquellos hechos de finales del siglo XVI?
—Se ha escrito mucho. Pero en mi libro he hecho algo que no se había hecho hasta ahora: hablar de los prisioneros de guerra que hubo. Esas personas pasaron desapercibidas en todos los tratados. Ni siquiera se sabía cuántos prisioneros hubo, cuántos sobrevivieron…
Me di cuenta de que había un vacío y me puse a investigar para publicar un artículo para mi blog. Pero me di cuenta de que había mucho material (unos 7000 documentos originales de la época) en archivos que están en España, algunos en Bélgica y otros en Inglaterra.
Más de dos años de trabajo
—¿Ha sido un trabajo duro?
—Pues han sido dos años y medio de trabajo, pero ha merecido la pena porque he conseguido un relato humano. He querido recuperar personas y momentos. He recuperado los nombres, apellidos y sus circunstancias de unas 800 personas.
—¿Cómo eran aquellas personas que se embarcaron a esa batalla?
—Había de todo. Desde nobles con títulos, otros nobles que quieren escalar y se apuntan como voluntarios, soldados, marineros, indigentes, frailes, calafates, sepultureros… También había gentes de pueblo que fueron reclutados y que antes se dedicaban a la agricultura. Había de todo.
—¿Cuántos sobrevivieron?
—De las tripulaciones de la Armada Invencible se hicieron unos 3.000 prisioneros, de los que casi la mitad fueron asesinados. He conocido detalles de cuánto tiempo estuvieron presos, cuánto valió el liberarlos, en qué cárceles estuvieron… Ha salido un libro muy interesante para los amantes de la historia porque hablo de personas que fueron olvidadas.
—¿Dónde estuvieron esos prisioneros?
—Estuvieron en cárceles irlandesas, holandesas, inglesas, francesas y escocesas. Algunos pasaron en la cárcel uno o dos años, y otros no salieron hasta nueve años después. He encontrado relatos personales de gente que consiguió huir. Algunos incluso regresaron andando desde Dinamarca hasta España.
—¿Alguno que recuerda especialmente?
—Sí, el de Antonio de Ulloa y Sandoval. Fue un cordobés que terminó preso después de la batalla. Estaba haciendo su testamento escrito justo antes de que lo decapitaran. El hombre estaba muy nervioso y termina el escrito comentando: “Acabo aquí porque el verdugo no me da más lugar”. Hay testimonio bestiales.
Primer libro
—¿Cómo ha sido la gestión de publicar su primer libro?
—Pues cuando tenía ya todo el material, puse un mensaje en las redes sociales explicando el proyecto y pidiendo ayuda para publicarlo. Se pusieron en contacto conmigo cuatro editoriales. Una de ellas, Penguin Random House, una de las más destacables del mundo y con la que voy a publicar; eso me ha permitido tener mayor visibilidad.
—Este es su primer libro, ¿pero hay recorrido para más?
—Sí. Hay algunas publicaciones sobre el tema pero “mienten más que hablan” y hay muchas imprecisiones. La verdad es que es un territorio virgen con el que se puede trabajar mucho más, pero ahora mismo no me apetece hacer nada más porque el sacrificio personal ha sido muy grande para sacar adelante este libro.
—La presentación del libro va a ser en Yecla.
—Sí, aunque está a la venta desde principios de mes, quería que fuera en Yecla. Será este viernes, a las 8 de la tarde, en el auditorio municipal. Después tengo presentaciones en Madrid y en Irlanda y se estná mirando fechas y lugares en Barcelona y Sevilla.