La historia de la cabra del cerro del Castillo de Yecla se ha convertido en viral en los últimos días desde que en este medio adelantáramos la intención de quitarla del lugar donde lleva habitando más de un año.
“Ha habido veterinarios que se han puesto en contacto con el ayuntamiento para ofrecerse, para que no se sacrifique al animal”, explicaba un responsable del consistorio yeclano donde la idea de sacrificar al animal no está descartada pero sería “lo último”.
Las opiniones en las redes sociales sobre qué hacer con la cabra se han multiplicado. Tal vez por ese interés que ha despertado la historia, el equipo de gobierno ha decidido que al animal se le hará un análisis de sangre para descartar las habituales enfermedades que pueden tener este tipo de ejemplares (tuberculosis, sarna, brucelosis, parasitosis).
“Si en el análisis se descarta cualquier enfermedad el animal no será sacrificado”, explican desde el servicio municipal veterinario.
Una vez descartadas enfermedades, el ejemplar de macho cabrío irá a una protectora de animales, según ha garantizado desde la veterinaria, aunque todavía no se sabe exactamente cual.
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Pero antes de todo eso hay un pequeño detalle en la historia que es básico: hay que coger al bicho.
Los intentos de la semana pasada no han dado resultado. Pese a que su peso es de unos 80 kilos, el animal sube las rocas del cerro sin aparente esfuerzo y no ha habido manera de echarle el guante. “Hemos contratado un servicio que utilizará dardos paralizantes para poder hacerle en análisis y determinar qué hacer”.
Eso si es que la cogen, porque desde hace un par de días no se le ha visto por la zona. Los disparos de arcabuz durante el fin de semana seguramente han provocado que el animal se haya ido a una zona más tranquila alejada de las Fiestas de la Virgen. Aunque se espera que vuelva y pueda resolverse la historia de la cabra del cerro del Castillo.
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Una vez más, como en el grave asunto de la macrogranja porcina en el Arabí, ha sido la respuesta y reacción de la gente las que han traído sentido común y soluciones competentes a este asunto.
Una vez más, el concejal de Medio Ambiente no ha sabido gestionar el problema con competencia y conocimiento. Una pena, hasta la próxima