«La carencia de magnesio provoca ansiedad, calambres o taquicardias»

En la actualidad, la carencia de magnesio afecta cada día a más personas de todas las edades. Para profundizar en este mineral y qué funciones cumple en el cuerpo, hemos entrevistado a la química de 95 años Ana María Lajusticia.

En 1980, después de la publicación de varios de sus libros, lanzó su propia gama de suplementos alimenticios especializados, sobre todo, en la prevención de enfermedades derivadas de una mala alimentación.

¿Cuáles son algunos de los síntomas más comunes de la carencia de magnesio?

Los síntomas mas frecuentes de la falta de magnesio son: ansiedad, falta de retención y memoria, contracturas, calambres, dificultad al tragar, espasmos en el esófago e intestinos, bostezos, hipo, estreñimiento o diarreas, arritmias, taquicardias, cerrar los ojos y ver lucecitas, soñar que se está cayendo, latidos en los párpados o mala regulación de la temperatura corporal, entre otros. Aún hay más porque varían según la persona.

También convulsiones que parecen epilepsia y niños que molestan en clase, porque no pueden atender, ya que no retienen ni memorizan.

¿Quiénes pueden tomarlo? ¿los niños también?

Deben tomarlo todas las personas que tengan alguno de esos síntomas, incluido los niños. Con la excepción de las personas que tienen un problema renal que siempre debe tratar su médico y ahí hay un contrasentido, porque cuando hay litiasis renal, en la casi totalidad de los casos se debe a una deficiencia de magnesio, porque cuando no hay éste en la orina, cristaliza el oxalato cálcico.

El magnesio no debe tomarse cuando hay insuficiencia renal o con una infección del riñón por Proteus, hasta que esta se haya curado.

 ¿Qué funciones cumple el magnesio en el organismo?

Que ya conozcamos, el magnesio tiene más de 320 funciones en el cuerpo humano, y todas son igualmente importantes.

Para el sistema nervioso, es necesario en la formación de neurotransmisores, de péptidos cerebrales, en el reestablecimieno del potencial de membrana y en el mantenimiento del potencial de acción.

Si pasamos a los músculos, actúa en su relajación, tanto en los del aparato locomotor como en las arterias y en el músculo cardíaco. Si falta, en el corazón se producen arritmias, taquicardias, extrasístoles y fibrilación auricular y ventricular aunque esté sana la persona y es cuando te dicen que lo que te pasa «son los nervios».

Además, se necesita en cinco pasos para la obtención de energía en el ciclo de Krebs y en cinco más en la formación de proteínas….y así hasta en mas de trescientas reacciones químicas de nuestro organismo.

¿Resulta más complicado obtener magnesio hoy en día que hace 100 años? ¿Por qué?

Si, porque la alimentación actual en los países occidentales, donde abonamos los cultivos con Nitrógeno, Fósforo y Potasio, cada vez es mayor la deficiencia de magnesio. Esto se debe a que dichos elementos extraen un promedio de 20 kilos de MgO por hectárea y año.

Como desde los años veinte del siglo pasado (en España desde los ’50) se hace esto donde no hay ganado, es evidente que hemos empobrecido los suelos en este elemento y, en consecuencia, en nuestros alimentos.

Cuando empecé a estudiar este tema en los datos que tenía Mildred Seeling ya se sabía que un 80% de los americanos tenían una mayor o menor deficiencia de magnesio.

¿Hay alguna relación entre la carencia de este mineral y el tipo de agricultura intensiva que predomina hoy en día? ¿Qué otros factores influyen?

Desde luego que hay una relación directa por lo que he explicado anteriormente, y en algunas personas, además, porque no comen cacao, almendras, nueces u otras semillas que son algunos de los alimentos en los que se encuentra en mayor medida el magnesio.

El magnesio no se pierde por arar o realizar las labores que requieren los cultivos. El problema surge cuando no se devuelve a los suelos el estiércol de los animales: vacas, terneros, cerdos, conejos, gallinas, etc. Antes, cuando ya se había recogido  el cereal, pasaban rebaños de corderos que comían las hierbas y lo que hubiera quedado de la cosecha. De esta manera, a la vez, abonaban los suelos.

Con la llegada del turismo se abandonaron los campos y fincas por gran parte de los agricultores. Con la mecanización y los monocultivos, se compensó la marcha de éstos, pero los animales fueron sustituidos en su mayor parte.

Y nos quedamos sin estiércol que se suplió con el abonado químico que devuelve el nitrógeno, el fósforo y el potasio, pero no los 20 kilos de magnesio que sacan las cosechas por hectárea y año. En consecuencia, los campos y las cosechas son cada vez más pobres en esté mineral.

Parece que se presta demasiada atención al calcio para que los huesos estén fuertes, y prevenir enfermedades óseas. Sin embargo, hay una cifra elevada en España de personas con osteoporosis, ¿a qué crees que se debe?

El calcio, en forma de fosfato, da consistencia a los huesos para que no se deformen. Faltaba en aquellos bebés que su madre tenía poca leche y por ello aparecían las piernas en forma de X o de paréntesis.

Lo que sucede ahora es otra cosa: está bien la cantidad de calcio en la sangre pero falta en los huesos, porque la persona si no toma grasas animales o el sol, tiene deficiencia de vitamina D o en muchos casos, porque no fabrica colágeno en la medida necesaria para reponer el que se destruye, que es lo que forma la parte viva del hueso. Debido a esta falta de colágeno, a su vez, tiene artrosis.

Es decir, al no fabricar colágeno, aparece el desgaste de los cartílagos, y falta en el hueso también el material en el que tiene que depositarse el calcio.

Se considera que estos dos problemas serán «las enfermedades» del siglo XXl, cuando en realidad la persona no está enferma, sino que no forma o repara los tejidos en la medida debida porque le falta alguno de los alimentos necesarios para fabricarlos, pueden ser: proteínas, vit C, Vit D o Magnesio.