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🍁 sábado 14 diciembre 2024
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Carta abierta al señor Fuertes, por Antonio M. Díaz Francés

Carta abierta al Sr. Fuertes:

Cuando se empezó a hacer público lo de la granja porcina cerca del Arabí, uno pensaba que sería “por allí” a un kilómetro o más. Como iba a imaginar que era exactamente “en el Arabí”, aunque la sitúen en otro término municipal, como si la Naturaleza entendiese de fronteras y de Estatutos Autonómicos. Está claro que cuando un águila culebrera se eleva sobre esos montes, cada vez que atraviesa el término municipal hacia un lado u otro, hay allí alguien pidiéndole los papeles a ver dónde debe pagar el IVA de la pieza que se acaba de cobrar. Bromas aparte, esto es de locos, o mejor dicho, de tontos. ¿Lo han hecho todo, como decimos en Yecla, “a cásico hecho”? ¿Se  han puesto a pensar en las consecuencias? Y para rematarlo todo, sus declaraciones, Sr. Fuertes, tildándonos de “activistas y caprichosos.

Primera cuestión: El monte Arabí está catalogado como BIC (Bien de Interés Cultural), además de Monumento Natural. Esto le debería suponer cierto grado de protección, pero a un lado y otro de la frontera autonómica. Pero en este país parece ser que esto no supone nada si se está a tan solo unos metros del lugar.

Segunda: es Patrimonio de la Humanidad, según declaró la UNESCO en su día. Pues mire, si es “de la Humanidad” también es de los de Monte Alegre del Castillo y de usted, Sr. Fuertes, pero no para que lo destruyan, lo “engorrinen” y lo estropeen, sino para que lo cuiden.

Pero hay mucho más: En las páginas Web de sus empresas, la del grupo Fuertes y la de El Pozo, se destaca su compromiso por el medio ambiente y su política ambiental. Concretamente, en  su “Código de Conducta”, el apartado III, punto 8, se titula “Protección del medio ambiente y bienestar animal”.

Pues bien, permítanme que en el caso concreto de la granja que nos ocupa en estos momentos dude de que se vaya a proteger el medio ambiente. Y me explico:

Llevo muchos años impartiendo la asignatura de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente. En ella, cada vez me cuesta más explicar aquello del Desarrollo Sostenible, y no por nada, sino porque solo se cumple de palabra, y como decimos por mi tierra, “del dicho al hecho hay un trecho”. El desarrollo sostenible se concreta en seis principios. No los voy a explicar ahora, pero voy a referirme a alguno de ellos.

El principio número 3 se llama “principio de emisión sostenible” que quiere decir que la tasa de emisión de contaminantes debe ser inferior a la capacidad de asimilación o reciclado natural de los mismos llevada a cabo por el entorno. Está demostrado que 20.000 cerdos producen muchos más purines de los que pueda asimilar  todo el entorno, por muy lejos que se los lleven.

El principio número cuatro es el de “la selección sostenible de tecnologías”, lo que quiere decir que en un proyecto se elegirán aquellos procesos tecnológicos menos impactantes con la naturaleza. Evidentemente que usted, Sr. Fuertes, podría haber pensado montar su macrogranja con digestores anaerobios de los purines para eliminar la mayor parte de los contaminantes y de paso obtener biogás del que a su vez se obtendría electricidad con un balance final neto de cero (o casi cero) emisiones a la atmósfera. Pues no. Ha elegido la tecnología más simple: balsas de desecado, con los olores que ello conlleva, la no eliminación de contaminantes y luego esparcirlos por dónde le dejen, que visto lo visto, será por todos lados, con más olores y contaminación de suelos y acuíferos.

El quinto principio del Desarrollo Sostenible es el “de irreversibilidad cero”, que quiere decir que se evitarán aquellas acciones que lleven a impactos irreversibles. Si se contaminan los acuíferos con los nitratos de los purines nos encontraremos con uno totalmente irreversible, pues deberán pasar cientos o miles de años para que el acuífero pueda ser de nuevo utilizado. Para esperar sentados, que diríamos.

Está claro que lo que pone en el apartado III, punto 8, de su Código de Conducta es solo una bonita declaración de principios que no se cumple, al menos, en este caso. Lo miremos de frente o de perfil; boca arriba o boca abajo; por delante o por detrás: no se cumple.

Pero aún hay más: Suponiendo, lo que es mucho suponer, que no se desprendan olores y que no se contaminasen los suelos y las aguas subterráneas, se va a generar un gran impacto paisajístico y esto también cuenta, más cuando se trata de un entorno emblemático para toda una ciudad. Imaginemos: aquí las pinturas de los Cantos del Mediodía, más allá la Cueva Horadada, un poco más abajo el Pocico de la Buitrera, allí las Puertas de la Iglesia y al lado las naves de la granja porcina. ¿A cuento de qué semejante despropósito?

Pero dicho lo dicho, lo que no logro entender es ese empeño de construir la granja pegada al monte. Ese empeño de cargarse el patrimonio de un pueblo. Porque el Arabí forma parte de nuestro patrimonio al igual que nuestra Basílica. Exactamente igual que la catedral de Murcia para los murcianos o el monte de Santa Ana con su convento para los de Jumilla. Es parte de nuestra historia y de nuestra cultura, hemos crecido con sus leyendas. Lo hemos visto en programas como “Cuarto Milenio” y nos hemos sentido orgullosos al verlo aparecer en la Guía de la España Mágica. Es nuestro, nuestro monte Arabí. ¿No hay lugares ya lo suficientemente degradados para poner la granja porcina, eso sí, con toda la tecnología anticontaminación existente? ¿De verdad Sr. Fuertes que no los hay? ¿Tienen que venir a ponerla en nuestras propias narices, escudándose en que está a dos metros del término municipal de Yecla y, por tanto, no nos concierne? ¿No se da cuenta, Sr. Fuertes, que esto es como si nosotros fuésemos a la puerta de su casa a instalar, que se yo, un basurero, amparándonos que es en la puerta, no en su casa, y que tenemos todos los permisos legales existentes? ¿Es que todo lo legal es ético? Pues ya le digo que no. Que no es ético atacar así a un pueblo, que no es ético tildarlo encima de caprichoso y activista, que no es ético poner en su código de conductas, el que ustedes han hecho, lo que pone para luego no cumplirlo.

Atentamente:

Antonio M. Díaz Francés.

Licenciado en Ciencia Biológicas.

Master en Bioética.

Técnico en Medio Ambiente. Implantación Norma ISO 14.000

Profesor de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente en el IES “José Luis Castillo Puche”

Carta abierta al Sr. Fuertes:

Cuando se empezó a hacer público lo de la granja porcina cerca del Arabí, uno pensaba que sería “por allí” a un kilómetro o más. Como iba a imaginar que era exactamente “en el Arabí”, aunque la sitúen en otro término municipal, como si la Naturaleza entendiese de fronteras y de Estatutos Autonómicos. Está claro que cuando un águila culebrera se eleva sobre esos montes, cada vez que atraviesa el término municipal hacia un lado u otro, hay allí alguien pidiéndole los papeles a ver dónde debe pagar el IVA de la pieza que se acaba de cobrar. Bromas aparte, esto es de locos, o mejor dicho, de tontos. ¿Lo han hecho todo, como decimos en Yecla, “a cásico hecho”? ¿Se  han puesto a pensar en las consecuencias? Y para rematarlo todo, sus declaraciones, Sr. Fuertes, tildándonos de “activistas y caprichosos.

Primera cuestión: El monte Arabí está catalogado como BIC (Bien de Interés Cultural), además de Monumento Natural. Esto le debería suponer cierto grado de protección, pero a un lado y otro de la frontera autonómica. Pero en este país parece ser que esto no supone nada si se está a tan solo unos metros del lugar.

Segunda: es Patrimonio de la Humanidad, según declaró la UNESCO en su día. Pues mire, si es “de la Humanidad” también es de los de Monte Alegre del Castillo y de usted, Sr. Fuertes, pero no para que lo destruyan, lo “engorrinen” y lo estropeen, sino para que lo cuiden.

Pero hay mucho más: En las páginas Web de sus empresas, la del grupo Fuertes y la de El Pozo, se destaca su compromiso por el medio ambiente y su política ambiental. Concretamente, en  su “Código de Conducta”, el apartado III, punto 8, se titula “Protección del medio ambiente y bienestar animal”.

Pues bien, permítanme que en el caso concreto de la granja que nos ocupa en estos momentos dude de que se vaya a proteger el medio ambiente. Y me explico:

Llevo muchos años impartiendo la asignatura de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente. En ella, cada vez me cuesta más explicar aquello del Desarrollo Sostenible, y no por nada, sino porque solo se cumple de palabra, y como decimos por mi tierra, “del dicho al hecho hay un trecho”. El desarrollo sostenible se concreta en seis principios. No los voy a explicar ahora, pero voy a referirme a alguno de ellos.

El principio número 3 se llama “principio de emisión sostenible” que quiere decir que la tasa de emisión de contaminantes debe ser inferior a la capacidad de asimilación o reciclado natural de los mismos llevada a cabo por el entorno. Está demostrado que 20.000 cerdos producen muchos más purines de los que pueda asimilar  todo el entorno, por muy lejos que se los lleven.

El principio número cuatro es el de “la selección sostenible de tecnologías”, lo que quiere decir que en un proyecto se elegirán aquellos procesos tecnológicos menos impactantes con la naturaleza. Evidentemente que usted, Sr. Fuertes, podría haber pensado montar su macrogranja con digestores anaerobios de los purines para eliminar la mayor parte de los contaminantes y de paso obtener biogás del que a su vez se obtendría electricidad con un balance final neto de cero (o casi cero) emisiones a la atmósfera. Pues no. Ha elegido la tecnología más simple: balsas de desecado, con los olores que ello conlleva, la no eliminación de contaminantes y luego esparcirlos por dónde le dejen, que visto lo visto, será por todos lados, con más olores y contaminación de suelos y acuíferos.

El quinto principio del Desarrollo Sostenible es el “de irreversibilidad cero”, que quiere decir que se evitarán aquellas acciones que lleven a impactos irreversibles. Si se contaminan los acuíferos con los nitratos de los purines nos encontraremos con uno totalmente irreversible, pues deberán pasar cientos o miles de años para que el acuífero pueda ser de nuevo utilizado. Para esperar sentados, que diríamos.

Está claro que lo que pone en el apartado III, punto 8, de su Código de Conducta es solo una bonita declaración de principios que no se cumple, al menos, en este caso. Lo miremos de frente o de perfil; boca arriba o boca abajo; por delante o por detrás: no se cumple.

Pero aún hay más: Suponiendo, lo que es mucho suponer, que no se desprendan olores y que no se contaminasen los suelos y las aguas subterráneas, se va a generar un gran impacto paisajístico y esto también cuenta, más cuando se trata de un entorno emblemático para toda una ciudad. Imaginemos: aquí las pinturas de los Cantos del Mediodía, más allá la Cueva Horadada, un poco más abajo el Pocico de la Buitrera, allí las Puertas de la Iglesia y al lado las naves de la granja porcina. ¿A cuento de qué semejante despropósito?

Pero dicho lo dicho, lo que no logro entender es ese empeño de construir la granja pegada al monte. Ese empeño de cargarse el patrimonio de un pueblo. Porque el Arabí forma parte de nuestro patrimonio al igual que nuestra Basílica. Exactamente igual que la catedral de Murcia para los murcianos o el monte de Santa Ana con su convento para los de Jumilla. Es parte de nuestra historia y de nuestra cultura, hemos crecido con sus leyendas. Lo hemos visto en programas como “Cuarto Milenio” y nos hemos sentido orgullosos al verlo aparecer en la Guía de la España Mágica. Es nuestro, nuestro monte Arabí. ¿No hay lugares ya lo suficientemente degradados para poner la granja porcina, eso sí, con toda la tecnología anticontaminación existente? ¿De verdad Sr. Fuertes que no los hay? ¿Tienen que venir a ponerla en nuestras propias narices, escudándose en que está a dos metros del término municipal de Yecla y, por tanto, no nos concierne? ¿No se da cuenta, Sr. Fuertes, que esto es como si nosotros fuésemos a la puerta de su casa a instalar, que se yo, un basurero, amparándonos que es en la puerta, no en su casa, y que tenemos todos los permisos legales existentes? ¿Es que todo lo legal es ético? Pues ya le digo que no. Que no es ético atacar así a un pueblo, que no es ético tildarlo encima de caprichoso y activista, que no es ético poner en su código de conductas, el que ustedes han hecho, lo que pone para luego no cumplirlo.

Atentamente:

Antonio M. Díaz Francés.

Licenciado en Ciencia Biológicas.

Master en Bioética.

Técnico en Medio Ambiente. Implantación Norma ISO 14.000

Profesor de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente en el IES “José Luis Castillo Puche”

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22 COMENTARIOS

  1. Sres.
    Sabemos tambien que a menos de 10 Km de la ciudad se quiere poner también dos macro granjas porcinas en Las Moratillas, como se nos queda el cuerpo ante esto, junto a dos pozos, a menos de 300 mts de zona CEPA, en zona de produccion ecológica, a 300 mts de viviendas habitadas casa Los Molina.
    Al Ayto. de Yecla le pedimos que no permita este atropello en nuestro entorno, si es así se arrepentirán de por vida.

  2. Para generar trabajo primero es necesario crear empresas. Sin empresas no hay riqueza y esto es una máxima.
    Es una carta muy bien redactada y llena de un contenido que no se puede negar o maquillar. Existen formas de alcanzar acuerdos que permitan cuidar nuestro patrimonio natural y crear riqueza. Una buena propuesta es presentar alternativas en na mesa de dialogo y acordar con el empresario una via alternativa que de solución a ambas partes.
    Una mala prensa, el desprestigio, el boicot y cualquier otra medida para degradar la imagen del Grupo Fuertes no ayudará a los ciudadanos de yecla, especialmente si el empresario desiste en realizar la inversión, ni tampoco garantizará el futuro del hermoso paraje natural que se pretende conservar.

    • Y ¿esto es tecnología punta?, ¿va a crear muchos puestos de trabajo?. Es un tipo de empresa que se vanagloria de ambientalmente sostenible, pero no utiliza la mejor tecnología disponible (digestión anaerobia) para sus residuos. Yo creo que a ustedes únicamente les interesa el dinero. Y siempre parece que «contaminar sale gratis». Déjese de «comernos el tarro» y de amenazar. Tendrán ustedes muchos asesores, pero no se informaron bien de que este sitio es emblemático para los yeclanos. Si hubiesen elegido un pueblo pobre de la Mancha igual hasta los recibe la banda de música tocando y todo, pero «se encapricharon» del Arabí.

    • Perdone usted «lo que guste»:¿trabaja para el Pozo?
      ¿Nos va a asermonar siempre con Bienvenido, Mister Fuertes? Esa película que usted se monta en su cabeza en la cual, el Señor de los Gorrino salva la economía de Yecla y proprotege el Arabí a cambio de instalar una granja de 20.000 gorrino y etc.

      Sea más imaginativo.

  3. Señor Señor profesor le doy las gracias por abrir los ojos a toda Yecla pues ahora sabemos mucho más dé nuestro monte Arabi sé lo ha dejado usted bien claro a estos granjeros.Lucharemos con las armas dé la ley sí esque hay ley para esto igual qué Para otras cosas lucharemos con él corazón y la razón qué mantenemos sobrada Yecla es reina dé cunas dé gentes dé pluma como dé pinceles dé escritores, pintores, poetas y dé filósofos tierra dé buenos vinos cultivados en el monte Arabi​tiene qué haber algo o alguien qué pare esto un saludo cordial y ysincero señor profesor

  4. A buen entendedor… Felicidades por la carta Sr. Díaz, y gracias por aclararnos las cosas a los profanos. Ha hecho usted más por el monte Arabí con esta carta que algunos en un año (es decir, desde que supieron de la instalación hasta que empezaron a moverse hace dos o tres semanas cuando estalló la noticia).

  5. Sin duda el Sr. Fuertes se ha equivocado en su planteamiento.Pero es fácil criticar desde un puesto de funcionario o político paniaguado.
    En Yecla necesitamos empresarios así que crean riqueza y bienestar de verdad. su empresa factura 1.500 millones de euros es decir el doble que todas las mepresas juntas de Yecla doble que todas las empresas juntas d eYecla.
    Desde mi punto de vista deberíamos reconducir la situación con un intento de acuerdo con la empresa que permita a Yecla diversificar su maltrecha economía con implantación de industrias derivadas de nuevas actividades.
    Solo así saldremos del bucle de nuestra agónica dependencia del sector del mueble tan decandente y falto de perspectiva.

  6. Me ha parecido un artículo muy interesante. No tenemos información suficiente sobre el desarrollo sostenible. Sería interesante que el Sr. Fuerte lo leyera, aprendiera y aplicara éstos métodos en su macrogranje ya sea en aquí o en cualquier otro sitio si de verdad lo que le importa es el medioambiente que creo que no.

  7. Esta noche pasada, sobre las 11, ha pasado un camión por la roda norte, que venia de la parte de Caudete, lleno de cerdos, que dejaba tras él un perfume, de esos que alimentan, yo creo que deberíamos proponer manifestaciones para que estos camiones no transiten cerca de nuestro pueblo, debido a su contaminación por malos olores.

  8. Ya está bien chic@s la culpa no es de este hombre sino de los incompetentes que le han dado las autorizaciones. Esto es: el gobierno rojo-morado(del cambio..¡menudo cambio para el Arabí)y del impresentable alcalde de Montealegre. Yo de todas maneras, me seguiré comiendo mi mortadela con olivas.

    • Como se nota el community manager del Sr. Fuertes y el Pozo alimentación… No se canse, no vamos a parar de pedir el boicot a sus productos mientras sigan mintiendo y dándoselas de sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. Lo único que respetan son sus beneficios económicos como bien demostró su jefe en las declaraciones a RNE amenazando con irse de España antes de hacer las cosas bien.

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