No es la primera vez que ocurre un incidente similar con las coronas de la Virgen. En concreto, hasta en cuatro ocasiones en los últimos 70 años según lo que recuerdan personas de la Corte de Honor, de la Asociación de Mayordomos y del clérigo con las que este medio ha podido hablar a lo largo de la jornada. Anoche, después del incidente con el cable en la calle del Niño, a la altura de la Iglesia del Niño, y una vez que terminó la Procesión, las personas que cuidan la imagen estuvieron restituyendo la corona sobre la cabeza de la Virgen. Hasta las tres de la mañana se alargaron los trabajos para que hoy estuviera desde primera hora la imagen de la Virgen en perfecto estado para el tradicional “besamanos” y las visitas que genera en la Basílica.Según nos ha relatado el sacristán de la Basílica, José Manuel Martín, la imagen no parece dañada, pero una vez que pasen las fiestas un restaurador comprobará su estado. El enganchón con el cable forzó la parte más sensible de la imagen como es la cabeza y el cuello. También tendrá que comprobar el estado de la corona ya que unos elementos decorativos se doblaron al ser los que verdaderamente se engancharon con el ya famoso cable. Ese tirón propio de la marcha de la carroza provocó que el sistema de amarre de la corona a la cabeza de la Virgen se estropeara. Generó una holgura que, al intentar restituir la joya a su sitio, la corona quedaba ladeada.Esa holgura del perno no garantizaba que la corona no terminara cayendo al suelo y pudiera dañar a alguien que acompañaba a la imagen de la Virgen o provocar daños en la propia joya. Por eso, se tomó la decisión “más prudente y correcta” que fue retirar la corona, ha explicado el presidente de la Asociación de Mayordomos, José Francisco Puche.El incidente de ayer dobló algunos de los “imperiales” de la corona, tal y como se denominan. Se trata de unos dobletes del diseño donde el cable se quedó enganchado. Su estado tendrá que ser valorado por un restaurador.Las personas que cuidan con mimo a la Virgen del Castillo y todo lo que acompaña a la imagen (joyas, manto, ropa…) aseguran que no ven daños visibles por el incidente pero “tendrá que valorarlo un experto”.
El cable
No es la primera vez que ocurre un incidente similar al vivido ayer con la imagen de la Patrona. En ninguna ocasión, tampoco ayer, la corona ha llegado a caer al suelo.El Presidente de la Asociación de Mayordomos, José Francisco Puche, comentaba que la propia entidad que dirige tiene una persona que cuatro o cinco días antes de las fiestas realiza una comprobación de la altitud de los cables y carteles en todos los recorridos de las ceremonias. Esta persona va con una pértiga que mide unos 40 centímetros más que la altitud de la carroza y la imagen de la Virgen juntas. “Hay margen más que suficiente”.La explicación que se da de cómo pudo pasar este incidente desde la entidad organizadora de las celebraciones es que en los cuatro o cinco días desde que se midió hasta el día de La Procesión pudo soltarse alguna brida con las que se sostienen varios cables que atraviesan la calle en ese lugar. Eso habría provocado que uno de los cables hubiera caído unos centímetros, lo suficiente para enganchar la corona de la Patrona a su paso por ese lugar.
Dos coronas
La Virgen del Castillo tiene dos coronas. Una es de oro, concretamente la que lleva la Patrona durante buena parte de las Fiestas en su honor. Exactamente desde el 7 de diciembre, después de La Bajada, hasta el día antes de La Subida. Está datada en la década de 1880. Fue confeccionada por la joyería Herranz, situada en la capital de España, y el coste lo pagó el pueblo de Yecla. Está realizada en oro y con pedrería que suman un peso de más de 2 kilos. En 1954 se le añadieron unas girnaldas, perlas y el escudo de la ciudad al diseño original de la corona. Su peso supera los 2 kilos.
Durante la Guerra Civil esta corona y el resto de las joyas de la Virgen fueron trasladadas a la Caja de Ahorros del Sureste de Murcia por el párroco párroco de La Purísima en aquel momento, José Esteban Díaz.
Esa corona también apareció tirada en el suelo, junto a otras joyas de la Virgen, en el famoso asalto a las cajas de seguridad de la sucursal del Banco Popular de Yecla.
La otra corona de la Virgen es la que puede verse cuando se la visita en el Santuario. Se trata de una obra realizada en plata, a mitad del pasado siglo, es más pesada que la de oro, y es la que también se ve en la calle durante los actos de La Bajada y La Subida.
A ver si medimos mejor los ¨margenes¨ . Que cm a cm es un mundo!!!
Eso son señales divinas. Corred insensatos! El fin esta cerca!
Que digo yo de tan milagrosa y omnipotente, no podia ella misma levantar el cable y desviar la piedra? Menudo fraude.
Para darse golpes de pecho sobra dinero pero para la Purisima no, para eso se lo quedan. Hasta que uno de esos cascotes mate a alguien.