Todos a la carrera que gasta muy malas pulgas. Un macho cabrío ha protagonizado una historia propia de una película de Berlanga al escaparse de la finca donde estaba encerrado y embestir a varias personas y a un coche que pasaba por la zona.Ocurría hace unos días en la zona de Decarada, a unos 3 kilómetros del casco urbano de Yecla, cuando un cabrón se escapaba de una finca de animales. Eran las 10 de la mañana y en su paseo en libertad el animal se fue encontrando a varias personas que iban caminando por la zona. La actitud del macho de la cabra no fue muy amistosa con los que se encontraba en su trayectoria, según ha explicado alguno de los afectados que no dudó en emprender la huida como si un encierro de los sanfermines se tratara. A la carrera, uno de los vecinos que se encontró al animal delante suyo decidió emprender la huida aunque cayó a un cauce lo que le permitió evitar el golpe con la cornamenta que se dirigía directo hacia él. El otro vecino que pasaba por el lugar no pudo escapar a la carrera y recibió varios golpes con la cornamenta en las piernas, aunque no parece que las embestidas le hicieran daños de consideración, según han explicado personas que lo vivieron en primera persona y que también comentaron que el macho cabrío no dudó en embestir a un coche que pasaba por la zona. Lo dicho, el animal gasta malas pulgas.
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La situación se complicaba después de varios ataques por lo que los afectados decidieron no arriesgar tratando de reducir al cabrón. La solución fue llamar a una patrulla de la Policía Local que se personó en el lugar. Los agentes tampoco vieron la situación como para actuar directamente al estilo John Wayne y decidieron llamar a un especialista en el tema que trabaja en el servicio veterinario del ayuntamiento de Yecla para intentar atrapar al macho de la cabra que no tenía la intención de volver al redil.Al final, entre el lancero municipal y el dueño de la cabra consiguieron atrapar al bicho para alegría de los embestidos y de los que contemplaban su agresividad.Por su parte, la Policía Local está valorando las posibles infracciones cometidas, entre ellas dejar fuera de su alcance al animal, así como la obligación de tener registrado el ejemplar.Por su parte, los que se encontraron a la cabra en su camino no han presentado hasta el momento parte de lesiones. Sin embargo, seguro que no se olvidarán durante mucho tiempo el momento en el que vieron la cornamenta del animal irse hacia ellos. Por un día supieron lo que siente un torero, aunque sea con una cabra enfrente.
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