Trabajaron de forma irregular hasta que la policía les ha localizado. Agentes de la Policía Nacional han irrumpido en un taller de costura y tapizado clandestino en una finca apartada de Yecla y han desarticulado la organización criminal que lo regentaba y que se dedicaba, presuntamente, a la explotación laboral de ciudadanos extranjeros.Los agentes han realizado un total de cinco inspecciones en las que se ha encontrado a nueve personas trabajando en situación irregular, según informaron desde la Delegación del Gobierno de la Región de Murcia.Tres personas de nacionalidad paraguaya, dos hombres de 39 y 41 años y una mujer de 34 años de edad, han sido detenidas como presuntos responsables de delitos contra los derechos de los trabajadores y favorecimiento de la inmigración irregular.
El operativo se inició dentro del marco de un plan a nivel europeo que consiste en la realización de inspecciones, de manera aleatoria y sorpresiva, en empresas, talleres, fábricas y todos aquellos centros y establecimientos de trabajo para detectar posibles irregularidades en cuanto a la contratación de sus empleados. También para descubrir el empleo de personas que se encuentran de manera irregular en España.
No cumplía con ninguna medida de seguridad
En la inspección de la finca, los agentes encontraron un taller de costura clandestino que no cumplía con ninguna de las medidas de seguridad, salubridad y condiciones laborales que ha de cumplir cualquier centro de trabajo. En el momento de la inspección se encontraban allí siete personas cosiendo, seis de las cuales estaban en situación irregular en España.El lugar se encontraba lleno de telas en bolsas, las mesas estaban plagadas de retales y la ventilación era prácticamente inexistente, así como una instalación eléctrica muy precaria que generaba un evidente peligro por incendio.Los trabajadores manifestaron a los policías que la persona que les había facilitado el trabajo les prometía a los trabajadores en situación irregular que estarían trabajando en la finca hasta que pudiesen regularizar su situación. Mientras tanto, aprenderían la profesión para más tarde recibir un contrato en la empresa legal que posee.En cuanto al salario que percibían por el trabajo realizado, todo dependía de la cantidad de piezas realizadas, de las horas o del trabajo que hubiera en cada momento. La cantidad rondaba desde los 200 a los 600 euros, según ha explicado la policía. Salario que “como se puede imaginar aceptaban por su condición de irregularidad en el territorio nacional, ya que es la única manera que tienen de poder obtener una contraprestación por su trabajo”, según las mismas fuentes.
Si copernicus buen trabajo de la policía Nacional mientras tanto la inspección de trabajo ni esta ni se le espera menuda cuadrilla de vagos
Buen trabajo de la Policía Nacional en cuanto a desarticular un taller clandestino y acabar con la presunta explotación laboral. Esto se desarrolla en el marco europeo de inspecciones aleatorias a empresas.
Hasta los europeos nos han tenido que llamar la atención que en España las relaciones laborales dejan mucho que desear y nos han dicho que pongamos un poco de «orden».
La competencia desleal no solo afecta a lo local, también nuestros productos se venden fuera de España y entramos en competencia con otras empresas.
Todos hemos visto y oído, como el sector agrícola, sobre todo las empresas relacionadas con las multinacionales de agro-capitalismo, explotan y abusan de trabajadores/as del campo.
Este taller clandestino es abusar de personas necesitadas, donde ganaban entre 200 y 600 euros mes, sin condiciones mínimas de salubridad y seguridad, un atentado a los derechos humanos.
Si la Policía Nacional dependiente de la Delegación del Gobierno de España es la que desarticula este taller clandestino, me pregunto que hace la Inspección de Trabajo de Murcia dependiente del Gobierno de López Miras.
¿La Inspección no se entera? ¿Se le han adelantado? ¿O tienen ordenes de mirar para otro lado?
No termino esta opinión sin mostrar mi solidaridad con esos trabajadores/as explotados por su condición de personas necesitadas, recuerdo a los tantos españoles, que no hace tanto tiempo, que tuvimos que sufrir trances parecidos en países extranjeros.
El que diga que todos los emigrantes españoles iban con papeles decirle que mienten. Hubo de todo como ahora.
Estas cosas deberían ser algo del pasado y no estar pasando en pleno siglo XXI.
Me gustaría conocer el desarrollo de esta operación, que la justicia sepa determinar quienes son los «explotadores y quienes los explotados»
Otra vez Yecla con una buena noticia .y a que empresas le trabajarían ,y estas empresas lo sabrían «supongo yo que si» y así muchos más talleres clandestinos que habrá .entre esto y las horas extras sin declarar Yecla es la capital de España de la pilleria.si la inspección de trabajo se pusieran serios aquí tendrían donde rascar