“El alivio del dolor y del sufrimiento se cuentan entre los deberes más esenciales del médico y constituyen uno de los fines tradicionales de la medicina”.
Esta definición que no es mía, debería ser un reto para los ayuntamientos de Yecla y Jumilla, como instituciones más cercanas, ante el Servicio Murciano de Salud de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, para dotar al hospital Virgen del Castillo de mayor número de especialistas a una comarca que engloba a 60.000 habitantes.
Sabemos que a Yecla se viene de paso, poca gente echa raíces en nuestra tierra, nos separan alrededor de 90 km. de las tres capitales más cercanas y unos 130 de Valencia.
Entiendo que la persona que consigue su licenciatura después de un gran esfuerzo, esté en su perfecto derecho de promoverse y poder ejercer donde más le plazca, entre todos los puntos de nuestra variada y extensa geografía e incluso traspasar fronteras. El sacrificio de tantos años de carrera, para prestar servicio en Yecla, tal vez le parezca poco a los profesionales de esta enorme vocación llamada medicina.
Una amenaza para los hospitales
La falta de especialistas, supone una amenaza para la actividad de los pequeños hospitales. El de Yecla, con casi 40 años de funcionamiento y que entonces se llamaba residencia sanitaria, es un hospital familiar y cercano. Todos sabemos cuánto costó conseguirlo, no vienen al caso las razones esgrimidas por todo un pueblo en aquella época para el ansiado empeño.
El médico, en los años de ejercicio encontrará enfermos de cristal de carácter débil con dolencias leves, y pacientes de acero muy fuertes con enfermedades graves.
Soy un firme defensor de la sanidad pública, de los facultativos y los pacientes. Los médicos siempre han estado con los pacientes. El servicio de urgencias con los nuevos tiempos de espera, a pesar de ciertas limitaciones, funciona con buenos resultados, aun teniendo que derivar a Murcia algunos de los casos más complicados.
El horizonte inmediato debería generar una profunda reflexión y análisis de la situación, para que no nos produzca un mal sueño, el por qué no vienen o el por qué se van. Seguramente en un futuro cada vez más exigente y un protocolo a seguir para recuperar la ilusión de los profesionales de la sanidad, los políticos deberían escuchar más a este colectivo, médicos, personal de enfermería, técnicos, sindicatos e investigadores, porque la sanidad ni puede estar en entredicho; ni puede ni debe ser un arma arrojadiza; ni tampoco un monopolio de nadie.
al Hospital Virgen del Castillo.
José Antonio Ortega.
Necesitamos mucho de la medicina y no es para jugar a recortar gastos., o cualquier otro movito. En la sanidad debe sobrar mas que faltar. Creo que el empleo en la sanidad debe mejorar, para que todo este siempre cubierto, no haya atrasos y los pacientes no empeoren o sufran mas. Velemos siempre por una sanidad completa y justa.
Un abrazo amigo