Era la segunda vez que se presentaba a este campeonato de caza menor y ha conseguido ganarlo sin apenas preparación previa. La yeclana Fini Soriano se ha proclamado campeona de España de caza menor con perro en el campeonato disputado en la localidad albaceteña de Munera.
La yeclana conseguía una captura de 5 conejos y una perdiz durante su recorrido en una mañana de mucho calor pese a que se ha disputado en pleno de mes de octubre.
Fini se impuso al resto de sus competidoras en un campeonato al que en principio no iba a acudir. “Me llamaron unos días antes de la Federación de Caza de la Región porque no había ninguna representación por parte de Murcia y era una pena que no fuera nadie a un campeonato de España”, relata Fini.
Esta yeclana ha sido madre hace unos años y eso le ha apartado de una afición que tiene desde niña. “Me puse a entrenar un poco y me presenté”, relata sobre la improvisación que supuso la llamada y la preparación del campeonato en apenas unos días.
Fini lo hizo bastante bien en Munera aunque no forzó la máquina. “Hacía mucho calor y el perro estaba muy cansado, así que terminé antes de tiempo y mi sorpresa fue que conseguí más piezas que el resto”, explica.
Era la segunda vez que se presentaba a este campeonato. La anterior terminó sexta y ahora se siente “feliz por este resultado”.
Tradición por la caza menor
A Fini Soriano lo de la caza le viene de familia. Su padre le introdujo en esta afición y su marido también la comparte. Con apenas 7 años se iba al campo con su padre a pasar la jornada cazando.
Sin embargo, el mundo de la caza no está en su mejor momento debido a las críticas que reciben por distintos colectivos animalistas que piden la prohibición de esta práctica. “Hay ocasiones en las que no digo que soy cazadora o no pongo nada en redes sociales porque hay personas que no nos respetan, nos insultan y es muy desagradable”, comenta.
Sin embargo, se siente orgullosa de este triunfo y de una práctica tan antigua como el propio hombre.
Digo lo mismo que el señor Palao.
Bien se podia buscar otra forma de divertirse que no fuera matar animales indefensos.