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✝️ jueves 28 marzo 2024
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«Sería gracioso que 40 años después el PSOE pusiera en marcha un nuevo Plan General»

Entrevistamos a Francisco Guillem Castaño, quien fuera el primer alcalde de la actual democracia en Yecla. Desde 1979 a 1986 estuvo al frente del ayuntamiento. Discrepancias con sus socios de gobierno del entonces el Partido Comunista le llevó a salir de la alcaldía y, poco después, de la primera línea política, si bien nunca ha dejado la política del todo porque es algo que le apasiona.

En algunas de las candidaturas del PSOE a la alcaldía de Yecla ha ido en la lista en esos puestos que complementan la lista y no son más que una muestra de apoyo. Sin embargo, en esta ocasión, Francisco Guillem estará en esos puestos «de salida» de la mano de Cristóbal Ruiz. A tres meses de los comicios, nos tomamos un café con un hombre sereno, aunque con las ideas bastante claras sobre lo que quiere. 

Su vuelta a la política activa

—¿Por qué ha vuelto a la política?

—Porque me gusta. Me apasiona lo público y lo municipal. Y también porque tengo tiempo. La experiencia que tengo en la política y en lo laboral puede aportar al proyecto.

—Con 71 años a lo mejor hay que pensar en otras cosas como disfrutar de la vida…

—No estoy muerto. Puedo vivir mi jubilación disfrutando de mis hobbies (la música, la lectura, viajar…). Pero también puedo echar una mano a un equipo de gente joven que está ilusionada y debemos intentarlo. Yecla se mece mucho que lo intentemos.

—¿Se ha enfado mucho su mujer cuando le dijo que quería volver a la política?

—No. Lo primero que hice fue consultarlo con mi hija y con ella. A mi hija le dio por reír y me dijo que estaba loco. Mi mujer me dijo, “tienes 71 años. Haz lo que tú creas que debas hacer”. Llevamos una vida entera juntos y a estas alturas puedo hacerlo.

—¿Por qué ahora sí y no antes?

—Fundamentalmente, por mi trabajo. Yo tenía una empresa a la que tenía que dedicarle la vida. Para mí era una gran responsabilidad. Es cierto que también ahora hay una gente muy ilusionada en el PSOE. Cristóbal viene como una persona nueva y es una buena baza. Todo eso me ha animado

Respeto y sosiego

—Pero esta política de ahora no es la que usted vivió en los años ochenta…

—Yo tampoco tengo nada que ver. Yo era otra persona, he evolucionado porque si no lo haces es que eres un imbécil. Creo que la política ha evolucionado a peor en algunas cosas, pero quiero que traigamos respeto, sosiego… cosas que yo creo que he ido utilizando en mi vida y no me ha ido mal.

—Palabras como respeto o sensatez son complicadas hoy en día en la política

—Yo creo que se puede hacer. Tampoco he firmado un contrato a muerte, por lo que si no se hace así me cojo la maleta y me voy, pero si se hace, pues mejor.

—Me han dicho que usted con el tiempo ha cambiado. Antes era una persona muy inflexible y ahora no lo es.

—Sí, soy otro. Entonces tenía 27 años. Veníamos de una dictadura y la situación era completamente diferente. Ahora, después de 45 años de vida laboral, hablando con la gente, al frente de una empresa… Todo eso me ha hecho aprender mucho. He aprendido a diferenciar lo importante de lo que no lo es. A discernir entre lo inmediato y lo urgente, de lo que no corre prisa.

Y, sobre todo, ha aprendido que todo se soluciona con la participación de la gente. Si no cuentas con las personas, no hay soluciones. Hay que contar con las asociaciones. No es que el ayuntamiento subvencione a esas asociaciones, es que el ayuntamiento debe realizar las políticas que piden esos colectivos. 

Es que si no hubiera aprendido nada en casi 50 años, sería para que me mandaran a la escuela.

Cristóbal Ruiz, fundamental

—¿Cómo se gestionó su vuelta a la política en la primera fila?

—Me llegó por más de un sitio que Cristóbal Ruiz tenía una buena consideración de mí. Y me ofrecí para hacer algo y me dijo que estaba encantado de la vida con mi ayuda. Incluso llegó a preguntarme si quería de número uno de la lista (se ríe). Pero le dije que no. 

—Desde hace más de una década se dice que ha llegado el momento del cambio, pero el PP sigue ganando elección tras elección. ¿Qué hace de esta convocatoria algo diferente?

—Vamos a intentarlo. Yo sé que es difícil, pero la única opción es ganarles en unas elecciones. La salida de Marcos del ayuntamiento fue un poco de aquella manera. El PP está sinceramente más que amortizado, pero todo depende de la voluntad de la gente.  

Un delito cuando era alcalde

—Está usted condenado por un delito que cometió cuando era alcalde de Yecla en los años ochenta, ¿cierto?

—Entre querellas y otras denuncias tuve 17. Me acuerdo de algunas como la que me pusieron porque decían que los pisos de la cooperativa de viviendas, junto al Giner de los Ríos, eran para familiares míos. Fui ante el juez con la lista de los propietarios y no había familiares míos ni en primera ni en segunda ni en cuarta fila.

Hubo una denuncia que a mí me causo mucha preocupación porque la montaron muy bien dos abogados de Yecla. Fue la expropiación que el ayuntamiento hizo de unas casas-cueva que había donde ahora está el colegio La Pedrera. Nosotros llamamos a todos los propietarios que conocíamos. No hubo que expropiar a ninguno porque se llegaron a acuerdos con los propietarios y se les pagó.

Pero apareció un propietario con una querella contra mí como persona. No se querelló contra el alcalde de Yecla, sino contra Francisco Guillem Castaño. Fueron malas personas que llevaron testigos que no había visto en mi vida y lo plantearon como que yo había hecho un abuso de poder porque había ocupado propiedad suya sin pagarla.

El propietario fue indemnizado, pero no se me apartó de la política. No hubo una condena de inhabilitación porque la querella fue contra mi persona, no como alcalde. Eso fue en el año 1984 y seguí de alcalde. Y lo mejor de todo es que se levantó el colegio de La Pedrera. 

De aquello hace 40 años. Alguno puede que lo saque en campaña porque puede tener miedo de que vuelva a la política, pero lo mejor es que ahí está el colegio y que yo seguí de alcalde. La verdad es que ya no me acuerdo de muchos detalles de aquella historia.

francisco Guillem Castaño—Para Francisco Guillem, ¿dónde está la clave de estas elecciones municipales?  

—Creo que una de las claves es que no está Marcos Ortuño, que en la anterior campaña centró en su imagen las elecciones. Encabezó una lista única de la derecha que en esta ocasión irá con dos listas.

También es una incógnita dónde irán los votos de Ciudadanos. 

Y pienso que Cristóbal es una persona muy conocida que no ha estado en política y la gente puede pensarse el voto y apostar por una persona nueva y preguntarse, ¿por qué no?

Se trata de una oportunidad de cambiar después de 28 años de PP. Solo por higiene democrática hay que decir que, ya está bien, que necesitamos un cambio.

—Sí, pero la izquierda lleva mucho tiempo con el mantra de que el PP lleva muchos años, pero los populares ganan elección tras elección en Yecla.

—El Partido Popular, desde sus inicios, ha trabajado con un interés partidista. Con  todo lo que hace y subvenciona deja entrever que ‘esto te lo hago yo y lo tienes que pagar’. El que recibe la subvención lo necesita y el que le da la subvención le suele recordar que le ha dado esa ayuda.

Y luego está la idiosincrasia de este pueblo. Su propio aislamiento es fundamental para entenderlo. 

Es un pueblo que no ha eclosionado. Esto se debe a que no nos hemos mezclado con nadie. Somos un pueblo cerrado, abyecto, que se incuba y se mira al ombligo para decirnos que somos el mejor pueblo del mundo y no vemos nuestros defectos. Todo esto ha creado un cierto conformismo.

 

La culpa de la izquierda

—¿Qué parte de culpa tiene la izquierda de que el PP haya arrasado en las elecciones?

—Seguramente mucha. El PSOE de Yecla ha estado muchos años más preocupado en matarse entre ellos que en salir a la calle y dar una alternativa. Rara era la época en la que no se oyera una gresca de un concejal, de un dirigente local. Ante ese ruido, la gente ha apostado por seguir con el PP. 

—¿Qué sensaciones tiene en esta cita electoral?

—Yo creo que ha llegado el momento del cambio. Es el momento de contarle a los vecinos que esta es la situación del ayuntamiento. Es el momento de contar que tenemos una ciudad sucia, con unos servicios tercermundistas y sin proyectos importantes que hagan de Yecla una ciudad lanzadera del siglo XXI.

—Y si no se gana, ¿Francisco Guillem seguirá en la oposición?

—Sí, por supuesto. Ejerceremos la oposición con responsabilidad. Con un talante participativo y llevando nuestros proyectos a los plenos.

El proyecto de Yecla

—¿Qué necesita Yecla?

—Un proyecto de ciudad pensando en 40 años por delante. ¿Cómo es posible que 40 años después no tengamos un Plan General de Ordenación Urbana nuevo? ¿Cómo es posible que los servicios públicos que paga el ayuntamiento no hayan sido capaces de gestionar el agua, la basura, el alcantarillado? ¿O cómo es posible que no se haya puesto en marcha un plan de movilidad? ¿Por qué se hacen unas obras y no otras? 

No somos capaces de poner un polígono industrial que necesita la industria….hay mucho por hacer.

—A lo mejor el destino quiere que sea usted, 40 años después, quien vuelva al ayuntamiento para aprobar un nuevo Plan General de Ordenación Urbana.

—Yo no, sería la corporación municipal. Pero sería sin duda muy gracioso que 40 años después el PSOE pusiera en marcha un nuevo Plan General. 40 años desde que invadieran el ayuntamiento y que seamos nosotros los que pongamos en marcha uno nuevo.

Seguro que no tendríamos los mismos problemas. Seguro que no porque hoy hay un clamor de que necesitamos ser un pueblo serio.


 

Ángel Alonso
Ángel Alonso
Director de elperiodicodeyecla.com. Entró a formar parte de este medio de comuncación en 2003 y en 2008 digitalizó lo que era un medio local impreso. Especilizado en información local de Yecla.

Entrevistamos a Francisco Guillem Castaño, quien fuera el primer alcalde de la actual democracia en Yecla. Desde 1979 a 1986 estuvo al frente del ayuntamiento. Discrepancias con sus socios de gobierno del entonces el Partido Comunista le llevó a salir de la alcaldía y, poco después, de la primera línea política, si bien nunca ha dejado la política del todo porque es algo que le apasiona.

En algunas de las candidaturas del PSOE a la alcaldía de Yecla ha ido en la lista en esos puestos que complementan la lista y no son más que una muestra de apoyo. Sin embargo, en esta ocasión, Francisco Guillem estará en esos puestos «de salida» de la mano de Cristóbal Ruiz. A tres meses de los comicios, nos tomamos un café con un hombre sereno, aunque con las ideas bastante claras sobre lo que quiere. 

Su vuelta a la política activa

—¿Por qué ha vuelto a la política?

—Porque me gusta. Me apasiona lo público y lo municipal. Y también porque tengo tiempo. La experiencia que tengo en la política y en lo laboral puede aportar al proyecto.

—Con 71 años a lo mejor hay que pensar en otras cosas como disfrutar de la vida…

—No estoy muerto. Puedo vivir mi jubilación disfrutando de mis hobbies (la música, la lectura, viajar…). Pero también puedo echar una mano a un equipo de gente joven que está ilusionada y debemos intentarlo. Yecla se mece mucho que lo intentemos.

—¿Se ha enfado mucho su mujer cuando le dijo que quería volver a la política?

—No. Lo primero que hice fue consultarlo con mi hija y con ella. A mi hija le dio por reír y me dijo que estaba loco. Mi mujer me dijo, “tienes 71 años. Haz lo que tú creas que debas hacer”. Llevamos una vida entera juntos y a estas alturas puedo hacerlo.

—¿Por qué ahora sí y no antes?

—Fundamentalmente, por mi trabajo. Yo tenía una empresa a la que tenía que dedicarle la vida. Para mí era una gran responsabilidad. Es cierto que también ahora hay una gente muy ilusionada en el PSOE. Cristóbal viene como una persona nueva y es una buena baza. Todo eso me ha animado

Respeto y sosiego

—Pero esta política de ahora no es la que usted vivió en los años ochenta…

—Yo tampoco tengo nada que ver. Yo era otra persona, he evolucionado porque si no lo haces es que eres un imbécil. Creo que la política ha evolucionado a peor en algunas cosas, pero quiero que traigamos respeto, sosiego… cosas que yo creo que he ido utilizando en mi vida y no me ha ido mal.

—Palabras como respeto o sensatez son complicadas hoy en día en la política

—Yo creo que se puede hacer. Tampoco he firmado un contrato a muerte, por lo que si no se hace así me cojo la maleta y me voy, pero si se hace, pues mejor.

—Me han dicho que usted con el tiempo ha cambiado. Antes era una persona muy inflexible y ahora no lo es.

—Sí, soy otro. Entonces tenía 27 años. Veníamos de una dictadura y la situación era completamente diferente. Ahora, después de 45 años de vida laboral, hablando con la gente, al frente de una empresa… Todo eso me ha hecho aprender mucho. He aprendido a diferenciar lo importante de lo que no lo es. A discernir entre lo inmediato y lo urgente, de lo que no corre prisa.

Y, sobre todo, ha aprendido que todo se soluciona con la participación de la gente. Si no cuentas con las personas, no hay soluciones. Hay que contar con las asociaciones. No es que el ayuntamiento subvencione a esas asociaciones, es que el ayuntamiento debe realizar las políticas que piden esos colectivos. 

Es que si no hubiera aprendido nada en casi 50 años, sería para que me mandaran a la escuela.

Cristóbal Ruiz, fundamental

—¿Cómo se gestionó su vuelta a la política en la primera fila?

—Me llegó por más de un sitio que Cristóbal Ruiz tenía una buena consideración de mí. Y me ofrecí para hacer algo y me dijo que estaba encantado de la vida con mi ayuda. Incluso llegó a preguntarme si quería de número uno de la lista (se ríe). Pero le dije que no. 

—Desde hace más de una década se dice que ha llegado el momento del cambio, pero el PP sigue ganando elección tras elección. ¿Qué hace de esta convocatoria algo diferente?

—Vamos a intentarlo. Yo sé que es difícil, pero la única opción es ganarles en unas elecciones. La salida de Marcos del ayuntamiento fue un poco de aquella manera. El PP está sinceramente más que amortizado, pero todo depende de la voluntad de la gente.  

Un delito cuando era alcalde

—Está usted condenado por un delito que cometió cuando era alcalde de Yecla en los años ochenta, ¿cierto?

—Entre querellas y otras denuncias tuve 17. Me acuerdo de algunas como la que me pusieron porque decían que los pisos de la cooperativa de viviendas, junto al Giner de los Ríos, eran para familiares míos. Fui ante el juez con la lista de los propietarios y no había familiares míos ni en primera ni en segunda ni en cuarta fila.

Hubo una denuncia que a mí me causo mucha preocupación porque la montaron muy bien dos abogados de Yecla. Fue la expropiación que el ayuntamiento hizo de unas casas-cueva que había donde ahora está el colegio La Pedrera. Nosotros llamamos a todos los propietarios que conocíamos. No hubo que expropiar a ninguno porque se llegaron a acuerdos con los propietarios y se les pagó.

Pero apareció un propietario con una querella contra mí como persona. No se querelló contra el alcalde de Yecla, sino contra Francisco Guillem Castaño. Fueron malas personas que llevaron testigos que no había visto en mi vida y lo plantearon como que yo había hecho un abuso de poder porque había ocupado propiedad suya sin pagarla.

El propietario fue indemnizado, pero no se me apartó de la política. No hubo una condena de inhabilitación porque la querella fue contra mi persona, no como alcalde. Eso fue en el año 1984 y seguí de alcalde. Y lo mejor de todo es que se levantó el colegio de La Pedrera. 

De aquello hace 40 años. Alguno puede que lo saque en campaña porque puede tener miedo de que vuelva a la política, pero lo mejor es que ahí está el colegio y que yo seguí de alcalde. La verdad es que ya no me acuerdo de muchos detalles de aquella historia.

francisco Guillem Castaño—Para Francisco Guillem, ¿dónde está la clave de estas elecciones municipales?  

—Creo que una de las claves es que no está Marcos Ortuño, que en la anterior campaña centró en su imagen las elecciones. Encabezó una lista única de la derecha que en esta ocasión irá con dos listas.

También es una incógnita dónde irán los votos de Ciudadanos. 

Y pienso que Cristóbal es una persona muy conocida que no ha estado en política y la gente puede pensarse el voto y apostar por una persona nueva y preguntarse, ¿por qué no?

Se trata de una oportunidad de cambiar después de 28 años de PP. Solo por higiene democrática hay que decir que, ya está bien, que necesitamos un cambio.

—Sí, pero la izquierda lleva mucho tiempo con el mantra de que el PP lleva muchos años, pero los populares ganan elección tras elección en Yecla.

—El Partido Popular, desde sus inicios, ha trabajado con un interés partidista. Con  todo lo que hace y subvenciona deja entrever que ‘esto te lo hago yo y lo tienes que pagar’. El que recibe la subvención lo necesita y el que le da la subvención le suele recordar que le ha dado esa ayuda.

Y luego está la idiosincrasia de este pueblo. Su propio aislamiento es fundamental para entenderlo. 

Es un pueblo que no ha eclosionado. Esto se debe a que no nos hemos mezclado con nadie. Somos un pueblo cerrado, abyecto, que se incuba y se mira al ombligo para decirnos que somos el mejor pueblo del mundo y no vemos nuestros defectos. Todo esto ha creado un cierto conformismo.

 

La culpa de la izquierda

—¿Qué parte de culpa tiene la izquierda de que el PP haya arrasado en las elecciones?

—Seguramente mucha. El PSOE de Yecla ha estado muchos años más preocupado en matarse entre ellos que en salir a la calle y dar una alternativa. Rara era la época en la que no se oyera una gresca de un concejal, de un dirigente local. Ante ese ruido, la gente ha apostado por seguir con el PP. 

—¿Qué sensaciones tiene en esta cita electoral?

—Yo creo que ha llegado el momento del cambio. Es el momento de contarle a los vecinos que esta es la situación del ayuntamiento. Es el momento de contar que tenemos una ciudad sucia, con unos servicios tercermundistas y sin proyectos importantes que hagan de Yecla una ciudad lanzadera del siglo XXI.

—Y si no se gana, ¿Francisco Guillem seguirá en la oposición?

—Sí, por supuesto. Ejerceremos la oposición con responsabilidad. Con un talante participativo y llevando nuestros proyectos a los plenos.

El proyecto de Yecla

—¿Qué necesita Yecla?

—Un proyecto de ciudad pensando en 40 años por delante. ¿Cómo es posible que 40 años después no tengamos un Plan General de Ordenación Urbana nuevo? ¿Cómo es posible que los servicios públicos que paga el ayuntamiento no hayan sido capaces de gestionar el agua, la basura, el alcantarillado? ¿O cómo es posible que no se haya puesto en marcha un plan de movilidad? ¿Por qué se hacen unas obras y no otras? 

No somos capaces de poner un polígono industrial que necesita la industria….hay mucho por hacer.

—A lo mejor el destino quiere que sea usted, 40 años después, quien vuelva al ayuntamiento para aprobar un nuevo Plan General de Ordenación Urbana.

—Yo no, sería la corporación municipal. Pero sería sin duda muy gracioso que 40 años después el PSOE pusiera en marcha un nuevo Plan General. 40 años desde que invadieran el ayuntamiento y que seamos nosotros los que pongamos en marcha uno nuevo.

Seguro que no tendríamos los mismos problemas. Seguro que no porque hoy hay un clamor de que necesitamos ser un pueblo serio.


 

Ángel Alonso
Ángel Alonso
Director de elperiodicodeyecla.com. Entró a formar parte de este medio de comuncación en 2003 y en 2008 digitalizó lo que era un medio local impreso. Especilizado en información local de Yecla.
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3 COMENTARIOS

  1. Nuestro ayuntamiento no tiene «Remedio». Verdad José Andrés?
    Una persona de la experiencia de Paco Guillen muy necesaria para que Yecla camine hacia una ciudad donde los carcas no sean mayoría.
    Una ciudad donde el facha-pobre y los meallanda sean la excepción.
    A la derechona no le hace gracia que se presente Guillem. Prueba de ello es el presunto lameculos del poder el tal José Andrés que pasa de la explicación de Paco. Lo mismo tiene dificultad en la lectura.
    Si sería chocante que después de varias décadas hubiese otro PGOU por parte del partido socialista.
    Después de más de 25 años de desgobierno popular (PP) es hora de que Yecla cambie de «aires».

Ángel Alonso
Ángel Alonso
Director de elperiodicodeyecla.com. Entró a formar parte de este medio de comuncación en 2003 y en 2008 digitalizó lo que era un medio local impreso. Especilizado en información local de Yecla.
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