Planear un viaje a Islandia suele empezar con dos decisiones: cómo moverse y cuándo salir a ver auroras. La respuesta a ambas pasa por la carretera. Conducir te da la libertad de ajustar cada día según el parte de nubes, detenerte cuando aparece un claro en el cielo y alcanzar miradores sin depender de horarios fijos. Elegida la empresa adecuada, el alquiler coches Islandia deja de ser un quebradero de cabeza y se convierte en la parte más sencilla del viaje.
Por qué compensa alquilar coche en Islandia. Las distancias son razonables y las carreteras principales están bien mantenidas. Del aeropuerto de Keflavík a Reikiavik hay unos 50 kilómetros, que se cubren en unos 45 minutos. El Círculo Dorado, con Thingvellir, Geysir y Gullfoss, queda a 45–60 minutos de la capital. Hacia la Costa Sur, Vík está a unas 2 horas y 40 minutos sin paradas. Contar con vehículo propio significa poder salir a medianoche si el cielo se despeja, cambiar de plan si el viento rota o moverte a otra zona con menos nubosidad.
Qué aporta Zero Car Rental frente a las grandes plataformas. En un destino de clima cambiante, la claridad de condiciones y el apoyo real marcan la diferencia. Aquí es donde una empresa local como Zero sobresale.
Precio todo incluido con franquicia cero. Nada de menús de seguros confusos ni letra pequeña. Zero ofrece un paquete integral con franquicia cero que cubre daños por grava, arena y ceniza, algo muy relevante en Islandia. Evitas suplementos inesperados y sabes cuánto vas a pagar desde el principio.
Sin depósito y contrato sencillo. Es común que otras empresas inmovilicen cantidades elevadas en la tarjeta. Con Zero no hay depósito y el proceso de reserva es directo. El registro en línea es rápido y recibes toda la información clave antes de volar.
Recogida y devolución 24/7 con taquilla y personal disponible. Si tu vuelo llega de madrugada o se retrasa, puedes recoger o devolver las llaves a cualquier hora mediante keybox seguro. Y, aunque el sistema sea autoservicio, siempre hay personal en la oficina del aeropuerto de Keflavík para ayudarte con la taquilla o resolver dudas sobre el vehículo.
Asistencia en carretera 24/7 incluida en el precio. Islandia es un país cómodo para conducir, pero conviene llevar respaldo. La asistencia sin coste adicional te cubre si pinchas, aparece un testigo en el cuadro o necesitas consejo sobre el estado de las carreteras.
Kilometraje ilimitado y flota adaptada a cada ruta. Los planes cambian con la meteorología. Con kilometraje ilimitado puedes alargar una jornada si el cielo promete o desviarte a un valle con menos nubosidad. La flota de Zero va desde utilitarios e híbridos perfectos para carreteras asfaltadas hasta SUV 4×4 con mayor altura libre, además de opciones eléctricas para quienes buscan una huella más ligera.
Entrega ágil y sin colas. El check-in online y la recogida por taquilla evitan esperas innecesarias. Menos papeleo, más kilómetros y más tiempo en los miradores al caer la noche.
Oficinas donde las necesitas. Con presencia en el aeropuerto de Keflavík y en Reikiavik, puedes recoger al aterrizar o ajustar tu vehículo en la capital si tu itinerario lo requiere.
Auroras boreales en Islandia: cuándo, dónde y cómo verlas
Temporada. La ventana va de septiembre a abril, con picos alrededor de los equinoccios. En verano no se ven porque no oscurece lo suficiente. Suele haber mayor probabilidad entre las 21:00 y las 02:00, aunque en noches de alta actividad pueden aparecer fuera de ese tramo.
Qué vigilar en el parte. Dos variables mandan: nubosidad y actividad geomagnética. Un índice alto no garantiza nada si el cielo está cubierto. Por eso disponer de coche es clave. Puedes desplazarte desde la costa hacia el interior o cambiar de península en busca de claros.
Zonas cercanas a Reikiavik. A menos de 20 minutos, el faro de Grótta ofrece un horizonte despejado y contaminación lumínica moderada. Thingvellir está a unos 45 minutos y combina cielos oscuros con paisajes que funcionan muy bien en fotografía nocturna. La península de Reykjanes, a 20–60 minutos, ofrece calas y acantilados con orientación favorable cuando el viento limpia el cielo.
Rutas más amplias. En la Costa Sur destacan Seljalandsfoss a 1 h 40 min, Skógafoss a 2 h y Vík a 2 h 40 min desde la capital, tiempos sin paradas. Con cielo claro, las cortinas verdes sobre Dyrhólaey con la vía láctea de fondo son un clásico. En el norte, Akureyri se alcanza en unas 4 h 30 min, y Mývatn queda a 1 hora más. Sus campos de lava y lagunas heladas crean primeros planos espectaculares.
Consejos de seguridad y práctica. Nunca te detengas en el arcén para mirar el cielo. Busca un aparcamiento o un área de descanso y colócate de forma visible. Lleva ropa térmica, guantes y calzado impermeable. Mantén el depósito por encima de medio tanque en invierno y un rascador en el coche para el parabrisas. Si conduces un eléctrico, planifica las cargas antes de salir a cazar auroras y evita quedarte corto en zonas frías. Salvo experiencia y vehículo adecuados, no te metas por carreteras de interior y evita F-roads en temporada invernal. Recuerda que con nieve o placas de hielo los tiempos pueden duplicarse.
Un itinerario compacto para combinar paisajes y auroras
Día 1: llegada y primera ventana nocturna. Aterriza en Keflavík, recoge el coche y en 45 minutos estarás en Reikiavik. Cena temprano y, si el parte anima, desplázate 15–20 minutos hasta una zona oscura cercana a la capital. Si fotografías en manual, prueba exposiciones de 5–10 segundos con ISO alto y enfoca a infinito con una estrella brillante.
Día 2: Círculo Dorado y noche en Thingvellir. Por la mañana, geología y cascadas. De Reikiavik a Thingvellir son 45 minutos, a Geysir unos 50 minutos más y a Gullfoss otros 10 minutos. Descansa por la tarde y vuelve a Thingvellir si hay claros. Es un clásico por un motivo: cielos bastante oscuros a poca distancia.
Día 3: Costa Sur hasta Vík. Sal con margen. Para en Seljalandsfoss y Skógafoss y sigue hasta Dyrhólaey y las playas de Vík. Si el parte anuncia actividad, duerme en la zona para no regresar tarde por la Ruta 1. Si no se dan las condiciones, vuelve a Reikiavik, en torno a 2 h 40 min de conducción.
Día 4: península de Reykjanes y baños termales. Esta península volcánica queda a 20–60 minutos y ofrece paisajes de lava, fumarolas y acantilados. De noche, algunos aparcamientos costeros funcionan bien cuando el interior se nubla.
Día 5: margen para Snæfellsnes o norte. Si el tiempo acompaña, Snæfellsnes está a 2 h 30 min y ofrece montañas y playas que enmarcan muy bien las auroras. Alternativa corta: Borgarnes a 1 h 15 min, con cielos más limpios que en la capital.
Qué coche elegir para el invierno islandés
Turismos e híbridos bastan si te mueves por carreteras principales y el parte anuncia nieve ligera. SUV 4×4 aportan altura libre y tracción adicional cuando hay nieve compacta o pistas de grava en verano. En el caso de los eléctricos, la red de carga cubre los ejes principales y el par instantáneo ayuda en pendientes. Planifica recargas en localidades clave y aprovecha paradas para cenar o visitar baños termales. Pide neumáticos de invierno en temporada fría y verifica el equipo incluido: triángulos, chaleco, cable, rascador y, si procede, cadenas o fundas.
Costes, documentación y pequeños trucos
Conducción eficiente. Mantener velocidades constantes y evitar acelerones reduce consumo. En invierno siempre aumenta por el frío, así que ajusta expectativas. Lleva una tarjeta de pago que funcione en surtidores automáticos y guarda el ticket del último repostaje por si te lo piden al devolver.
Revisión a la entrega. Con Zero, el proceso es simple: sin depósito, contrato claro y franquicia cero con coberturas específicas para grava, arena y ceniza. Aun así, da una vuelta de 360 grados al vehículo y haz fotos de cortesía. Es un minuto y añade tranquilidad.
Devolución sin estrés. La taquilla 24/7 es útil si tu vuelo sale temprano. Deja las llaves, comprueba que no olvidas cargadores ni trípodes y listo. Si surge un imprevisto, cuentas con asistencia en carretera 24/7 y con personal en la oficina de KEF para ayudarte.
Conclusión: libertad real para perseguir cielos verdes
Islandia recompensa al viajero flexible. Conducir te permite escapar de una nube baja, esperar a que el viento abra una ventana de estrellas y quedarte el tiempo necesario cuando el cielo estalla en cortinas verdes. Elegir un socio local con precio transparente, franquicia cero, asistencia 24/7, sin depósito, kilometraje ilimitado y recogida y devolución 24/7 convierte esa libertad en una experiencia serena y segura.
Si vas a reservar, hazlo sencillo y directo. Confía tu alquiler de coches en Islandia a un equipo local que prioriza lo importante para que tú te centres en lo que has venido a buscar, desde cascadas heladas hasta auroras bailando sobre playas negras.
,