Como ha ocurrido con muchas otras innovaciones tecnológicas en los últimos tiempos, el open banking, la tendencia más disruptiva dentro de la industria bancaria, se está implantando tarde en España. O, al menos, así lo afirma un estudio de la reputada consultora Deloitte, del que hablaremos a continuación.Aunque existen excepciones a la norma, esto solo puede suponer malas noticias para el consumidor bancario español. Porque, por su definición, el open banking es la tendencia que ha venido para colocar al consumidor en el centro de todo. Un nuevo modo de entender el trabajo bancario que pone las necesidades de los clientes en un primer plano, por delante incluso del de las grandes firmas.
El informe de Deloitte
En su publicación sobre el open banking en España titulado “La banca abierta, una oportunidad sin explotar por el cliente español”, la consultora Deloitte hizo un somero repaso del estado de esta tendencia en el país. Resumiendo, sus conclusiones fueron las de que el bancario es un negocio que, en España, está totalmente basado en la confianza; y eso lleva a ciertas reticencias en el cambio de proveedor.Por ejemplo, hay dos aspectos del informe que saltan a la vista. Por un lado, que “los comparadores se usan más como fuente de información que como vía de contratación”. Y, por otro, que “los usuarios de banca muestran poco interés por cambiar de proveedor financiero […] apenas un 20% se lo ha planteado en los últimos dos años y tan sólo un 5% ha llegado a hacerlo”. En este sentido, cualquier cambio, como el que supone el salto al open banking, está claro que genera cierto rechazo en la clientela bancaria en España.
¿Qué ofrecen las excepciones?
Sin embargo, cabe decir que existen excepciones a esta norma. Firmas que, a través de APIs y otros sistemas de integración de software, están llevando a cabo con éxito diversas tareas de banca abierta.Por ejemplo, alguno de los elementos de open banking con mayor presencia en el gran mercado es el de las pasarelas de pago, del que se espera un crecimiento del 20% anual para los próximos ejercicios. O el de la vinculación de cuentas bancarias a diferentes e-commerce, otro elemento propio de la banca abierta y que permite llevar a cabo operaciones en solo unos clicks. Todos ellos son elementos en gran auge dentro del mercado en España y que, pese a todo, han pasado desapercibidos para el informe de Deloitte. Porque, quizás, el futuro no es tan negro como lo quisieron pintar.
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