España es un país con una gran tradición relacionada con el juego y los entretenimientos populares. Uno de los elementos estrella para pasar un buen rato con amigos y familiares han sido, desde hace siglos, las cartas. Tanto es así, que se ha dado nombre a un tipo de baraja, la española, que tras la inglesa sigue siendo una de las más usadas del mundo. Y es que una y otra se dejan ver de forma asidua en muchas prácticas que a continuación repasaremos, destacando aquellas más populares y que cuentan con un mayor número de adeptos.
Los reyes de la baraja española
Entre la población española, se pueden destacar tres pasatiempos muy practicados que usan los palos formados por oros, copas, espadas y bastos. Estos son el mus, el chinchón y la brisca. El primero, siendo la referencia sobre todo en el norte de la Península, es resultado de una combinación de varios aspectos indisociables: se juega entre dos parejas, se debe engañar y poner en práctica la comunicación no verbal para ir sumando puntos en cada mano. El objetivo es mandar mensajes y aplicar una estrategia sin que los rivales se den cuenta.Algo más versátil es el chinchón, pues el número de jugadores puede oscilar entre los dos y los ocho. A diferencia del caso anterior, aquí el gran atractivo está en las combinaciones de cartas. Con las siete que recibe cada integrante de la mesa, se tienen que formar escaleras o tríos. Cuando alguien lo consigue, finaliza la partida y se suma el valor de los naipes que no han sido agrupados. Normalmente, hay un límite fijado como máximo para determinar el perdedor y es que, en este caso, más puntuación no es sinónimo de una gran partida.Parte de la gracia de la brisca, que se practica con dos, tres o cuatro jugadores, es su sencillez y su adaptabilidad a todas las edades. Aquí sí que se tienen que ir sumando puntos y en cada turno hay un palo que indica el triunfo: la carta más alta del palo indicado gana la mano y recoge las cartas jugadas. Cada figura tiene un valor específico, siendo el as la carta más buscada de todas, mientras hay un buen grupo que no tiene ningún valor. El ritmo y la poca preparación que requiere este juego son dos de los aspectos que lo hacen ser uno de los más habituales de España.El cuarto pilar de los juegos de baraja española en el territorio nacional es el tute, en el que se deben de reunir en una misma mano cuatro caballos o cuatro reyes como desafío principal. Pese a contar con versiones individuales y en pareja, lo más habitual es ver grupos de cuatro a dos equipos. Además, dispone de muchas modalidades, desde “la subastada” hasta la que otorga puntos negativos, pero lo recomendable para los menos conocedores es decantarse por las parejas, con el objetivo de poderse ayudar con la estrategia y el valor de cada una de las figuras.
El trío de la baraja inglesa
Uno de los reyes de las partidas de naipes, en nuestro país y en todo el mundo, es sin duda alguna el póker. En cuanto a sus modalidades, las más habituales son la Omaha o la Seven Card Stud, pero, desde hace unos años, la Texas Hold’em no tiene oposición y lidera la lista, sobre todo, en la red. En esta variante, la meta es crear la mejor combinación posible entre las cinco cartas comunes y las dos que se tienen en mano. Cada mano es independiente de la anterior y se abre una ronda de apuestas antes y durante su transcurso. Hacerse con la escalera real es lo máximo a alcanzar.
Coincidiendo en utilizar la baraja inglesa, uno de los pasatiempos en que el rival no son los otros integrantes de la mesa, sino el crupier, es el popular veintiuno, ahora viviendo una segunda juventud en el campo virtual. Y es que hoy en día la posibilidad de jugar blackjack se ha digitalizado por completo, brindando sus partidas a través de los dispositivos electrónicos con conexión a internet. De este modo, no se requiere desplazamiento físico a un local especializado ni estar pendientes de horarios de apertura de los establecimientos.
No se puede obviar el bridge, uno de los ejemplos donde la estrategia y la competición se llevan a otro nivel. Como en el mus, hay cuatro jugadores agrupados en dos parejas y, para conseguir la victoria, los jugadores apuestan y determinan un contrato con el número de bazas. Mientras unos intentan conseguirlo, los oponentes tendrán la misión de evitarlo. Parte de la complicación de este juego es que se dan puntos por cumplir o exceder el límite de bazas fijado, mientras que se quitan en caso de no alcanzarlo. Cuanto más difícil sea, mejor valoración.
El juego 100% murciano
El paparajote es una de las comidas más famosas de Murcia. Pero, además, los postres hechos con hojas de limonero recubiertas de harina, huevo y azúcar dan nombre a uno de los juegos de mesa que homenajean a la región: el Rey Paparajote. Los jugadores se deben poner en la piel de un héroe que tiene como meta principal defender las tierras murcianas de este curioso y divertido personaje, que va en busca de poder y gloria. Durante las partidas, no faltan altas dosis de humor, cultura y folclore local; algo que lo ha convertido en referente en muchas familias y grupos de amigos.INSTAGRAM >> https://www.instagram.com/p/C5QNniLNmDh/ << LINK[O1] Son varios los juegos infantiles que forman más parte del pasado que del presente, pero este pasatiempo es totalmente contemporáneo, pues nació en 2017 de la mano del diseñador Jesús Guillén y la ilustradora Ana Marcos. Entre la baraja de naipes especiales de las que dispone, con un total de 156, se pueden diferenciar entre las cartas sobre territorios como Calblanque o La Manga, o sobre personajes como Juan de la Cierva o Carmen Conde. También aparecen festividades populares, que dan poderes y ventajas a aquellos que las consiguen, como la Fiesta de Primavera o El entierro de la sardina.
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