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✝️ viernes 29 marzo 2024
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La toxicidad de los plásticos en la agricultura es un problema creciente

El paisaje es desolador. Hay restos de plásticos por todos sitios y dar un paseo por la zona es suficiente para comprobarlo.

El pasado 14 de enero la Plataforma Salvemos el Arabí hizo pública la noticia de lo que está sucediendo en una finca de agricultura intensiva en la Umbría del Factor.

Según la investigación y el seguimiento que ha realizado la Plataforma, desde el mes de noviembre y hasta esta misma semana: “en la finca de unas 200 hectáreas se han estado labrando los restos de plástico de cultivos anteriores. Primero, los han cortado con aperos de disco y, después, han enterrado los trozos de plástico con el apero vertedera a una profundidad de unos 50 cm”, han asegurado ante los medios de comunicación. La parte que ha quedado visible, el viento la ha desplazado afectando a otras parcelas del término.

Plásticos enterrados
Plásticos en finca de agricultura intensiva

“Hemos notificado al Seprona todo lo sucedido, para que abra la investigación correspondiente y realice las acciones necesarias ante la Administración Pública”, afirma Alejandro Ortuño, Portavoz de la Plataforma.

La empresa, por su parte, asegura que el plástico que ha enterrado no es un problema porque “es biodegradable, desaparece en unos seis o siete meses y es legal”

MICROPLÁSTICO,  PALABRA DEL AÑO 2018

Microplástico ha sido elegida la palabra del año en el 2018 por la Fundèu BBVA. Este hecho pone en evidencia que cada día somos más las personas preocupadas por las consecuencias negativas del plástico sobre la salud y el medio ambiente. Es un tema que está de plena actualidad a nivel mundial, porque supone un verdadero riesgo para la vida de personas y animales.

Los pequeños fragmentos de plástico están por todas partes: en la tierra y en el mar. Los encontramos en el organismo de gran cantidad de animales. También las personas estamos comiendo microplásticos sin ser conscientes de ello, porque fácilmente pueden entrar en nuestro cuerpo a través del agua que bebemos y de ciertos alimentos, como la sal de mesa.

dortegas

EL PLÁSTICO EN LA AGRICULTURA: UNA  ASIGNATURA  PENDIENTE

En la actividad agraria se producen multitud de residuos de plástico: filmes y láminas para la protección de los cultivos, envases de fertilizantes, cintas y tuberías de riego, determinadas cubiertas de invernadero, etc.

“En los últimos años se han utilizado en agricultura, sin tener en cuenta los envases, alrededor de 220.000 t/año de plástico, que representan el 6,3 % del plástico consumido anualmente en España, frente al 2,7 % de media en la UE”, según estudios realizados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA).

Entre los datos que aporta el Ministerio, destaca que “estos plásticos, en general, no son biodegradables y, si no se gestionan adecuadamente, se convierten en un riesgo para el suelo, el agua, la flora, la fauna y la habitabilidad del lugar porque producen la degradación del territorio”.

Abandonar, enterrar o quemar de forma incontrolada el plástico de uso agrícola supone un problema medioambiental considerable, que da lugar a un deterioro progresivo de las zonas donde estas prácticas se producen”, afirman los estudios del MAGRAMA.

Entonces, ¿por qué se utilizan los plásticos en la agricultura? Se lo hemos preguntado a Martín Soriano, doctor en Ciencias Ambientales y Especialista en suelos.

Él responde que “el plástico ha supuesto una revolución para la agricultura porque facilita mucho el trabajo y reduce el uso de insumos: reduce las necesidades de agua, facilita cosechas más tempranas, facilita el manejo de plantas adventicias y protege ante heladas, entre otros usos”.

Al mismo tiempo, continúa explicando, “se hace imprescindible racionar el consumo de estos productos y gestionarlos de forma adecuada, una vez utilizados, para minimizar su impacto ambiental” .

Martín Soriano destaca que los “plásticos oxobiodegradables pueden llegar a suponer un problema todavía mayor, porque son plásticos convencionales con aditivos para acelerar su biodegradación. A la vista desaparecen rápido, pero después el material se descompone en microplásticos y, cuando esto sucede, ya es imposible retirarlos del suelo. Además, al moverse con el viento, su impacto ambiental es mayor”.

En cuanto al tiempo que tardan en desaparecer, el especialista en suelos afirma que “la persistencia en la tierra de los plásticos oxobiodegradables puede alargarse hasta unos 18 meses, si bien esta cifra pueden variar en función de las condiciones en las que se produce la degradación».

Por otro lado, Martín Soriano destaca que «hay que tener en cuenta también su ecotoxicidad, pues los propios microplásticos, así como los aditivos que contienen, pueden resultar tóxicos para las plantas y para la biología del suelo. De esta manera, estos contaminantes pueden pasar a la cadena trófica».

Dentro del concepto de economía circular, el especialista en suelos afirma que «la mejor opción es reutilizar los plásticos tantas veces como sea posible. Los más adecuados son los bioplásticos, preferentemente obtenidos a partir de residuos orgánicos, porque una vez utilizados se biodegradan fácilmente, incluso son compostables, a diferencia de los anteriores, que no lo son”.

miel de chinchilla

SOLUCIONES POSIBLES PARA PREVENIR DAÑOS MAYORES

El plástico es útil, práctico y económico. A su vez, supone un grave problema para el medio ambiente y la salud. Ante esta complicada situación, Martín Soriano propone diversas formas de actuar o soluciones con el fin de prevenir daños mayores a los ya existentes.

“Como apuntaba anteriormente, lo ideal sería producir plásticos fáciles de reutilizar una y otra vez. Sin embargo, mientras no seamos capaces de hacer esto, necesitamos utilizar plásticos que sean lo más biodegradables posible, pero que no afecten al suelo ni a sus condiciones físicas, químicas y biológicas, esto tendría que ser un imperativo”.

«Si los plásticos se gestionan de forma correcta, además de disminuir su impacto sobre el medio ambiente, también pueden ser al mismo tiempo materia prima de nuevos procesos productivos y materiales, dentro de la filosofía de economía circular que está promoviendo Europa«, asegura el doctor en Ciencias Ambientales. 

Es, por lo tanto, «necesario mejorar la información sobre la procedencia y el impacto ambiental de los plásticos utilizados en la agricultura, así como la gestión de los mismos».

En este sentido, “hay que instar a Ayuntamientos y Comunidades Autónomas a que trabajen juntos y se coordinen con los agricultores de cara a una adecuada gestión de los plásticos utilizados en la agricultura.

 


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Bienvenida Morales
Bienvenida Morales
Periodista licenciada por la Universidad Complutense de Madrid es especialista en tema de vida sana y propiedades sobre el agua de mar

El paisaje es desolador. Hay restos de plásticos por todos sitios y dar un paseo por la zona es suficiente para comprobarlo.

El pasado 14 de enero la Plataforma Salvemos el Arabí hizo pública la noticia de lo que está sucediendo en una finca de agricultura intensiva en la Umbría del Factor.

Según la investigación y el seguimiento que ha realizado la Plataforma, desde el mes de noviembre y hasta esta misma semana: “en la finca de unas 200 hectáreas se han estado labrando los restos de plástico de cultivos anteriores. Primero, los han cortado con aperos de disco y, después, han enterrado los trozos de plástico con el apero vertedera a una profundidad de unos 50 cm”, han asegurado ante los medios de comunicación. La parte que ha quedado visible, el viento la ha desplazado afectando a otras parcelas del término.

Plásticos enterrados
Plásticos en finca de agricultura intensiva

“Hemos notificado al Seprona todo lo sucedido, para que abra la investigación correspondiente y realice las acciones necesarias ante la Administración Pública”, afirma Alejandro Ortuño, Portavoz de la Plataforma.

La empresa, por su parte, asegura que el plástico que ha enterrado no es un problema porque “es biodegradable, desaparece en unos seis o siete meses y es legal”

MICROPLÁSTICO,  PALABRA DEL AÑO 2018

Microplástico ha sido elegida la palabra del año en el 2018 por la Fundèu BBVA. Este hecho pone en evidencia que cada día somos más las personas preocupadas por las consecuencias negativas del plástico sobre la salud y el medio ambiente. Es un tema que está de plena actualidad a nivel mundial, porque supone un verdadero riesgo para la vida de personas y animales.

Los pequeños fragmentos de plástico están por todas partes: en la tierra y en el mar. Los encontramos en el organismo de gran cantidad de animales. También las personas estamos comiendo microplásticos sin ser conscientes de ello, porque fácilmente pueden entrar en nuestro cuerpo a través del agua que bebemos y de ciertos alimentos, como la sal de mesa.

dortegas

EL PLÁSTICO EN LA AGRICULTURA: UNA  ASIGNATURA  PENDIENTE

En la actividad agraria se producen multitud de residuos de plástico: filmes y láminas para la protección de los cultivos, envases de fertilizantes, cintas y tuberías de riego, determinadas cubiertas de invernadero, etc.

“En los últimos años se han utilizado en agricultura, sin tener en cuenta los envases, alrededor de 220.000 t/año de plástico, que representan el 6,3 % del plástico consumido anualmente en España, frente al 2,7 % de media en la UE”, según estudios realizados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA).

Entre los datos que aporta el Ministerio, destaca que “estos plásticos, en general, no son biodegradables y, si no se gestionan adecuadamente, se convierten en un riesgo para el suelo, el agua, la flora, la fauna y la habitabilidad del lugar porque producen la degradación del territorio”.

Abandonar, enterrar o quemar de forma incontrolada el plástico de uso agrícola supone un problema medioambiental considerable, que da lugar a un deterioro progresivo de las zonas donde estas prácticas se producen”, afirman los estudios del MAGRAMA.

Entonces, ¿por qué se utilizan los plásticos en la agricultura? Se lo hemos preguntado a Martín Soriano, doctor en Ciencias Ambientales y Especialista en suelos.

Él responde que “el plástico ha supuesto una revolución para la agricultura porque facilita mucho el trabajo y reduce el uso de insumos: reduce las necesidades de agua, facilita cosechas más tempranas, facilita el manejo de plantas adventicias y protege ante heladas, entre otros usos”.

Al mismo tiempo, continúa explicando, “se hace imprescindible racionar el consumo de estos productos y gestionarlos de forma adecuada, una vez utilizados, para minimizar su impacto ambiental” .

Martín Soriano destaca que los “plásticos oxobiodegradables pueden llegar a suponer un problema todavía mayor, porque son plásticos convencionales con aditivos para acelerar su biodegradación. A la vista desaparecen rápido, pero después el material se descompone en microplásticos y, cuando esto sucede, ya es imposible retirarlos del suelo. Además, al moverse con el viento, su impacto ambiental es mayor”.

En cuanto al tiempo que tardan en desaparecer, el especialista en suelos afirma que “la persistencia en la tierra de los plásticos oxobiodegradables puede alargarse hasta unos 18 meses, si bien esta cifra pueden variar en función de las condiciones en las que se produce la degradación».

Por otro lado, Martín Soriano destaca que «hay que tener en cuenta también su ecotoxicidad, pues los propios microplásticos, así como los aditivos que contienen, pueden resultar tóxicos para las plantas y para la biología del suelo. De esta manera, estos contaminantes pueden pasar a la cadena trófica».

Dentro del concepto de economía circular, el especialista en suelos afirma que «la mejor opción es reutilizar los plásticos tantas veces como sea posible. Los más adecuados son los bioplásticos, preferentemente obtenidos a partir de residuos orgánicos, porque una vez utilizados se biodegradan fácilmente, incluso son compostables, a diferencia de los anteriores, que no lo son”.

miel de chinchilla

SOLUCIONES POSIBLES PARA PREVENIR DAÑOS MAYORES

El plástico es útil, práctico y económico. A su vez, supone un grave problema para el medio ambiente y la salud. Ante esta complicada situación, Martín Soriano propone diversas formas de actuar o soluciones con el fin de prevenir daños mayores a los ya existentes.

“Como apuntaba anteriormente, lo ideal sería producir plásticos fáciles de reutilizar una y otra vez. Sin embargo, mientras no seamos capaces de hacer esto, necesitamos utilizar plásticos que sean lo más biodegradables posible, pero que no afecten al suelo ni a sus condiciones físicas, químicas y biológicas, esto tendría que ser un imperativo”.

«Si los plásticos se gestionan de forma correcta, además de disminuir su impacto sobre el medio ambiente, también pueden ser al mismo tiempo materia prima de nuevos procesos productivos y materiales, dentro de la filosofía de economía circular que está promoviendo Europa«, asegura el doctor en Ciencias Ambientales. 

Es, por lo tanto, «necesario mejorar la información sobre la procedencia y el impacto ambiental de los plásticos utilizados en la agricultura, así como la gestión de los mismos».

En este sentido, “hay que instar a Ayuntamientos y Comunidades Autónomas a que trabajen juntos y se coordinen con los agricultores de cara a una adecuada gestión de los plásticos utilizados en la agricultura.

 


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Bienvenida Morales
Bienvenida Morales
Periodista licenciada por la Universidad Complutense de Madrid es especialista en tema de vida sana y propiedades sobre el agua de mar
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Bienvenida Morales
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Periodista licenciada por la Universidad Complutense de Madrid es especialista en tema de vida sana y propiedades sobre el agua de mar
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