Los muñecos reborn han llegado para quedarse. Lo que hace unos años parecía una moda pasajera ha terminado por convertirse en artículos muy consolidados en un determinado nicho de la sociedad, hasta el punto de resultar imprescindibles en sus vidas. En estas líneas te contamos qué son y qué personas ‘dan vida’ a estos bebés que son mucho más que meros juguetes.
Qué es un bebé reborn
Los bebé reborn son muñecos elaborados en silicona o vinilo que llaman la atención por su extremo realismo, de tal manera que a simple vista llegan a confundirse con bebés recién nacidos de verdad. Por tanto, no buscan la idealización del pequeño y no evitan la representación de detalles fisionómicos que se obvian en los juguetes, como por ejemplo imperfecciones en la forma de la cabeza o el rostro.Aunque se cree que su origen puede estar en los hogares de las mujeres alemanas durante la Segunda Guerra Mundial, no fue hasta finales del siglo XX cuando llegó su auge en otras partes del mundo, especialmente en Estados Unidos. En la actualidad, son muchas las personas aficionadas a los bebés reborn, sobre todo mujeres, y existen numerosos grupos en redes sociales que ponen en contacto a usuarios que comparten este mismo hobby.En la Región de Murcia no faltan este tipo de grupos y aficionados en las principales plataformas de Internet, aunque en la actualidad es más fácil comprar estos artículos en sitios de alcance global, como en esta tienda especializada en muñecos reborn. Los precios son muy variables, pero en algunos casos pueden superar el medio millar de euros.
Un hobby para adultos
Aunque no se pueden descartar como Muñecos para niños, lo cierto es que estos bebés reborn están concebidos como un pasatiempo para personas adultas, siendo mayoría el público femenino. Muchas de ellas son madres, a menudo con hijos que ya han superado la primera fase de su vida. Otras, en cambio, son mujeres que no han querido ser madres o que no han podido cumplir su sueño de serlo.Por ello, ocuparse de este tipo de muñecos de gran realismo supone una forma de evocar los cuidados cotidianos que requiere un bebé. De hecho, muchas personas no los conciben como meros muñecos decorativos, sino que les dotan de vida de diferentes maneras: les visten a diario, les cambian el pañal, les sacan de paseo o les bañan, por ejemplo. Y para ello, compran o reciclan artículos verdaderos de puericultura, como carritos o cunas.Los usuarios más diestros, de hecho, se dedican a montar por sí solos sus propios bebés, intercambiándolos o vendiéndolos en Internet. No obstante, también existen marcas ya consolidadas que venden muñecos ya montados o kits de piezas para ensamblarse en casa.
Terapia para ancianos
El mundo de los bebés reborn dio un salto cualitativo desde el momento en que, hace unos años, se empezaron a utilizar con fines terapéuticos: se emplean para combatir el Alzheimer en hospitales geriátricos y residencias de mayores de diferentes lugares de España. Ejemplos de ello son la Residencia San Juan de Dios, de Sevilla, o la Residencia Serge Bellavista de Nigrán, en Pontevedra.Así, estas personas, generalmente ancianas, experimentan un rol que habían perdido por culpa de su enfermedad: vuelven a sentirse útiles cuidando de estos bebés y logran alcanzar una relación emocional con los muñecos. Además, son útiles para trabajar la motricidad de los mayores, tanto la gruesa (coordinación de brazos, por ejemplo) como la fina (como la destreza de los dedos), tan afectada en esta etapa de sus vidas.Por todo ello, los bebés reborn son cada vez más habituales en nuestros días y han dejado de considerarse un excéntrico hobby para convertirse en un entretenimiento y en una terapia de la que viven muchas personas, desde los artesanos dedicados a su fabricación hasta tiendas que comercializan estos muñecos tan singulares.
