Hacer deporte es indispensable para disfrutar de buena salud, todos lo sabemos. Sin embargo, encontrar el ejercicio adecuado a veces puede llevarnos algo más de tiempo, hasta que logramos generar un hábito y, de esta manera, el ejercicio pasa a formar parte de nuestra vida.
En los últimos años, prácticas como el yoga y el pilates están en auge. Son métodos muy beneficiosos, porque sirven para contrarrestar el ritmo de vida acelerado que marca la sociedad. Es una manera de parar y tomarse un respiro, ante tantas prisas, muchas veces impuestas por el entorno.
En esta ocasión, hablamos con Inma Barceló, profesora de pilates y gyrokinesis en Yecla. A través de ella vamos a conocer en qué consiste este método tan solicitado y cómo puede ayudarnos en nuestro día a día.
¿Qué es el pilates y cuál es su origen?
Es un método creado por el alemán Joseph Pilates a mediados del siglo XX. Él afirmaba que el primer requisito de la felicidad es el bienestar físico, por eso investigó y practicó muy diversas disciplinas, desde el yoga, pasando por la natación, el boxeo o el baile.
Finalmente, rescató lo que consideró mejor de cada método, de oriente y occidente, hasta crear el suyo propio, que en un principió recibió el nombre de Contrología.
¿En qué consiste y en qué casos lo recomiendas?
El pilates es una secuencia de movimientos que sirve para aumentar la conciencia corporal a través de la respiración. Fortalece la musculatura y aumenta la flexibilidad para sentirnos más ágiles.
Debido a la falta de ejercicio físico, hay muchas personas que se sienten cansadas, agotadas y con debilidad muscular. Esto les impide tener suficiente energía para realizar todas las tareas diarias. El pilates es muy útil para todos los que desean ponerse en forma y tener más vitalidad.
¿Sirve para relajarse y aliviar el estrés? ¿Por qué?
Muy sencillo, porque mientras estás en clase no puedes estar pensando en otra cosa ni distraerte, es un tiempo para “desconectar”. Con esta práctica aprendemos a concentrarnos y estar en el momento presente, que tanta falta nos hace hoy en día.
Al mismo tiempo, la combinación de los ejercicios y la respiración consciente ayuda muchísimo a liberar tensiones y relajar la mente. Además, aporta tonificación muscular y contribuye a recuperar el equilibrio físico, mental y emocional.
¿Cuáles son los problemas más frecuentes en las personas que buscan pilates o asisten a las clases?
De forma inconsciente y desde bien pequeños, adoptamos posturas incorrectas que alteran nuestro equilibrio y bienestar físico. Si a esto le sumamos la falta de ejercicio y la tensión muscular por motivos laborales o personales, aumentan las probabilidades de que el cuerpo se resienta.
Por eso, lo más frecuente en mí día a día es encontrarme con personas que sufren dolores y lesiones de espalda y cuello, principalmente.
Con el paso de los años, si no se corrigen esos malos hábitos posturales, acaban “pasando factura”. En este sentido, educar desde bien pequeños a niños y jóvenes, sería un gran paso para evitarles dolores y lesiones fácilmente prevenibles.
¿Qué consejos darías a un adolescente que tiene que pasar tantas horas sentado o estudiando?
Que a la hora de llevar la mochila busque siempre el equilibrio en la espalda, en lugar de ponerla sólo en un hombro. Que eviten también el peso excesivo, procuren sujetar la mochila lo más cerca de los hombros posible, observando que éstos estén siempre relajados y liberar el cuello de la tensión.
A las clases de pilates vienen jóvenes con problemas serios de espalda que al aplicar estos sencillos consejos mejoran notablemente.
Si se sientan a estudiar en una mala postura, la espalda se resentirá, pero si lo hacen de forma correcta aumentará su agilidad mental y capacidad de concentración. Esto es algo que si aplicaran todos los jóvenes se beneficiarían enormemente.
Por todo esto, el pilates es un método que ayuda a tomar conciencia del cuerpo, porque educa en buenos hábitos posturales. Después, podemos aplicar este conocimiento en todas las áreas de nuestra vida: cuando limpiamos, cocinamos, estamos estudiando o en el trabajo, en cualquier lugar y circunstancia nos resulta útil poner en práctica lo aprendido.
