Hoy, la ciudad de Yecla se viste de gala para acoger la presentación del libro “El Chicharra” de Juan María Milán Orgilés, un evento organizado por la Concejalía de Cultura. La cita tendrá lugar a las 20:00 horas en el Salón de Actos “Pablo Corbalán” de la Casa Municipal de Cultura, donde se espera la asistencia de entusiastas del ferrocarril, historiadores y el público en general interesado en el rico legado ferroviario de la región.
El libro “El Chicharra. Ferrocarriles de Villena-Alcoy-Yecla y de Jumilla a Cieza” es un estudio exhaustivo realizado por Juan María Milán Orgilés, miembro de la Asociación Amigos del Chicharra y apasionado de la historia ferroviaria.
Esta obra ha sido financiada tanto por el autor como por el Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español y promete ser una referencia indispensable para quienes deseen profundizar en el conocimiento de este histórico medio de transporte.
Un tren que unió Cieza con Gandía hasta 1969
“El Chicharra” narra la historia del ferrocarril de vía estrecha que unió Cieza (Murcia) con Gandía (Valencia) entre 1884 y 1969.
Este ferrocarril no solo fue fundamental para el transporte de vino desde el puerto de Alicante sino que también jugó un papel crucial en el tráfico de pasajeros en una época donde otros medios de transporte eran menos accesibles. Con una velocidad media de 14,5 km/h, este ferrocarril era conocido popularmente por el distintivo sonido de sus máquinas, lo que le valió el apodo de “Chicharra”.
La relevancia histórica de este ferrocarril y su impacto en la región se ven reflejados en el libro, que detalla desde sus humildes inicios en Villena hasta su expansión a través de Yecla, Jumilla y Cieza.
Además, el autor profundiza en las características únicas del ferrocarril, como sus talleres en Villena, donde se construían coches y automotores según el diseño de Miguel Ybern.
Tras el cierre de la línea en 1969, se inició un proceso de desmantelamiento, pero en años recientes ha habido un esfuerzo por parte de diversas asociaciones para recuperar parte del trayecto como sendero. Hoy en día, la Vía Verde del Chicharra permite recorrer gran parte del antiguo trazado del ferrocarril a pie o en bicicleta, desde Cieza hasta Cocentaina.
Exposición en la Casa de Cultura
Complementando la presentación del libro, la Casa Municipal de Cultura alberga la exposición “Tras las huellas del Chicharra”, que permanecerá abierta al público hasta el 7 de enero de 2024. Esta exposición, organizada también por la Concejalía de Cultura y con la colaboración de la Asociación de Amigos del Chicharra, presenta una colección de fotografías que capturan la esencia e historia de este icónico ferrocarril.
La presentación del libro “El Chicharra” y la exposición fotográfica ofrecen una oportunidad única para redescubrir y valorar una parte importante del patrimonio histórico y cultural de Yecla y sus alrededores, destacando la importancia del ferrocarril en la configuración de la región.
Lo que más me acuerdo es de lo aislada que Yecla siempre estuvo. A modo de un pueblo de las Galias, se hicieron fuerte para que no llegasen las legiones romanas y dominaran la aldea.
Aquí sería para que no llegase influencia de modos de vida de fuera, no sea que nos pervirtiéramos.
Nos perdimos un tren de vía ancha, con un chicharra que pronto quedaría arrinconado por el progreso.
A la Encina o Villena a coger un tren como dios manda, fue lo bonito que nos trajo, esta desidia en dirección contraria al progreso.
Y gracias que -recientemente- tenemos una autovía hacía Murcia y sus hospitales que se llega en buenas condiciones. Algo hemos progresado.
Y este pueblo no se quedó aislado y con una economía agraria, gracias a que se fue formando una pequeña burguesía industrial, hoy no tan pequeña, que nos introdujo en la industria del mueble, hoy en la del descanso y nos trasportó al progreso… económico.
Espero que el libro hable de los condicionantes que hicieron que Yecla no tuviese una mayor calidad en su transporte. No lo bonito que fue y lo romántico que era subir al chicharra, apearse coger un racimo de uva y dar tiempo a volver a subir al «tren».
Que recuerdos más bonitos, y recuerdo de un tiempo pasado, y de añoranza.