Cuando parecía que Sergio Llull lo tenía todo hecho para ir a la NBA, el base menorquín decidió dar marcha atrás. Es una decisión que poca gente entendió, más aún tras una cena con los Houston Rockets, quien iba a ser su equipo… pero una llamada de Florentino Pérez fue lo que llevó a Llull a quedarse en España.
Cena en Houston y casi salto a la NBA
Sergio Llull, uno de los jugadores más importantes en la historia del baloncesto español y del Real Madrid, reconoció en el podcast Timeout que estuvo a punto de dar el salto a la NBA. En el programa de la Federación Española de Baloncesto, afirmó que estuvo muy cerca de firmar con los Houston Rockets, equipo que tiene sus derechos en la liga estadounidense.
“La delegación de los Rockets vino y fuimos a cenar. En esa misma cena estuve al teléfono con James Harden, entonces el máximo exponente del equipo”, explicó el menorquín. La negociación, como narró el jugador, parecía encaminada: “Salí tan convencido que decidimos comunicárselo al Madrid”.
Era la oportunidad soñada por muchos. Una bet que parecía segura, dado el nivel del jugador y una franquicia que entonces parecía lista para luchar por los títulos. Sin embargo, no todo estaba dicho por el lado del Madrid.
La llamada de Florentino y la propuesta definitiva
Cuando todo apuntaba a un adiós inminente, Llull vivió un giro inesperado. “Florentino me llamó, me ofrecieron un contrato de seis años y una mejora salarial, aunque lejos de lo que me ofrecían en la NBA”, reveló el jugador.
Tal y como explicó el base, la oferta del presidente del Real Madrid era contundente. Era un contrato largo, con un reconocimiento económico y deportivo con el club que ama. Su balanza personal terminó inclinándose por el club blanco. Y su amor por el Real Madrid acabó por decantar el futuro de un jugador que tiene escritas algunas de las páginas más memorables de la historia del club y de las apuestas deportivas gracias a sus tiros imposibles, conocidos como “mandarinas”.
Llull no se arrepiente. “Fue mi decisión y es la acertada porque es la mía”, afirmó con convicción. Esa lealtad, esa coherencia, define a un jugador que siempre antepuso los valores del club y su propia identidad frente al sueño de llegar a la NBA. No todos lo hubieran hecho y eso es lo que le hace grande.
Una carrera impresionante
Pese a no haber llegado a la NBA, su carrera es de muchísimo mérito. Ha ganado todos los títulos posibles en Europa (Euroliga, ACB, Copas del Rey…) y es uno de los referentes históricos de la sección de baloncesto del Real Madrid. Además, reconoce el honor de defender a la selección española junto a sus amigos y haber sido campeón del mundo en el año 2019, una experiencia que aún le sobrecoge.
En el ocaso de la misma, sigue siendo un jugador determinante para el Real Madrid, club con el que ha renovado para una última temporada.