Si les hablo de Antonio Martínez Tormos, igual el nombre no les suena, pero si les digo que en el mundo del fútbol es conocido como Tonete, la cosa cambia y seguro que les sonará de algo.
Tonete tiene 38 años, y su señora esposa Beatriz, que a su vez hace las veces de biógrafa, tiene prevista con antelación suficiente la tarta para el próximo octubre, puesto que cumplirá los 39.
Entre ráfagas de extremo izquierdo con poca altura para delantero centro, Tonete juega al fútbol desde juveniles.
Siempre ha defendido la elástica azulgrana, excepto al principio cuando hizo una pretemporada con el Albacete B, que no terminó de cuajar, y entonces el maestro José Víctor le llamó diciéndole que en el Yeclano C.F., había un hueco para él.
En el año 2004 por diversas razones que ahora no vienen al caso, aquel histórico Yeclano, que nos había dado numerosas tardes de gloria durante una década en Segunda B, como tal, desapareció.
En el verano de ese mismo año y para la siguiente temporada se fundó un nuevo club, el Yeclano Deportivo y empezando un nuevo proyecto en la casilla de salida en Regional y Preferente. Tonete militó dos temporadas en tercera división en el Jumilla, hasta que el Yeclano Deportivo después de esa “agonía” regresó a Tercera División dentro del famoso grupo XIII.
El capitán, el número 11
Me cuenta lo que supone formar parte de la plantilla en los equipos modestos, donde muchos de los jugadores son “mileuristas y poco más”, y aparte estudian o trabajan como es su caso. Él, es el capitán del Yeclano, y luce el número 11.
Me habla de los desplazamientos tan largos para la temporada que acaba de comenzar, donde van a recorrer casi toda Andalucía. Sirva como ejemplo en el primer partido de liga. Camino de Huelva, a media mañana de un viernes, para llegar casi entrada la noche, jugar el sábado por la tarde, y de regreso para llegar a Yecla el domingo sobre las ocho de la mañana. Es lo que hay, viajes que parecen interminables en un grupo en el cual algún que otro club, multiplica por siete el presupuesto del equipo de nuestros amores. Esta liga junto a sus compañeros, va a hacer más kilómetros por carretera que la mayoría de los equipos grandes de Primera División; es lo que supone no viajar en avión.
Más de una vez el gol se ha retenido porque la pelota “caprichosa” decidió no entrar, y en los últimos minutos como la pasada temporada en Copa del Rey contra el Melilla, con dos goles suyos casi al final, se logró la remontada y pasar la eliminatoria en el último suspiro.
Lleva marcados 146 goles según la suma de la información recibida, a los que habría que añadir una larga treintena, entre el antiguo Yeclano, el Jumilla y la Copa Federación, que no figuran dentro de las estadísticas facilitadas. En cualquier caso, todavía no le ha dado para ser Balón de Oro, posibilidad que no se descarta.
Partidos que no se olvidan
Tiene recuerdos inolvidables de partidos frente al Mérida, que supuso el empate a dos antes de la pandemia, al igual que de encuentros de alta tensión en las fases de ascenso, frente al Haro Deportivo, Trival Valderas, Cacereño o EM Escobedo, por ejemplo.
Dentro de su palmarés, cuatro temporadas han sido campeones del Grupo XIII, y ha disputado ocho play-off, consiguiendo cinco ascensos de categoría, habiendo jugado hasta la fecha cinco temporadas en la extinta Segunda B; a lo que tendremos que incorporar la reciente categoría Segunda RFEF dentro del grupo IV.
Ha sido discípulo de diferentes entrenadores, José Víctor, García Sanjuán y, cómo no, de nuestro querido Sandroni, por destacar alguno de ellos. Además de estar a las huestes de Adrián Hernández desde que se incorporó a las directrices del equipo.
Cuando le pregunto por la variable importante de las lesiones a lo largo de su trayectoria, responde, que aparte de ciertos esguinces sin importancia, solo ha sufrido una lesión considerable en el quinto metatarsiano del pie izquierdo, que le llevó a estar cuatro meses de baja, hasta que logró recuperarse, y de hecho lleva un pequeño “remache” entre los dedos.
En su carrera futbolística se viene portando bien, ya que solamente ha sido expulsado en dos ocasiones.
El gancho entre jóvenes y veteranos
No desvelo nada nuevo si les digo, y además porque lo sé de buena tinta, ya que me lo dijo el míster, que Tonete como jugador con más antigüedad de la plantilla, es un eslabón entre los nuevos y los que ya estaban, formando todos una piña, así como una muestra de entrega carismática y noble.
Con esa sonrisa llamativa y cara de niño pillo, siempre con ganas de aprender, escuchar y coger lo mejor de cada uno, transmite su ánimo y motivación a sus compañeros. Manteniendo la esencia del club, sabiendo que lo importante teniendo los pies en el suelo, es conseguir la permanencia.
A día de hoy, alterna su vida entre su familia, sus dos churumbeles, el trabajo, el fútbol y los viajes en autobús. De hecho me cuenta que alguna vez nada más regresar, se cambió de ropa y se fue a trabajar acto seguido; entonces era mensajero y tenía que pulsar muchos timbres porque había mucha faena.