El empresario local Juan Navarro Azorín recibió el homenaje de sus paisanos al quedar su nombre perpetuado en el palco número 4 de platea del teatro Concha Segura. De esta forma se da cumplimiento al acuerdo unánime de la Corporación Municipal, en agradecimiento y reconocimiento, de forma póstuma, a la labor de mecenazgo de la cultura yeclana, desarrollada durante muchos años por el citado empresario y su familia y en especial por el respaldo a la programación del propio Teatro Concha Segura y del Yecla Jazz Festival.
Así lo destacó el alcalde Marcos Ortuño en el acto de descubrimiento de la placa conmemorativa, ante la presencia de su esposa Maruja Santa y de sus hijos Juan y José Manuel, con un vestíbulo abarrotado de público que no se quiso perder este entrañable y emotivo acontecimiento.
Ortuño también resaltó «el aspecto de empresario emprendedor que con su esfuerzo hizo que Yecla sea el municipio industrial que hoy es, llevando el nombre de nuestra ciudad por diversas partes del mundo».
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Su esposa Maruja Santa, muy emocionada, tuvo palabras de agradecimiento al Ayuntamiento en pleno por el reconocimiento y homenaje efectuado en la figura de su marido, recientemente fallecido, y «por haberlo acordado por unanimidad». Señaló que «era un día para la alegría y para el recuerdo, porque este teatro, durante muchos años, ha estado ligado a mis vivencias compartidas con él». Maruja recuerda que fue voluntad suya iniciar una labor de mecenazgo en el teatro Concha Segura y más concretamente con la cultura musical: «Juan siempre dijo que lo único que pretendía era devolver a Yecla una parte de lo que la ciudad le aportaba a él, por el hecho de tener la empresa ubicada aquí».
También aprovechó su intervención para pedir al alcalde que el teatro Concha Segura «se siga manteniendo como el gran dinamizador cultural de la ciudad que es, como lugar de encuentro y espacio para que los colectivos y asociaciones celebren sus actos y muestren sus propuestas. No permitamos que esto se pierda. Le pido que fomentemos su uso y que apoyen los eventos y actividades que se programen en él. Abramos sus puertas a todos aquellos que todavía no lo han descubierto y cuente con nuestra ayuda, porque como ya he dicho en anteriores ocasiones, es intención de esta familia mía continuar con la alta labor que Juan, mi marido, inició a través de la empresa Navarro Azorín». Así concluyó, además de emocionada y entre un gran y sentido aplauso de todos los asistentes.