Cada vez las vendimias son más largas. La campaña de recogida de la uva en Yecla ha concluido después de más de tres meses de trabajo para extraer del campo el fruto de un año de trabajo. Fue el pasado mes de agosto cuando arrancó una vendimia con las variedades blancas y las tintas tempranas. A finales de septiembre comenzó de manera generalizada la vendimia de variedad reina de esta tierra y que es la base de los vinos que aquí se elaboran: la Monastrell.Pero a esa “uva base” que alcanza el 80%, las bodegas van demandando también uvas tintas como tempranillo, cabernet sauvignon, syrah, merlot, garnacha tinta, garnacha tintorera y petit verdot y en uvas blancas macabeo, airén, merseguera, malvasía, chardonnay, moscatel de grano menudo y sauvignon blanc y verdejo. Todo un catálogo de variedades con las que llegan de la forma más atractiva al consumidor.Esta campaña se ha vendimiando la uva en las fechas de antaño, principalmente a finales de septiembre, recuperando así el calendario tradicional tras varios años de adelantos continuados debido a que los veranos fueron más calurosos de lo normal.Otra de la característica de esta cosecha ha sido la abundancia. Se estima que de las viñas se ha recogido en torno a un 20% más de uva que el pasado año, aunque bien es cierto que en 2017 la cosecha no fue de grandes volúmenes porque fue un año muy seco que dejó mucha calidad y poca cantidad.Sin embargo 2018 se recordará entre los viticultores de Yecla como un año de lluvias que causaron preocupación al principio de la campaña de la vendimia por las posibles enfermedades que podía causar tanta humedad. Sin embargo, el tiempo dio una tregua y “la uva ha llegado sana, en perfecto estado” a las bodegas, como explica el secretario de la Denominación de Origen Yecla, Antonio Candela. La principal plaga que afecta habitualmente en la zona es la denominada coloquialmente como polilla del racimo (Lobesia Botrana) y se controla con el sistema biotecnológico de confusión sexual en una amplia mayoría de los viñedos.Los datos previos, a la espera de la confirmación que se realizará el 10 de diciembre con las declaraciones de cosecha definitivas, apuntan a que se han recogido unas 13 toneladas de uvas gestionadas por la D.O Yecla. Hay más uva que se ha obtenido del campo yeclano, pero no está dentro de denominación de origen.
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Arranque de las viñas
Uno de los problemas que se está detectando en los últimos años en la comarca del Altiplano es el arranque de las viñas. Este año ha disminuido sensiblemente la superficie de viñedo cultivada bajo el amparo de la Denominación de Origen Yecla, siendo de 4.696 hectáreas en total, con 401 viticultores inscritos, según datos que aporta la propia entidad.¿Cuáles son las causas de ese abandono de las viñas? Son varios los factores que pueden explicar esa realidad: el precio que se paga por la uva, la falta de interés de los jóvenes por la agricultura, las trabas de la administración, entre otras.Sea uno u otro factor, la realidad es que hace varias décadas en Yecla había más de 20.000 hectáreas de viñedos que han ido desapareciendo ante la preocupación del sector. Las bodegas demandan cada vez más uva de calidad para el embotellado. La balanza entre el vino que termina envasado en botella mayoritariamente para la exportación y el que se vende a granel para otros fines y a otros destinos, está cada vez más igualada. “La uva de calidad para elaborar vinos se paga muchísimo mejor y es la que necesitamos”, explica Antonio Candela. El tema de la sobreexplotación de los acuíferos y la proliferación de agricultura intensiva con otros cultivos no autóctonos de la zona que requieren de grandes cantidades de agua, es otro de los problemas que preocupa en el sector del vino que ha terminado la campaña de la vendimia.
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Queréis uva de calidad para después pagarla a precios de basura.