No hay duda de que la digitalización continúa pisando fuerte. Este año 2025, podemos observar cómo los bares, las cafeterías y los restaurantes se han convertido en la punta de lanza del cashless. Según el último Observatorio Cafés y Restaurantes Cashless de SumUp, en España, el 41,6 % de todas las transacciones sin efectivo se realizaron en locales de hostelería.
Incluso para los pagos más nimios (un café, una tostada, unas tapas…), la tarjeta o el pago con móvil es lo que impera en estos momentos. Sin ir más lejos, el ticket medio de estos gastos ha bajado hasta los 17,6 €, poniendo de relieve cómo el pago digital abarca también las cuantías más pequeñas.
Ciertamente, llevar calderilla huele a pasado.
¿Por qué un terminal inteligente tiene sentido en la hostelería?
Aquí es donde entra en acción un terminal de pago como SumUp Terminal, entre cuyas funciones incluye:
- Cobros con tarjeta, móvil o smartwatch desde la mesa.
- Gestión de pedidos e inventario.
- Creación de menús digitales (incluso con ayuda de la IA).
Todo esto se puede realizar con un solo aparato, sin necesidad de invertir en componentes de hardware adicionales o dispositivos extras. Para bares independientes y pequeñas cadenas, SumUp Terminal supone el inicio de una nueva etapa cashless.
El cliente exige agilidad y el hostelero debe dársela
Como afirma Valerio Corsetti, Jefe de Ventas de SumUp en España: El consumidor busca rapidez y flexibilidad. Para los restauradores, ofrecer diferentes modalidades de pago ya no es una opción, es una necesidad competitiva.
Y no le falta razón. La comodidad de pagar con un simple toque, sin sacar billetes, se ha integrado en la experiencia de salir a comer o cenar. Para muchos clientes, un pago ágil forma parte de lo que esperan: es un elemento tan importante como que la comida sea buena y el trato amable.
Por otro lado, para los hosteleros, un terminal inteligente es sinónimo de simplificación: menos errores, menos tiempo dedicado a tareas administrativas, más control de stock y pedidos, y posibilidad de adaptarse con rapidez a las nuevas demandas.
¿Qué gana el bar o restaurante con esta transformación?
- Velocidad: el cobro físico desaparece; el pago se hace en segundos.
- Eficiencia operativa: pedidos, cobros y control del inventario en un solo aparato.
- Ahorro en infraestructura: ya no hace falta tener cajas registradoras tradicionales ni equipos complejos. Esto beneficia especialmente a los locales pequeños, donde hay que aprovechar el espacio al máximo.
- Personalización en la atención al cliente: comodidad, rapidez y flexibilidad de pago.
- Adaptabilidad y modernización: estar a la altura de las expectativas actuales y competir en un mercado cada vez más digital.
Caminamos hacia un futuro digital, pero práctico
A la vista está que la hostelería en España se encuentra en plena metamorfosis. Los dispositivos inteligentes que combinan datáfono, caja, inventario y pedidos se han constituido como alternativas potentes y, a la vez, sencillas.
No es preciso reinventar la rueda ni invertir en grandes infraestructuras: basta con un aparato accesible. Muchos negocios han dado ya su salto hacia la eficiencia, la modernidad y la agilidad.

















