Finalmente, ha habido condena. En 2019, este medio adelantó que el Obispado había decidido apartar al entonces cura de San Juan por un presunto delito de abusos sexuales a un menor.
Al final, ha llegado la sentencia, que condena a Antonio L.Z. a 7 años y 9 meses de prisión y al pago de 30.000 euros de responsabilidad civil por los abusos sexuales contra este menor. El Obispado, a la espera de una sentencia en firme, muestra su «rechazo total» y su más «enérgica repulsa» por los delitos que la resolución judicial atribuyen a este sacerdote contra la víctima, «con el agravante de que era un menor de edad».
Asimismo, el Obispado de Cartagena muestra su cercanía con la víctima y con su familia, a quienes siguen ofreciendo ayuda a través de la «Delegación episcopal para la protección del menor y de los adultos vulnerables».
Por último, como está establecido en la normativa de la Iglesia, «el sacerdote sigue suspendido del ejercicio del ministerio sacerdotal, mientras que no termine el proceso penal canónico que está en curso».
En 2019, el Obispado ya decidió apartarlo de todas sus funciones en base a su política de «tolerancia cero» con este tipo de comportamientos.
Sacerdote en Yecla desde 2014
Cabe destacar que Antonio L.Z. fue sacerdote de Yecla desde 2014. Se trata de un sacerdote nacido en Monteagudo y ejerció sus funciones durante los primeros 15 años en Medellín (Colombia). En 2006 regresó a la Región y entró en la Diócesis de Cartegena.
Permaneció en San Pedro del Pinatar hasta 2013 cuando fue cesado del cargo de Vicario Parroquial en las parroquias de San Pedro Apóstol, en San Pedro y de Nuestra Señora del Rosario de El Mirador en San Javier para ser nombrado párroco en San Juan Bautista de Yecla, de donde fue apartado tras la denuncia de 2019.