El gerente de la residencia de ancianos San Isidro es muy claro: “Si es cierto todo lo que dice en el informe de la Guardia Civil, habrá que asumir responsabilidades y cortar cabezas”.
Las extrañas circunstancias de la muerte de una anciana en el geriátrico San Isidro de Yecla han llevado al Juzgado número 1 de Yecla a pedir a la Guardia Civil una investigación. Los agentes concluyen que hay “incongruencias” en los testimonios de los trabajadores que sugieren “comportamientos irregulares de algunos de estos empleados, hasta el punto de deducir que la muerte no se produjo en la habitación de la anciana, si no que lo fue en el parking del recinto geriátrico”, asegura la Guardia Civil.
José Miguel Marín es el gerente de esta residencia en Yecla y también gestiona otra en Murcia. Además, es el Presidente de la Asociación de la Dependencia de la Región de Murcia (Adermur).
Asegura que se ha enterado de las conclusiones de la investigación de la Guardia Civil por los medios de comunicación y se encuentra sorprendido. “Mantendo lo que dije en septiembre del año pasado. Es lo que dicen los trabajadores y la dirección de la residencia”, expresa el máximo responsable aunque deja abierta la puerta a que si se demuestra que la versión de los trabajadores no es la real habrá consecuencias. “Cuando concluyan las diligencias estas o haya un resultado judicial, pues ya veremos lo que hacemos. Porque si tenemos que tomar medidas, seguro que se van a tomar, eso también te lo puedo decir”, asegura Marín que visita dos veces a la semana la residencia de Yecla.
Como gerente de la empresa privada que gestiona el geriátrico, José Miguel Marín explica que mandó “la documentación que nos pidieron, tanto los turnos, el personal que había, todo, y hasta la fecha no sé nada más”.
También comenta que no se han vuelto a reunir para hablar del asunto que les tuvo ocupados cuando estalló el tema en los medios de comunicación y luego la investigación judicial. “No se ha vuelto a hablar del tema. La gente se mantuvo en lo mismo sobre lo que ocurrió con la anciana. Es lo que me transmitieron. Además, de hecho, siguen trabajando con nosotros. Son buenos trabajadores”, explica.
José Miguel Marín asegura que no ha sido llamado a declarar por el momento ante estos hechos pero que está dispuesto “a dar la cara porque son malos trances que hay que pasar y ya veremos cómo queda todo esto”.
El gerente espera los siguientes pasos que quiera dar la Justicia con este asunto en el que por el momento respalda la versión de sus trabajadores sobre lo que ocurrió con la muerte de esta anciana en la residencia San Isidro.
Se hizo una reunión para que nadie hable y esto me lo dijo un trabajador que hay en la residencia,donde la encargada de la residencia lo a ocultado todo y el gerente de la residencia se hace el tonto.
¿Este tío es tonto o se lo hace? ¿Ahora? ¿Después de tanto tiempo? Al primero que deberían «cortarle» la cabeza es a él por inútil y falta de profesionalidad.