A apenas 100 km de la ciudad de Yecla, en San Javier, nació Hicham Khaloua el 7 de mayo de 1995. Hijo de inmigrantes marroquíes, creció en este pueblo de la costa del Mar Menor con un sueño desde niño: convertirse en futbolista. Con solo siete años dio sus primeros pasos incorporándose al Racing Cartagena Mar Menor FC. A los 14 años pasó al cadete del FC Cartagena y, a mitad de temporada, subió al juvenil de Liga Nacional. En su primera campaña, la 2010/11, marcó 46 goles, lo que le sirvió para ser convocado con el primer equipo del club albinegro bajo las órdenes de Juan Ignacio Martínez.
Rápido, técnico, potente y con un gran golpeo de balón, Khaloua se convirtió en el cadete más prometedor del fútbol regional. Sin embargo, el club albinegro nunca llegó a ofrecerle un contrato. Tras la desaparición del Cartagena-La Unión en el verano de 2011, el joven delantero, al igual que muchos otros talentos, tuvo que buscarse la vida. Sus goles no habían pasado desapercibidos por los grandes clubes europeos. El Manchester City, el Manchester United, el Chelsea FC y el Liverpool FC, equipos que siempre parten como favoritos en las apuestas de fútbol para ganar la Premier League, mostraron interés por hacerse con sus servicios. Además, el Real Madrid, el FC Barcelona y el Málaga CF también se interesaron por él.
El sueño inglés que nunca se concretó
Khaloua siempre soñó con jugar en el fútbol inglés. Pasó dos semanas en Düsseldorf, Alemania, entrenando a prueba con los juveniles del Manchester City. En ese periodo, anotó cinco goles en partidos amistosos contra rivales de renombre como Schalke 04, Werder Bremen y FC Kaiserslautern, demostrando su enorme potencial. Sin embargo, problemas burocráticos impidieron su fichaje por los Citizens. En aquel entonces todavía no tenía la nacionalidad española debido a un descuido de sus padres, y contaba únicamente con pasaporte marroquí. Para residir legalmente en Inglaterra necesitaba la ciudadanía de un país de la Unión Europea. Por la misma razón, el Liverpool también desestimó la posibilidad de una prueba. Además, tampoco llegó a concretarse su fichaje por el Real Madrid, el Barça y el Málaga.
Tras frustrarse su llegada al fútbol inglés, Khaloua se incorporó a la UD Almería, gracias en parte a la influencia de su agente, José Antonio Martínez, hijo de Diego Martínez, entonces vicepresidente ejecutivo del club. Durante cinco temporadas defendió la camiseta del filial en Segunda B, marcando 28 goles en 112 partidos. Sin embargo, sus oportunidades con el primer equipo fueron muy escasas. En la temporada 2013/14 debutó en Primera División frente a la Real Sociedad y, en apenas tres minutos sobre el césped, anotó. Con ello se convirtió en el jugador más joven en marcar un gol en la máxima categoría con el Almería.
Khaloua nunca llegó a asentarse en el primer equipo del Almería, y en el verano de 2016 se marchó cedido al RC Celta. En Vigo firmó una de las mejores campañas de su carrera: 16 goles en 38 partidos, convirtiéndose en un fijo en el once y formando una gran dupla ofensiva con Borja Iglesias. Gracias a ese rendimiento, regresó al Almería para la temporada 2017/18 en Segunda División, periodo en el que disputó 24 encuentros y anotó un tanto. Tras salir del equipo almeriense en la siguiente campaña, el delantero comenzó su etapa nómada en Segunda B: CD Castellón, UCAM Murcia FC, UD Melilla y Cádiz B. A pesar de las expectativas que había generado en el inicio de su carrera, Khaloua nunca llegó a cumplirlas.
A sus 30 años, Khaloua se encuentra actualmente sin equipo, tras haber competido en la Botola Pro Inwi, la Primera División del fútbol profesional marroquí, representando al Moghreb Atlético de Tetuán y al Union Touarga Sportif durante las tres últimas temporadas.
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