¿Si fuese nuestra casa no le buscaríamos un nuevo uso a este mobiliario? Un lector de elperiodicodeyecla.com nos envía esta imagen de multitud de sillas retiradas del salón de actos del hospital Virgen del Castillo de Yecla que está en proceso de remodelación.
El lector se queja del despilfarro de recursos públicos que supone que estos sillones. El estado del mobiliario es evidentemente bueno aunque han sido desechados. Directamente se han lanzado a la basura sin que seguramente nadie se ha planteado darle una segunda vida a este mobiliario que seguramente podría ser aprovechado por otro servicio público.
Seguramente lo fácil es tirar y comprar otros. Lo fácil es pagar con dinero público unas nuevas sillas. Parece que los gestores no se dan cuenta de que el dinero público es de todos. Por eso, hay que tratarlo con más respeto que si fuese nuestro.
La sociedad va, en la mayoría de ocasiones, por delante de sus gestores.
Queja del lector
Os adjunto fotografía de la penosa situación en el recinto hospitalario, acumulándose decenas de sillones NUEVOS, que han sido arrancados del Salón de Actos del Hospital de Yecla, ya que este espacio (el salón de actos) desaparece al realizarse unas obras en el hospital.
Mi queja y la de muchos usuarios que vemos a diario este desagradable escenario, es cómo no se ha podido destinar este mobiliario a cualquier otro espacio, colegio, colectivo… encontrándonos en un mundo sobrepasado por los residuos y la poca reutilización.
Este lector ha participado con sus comentarios en la sección Proteste Ahora! de elperiodicodeyecla.com. Usted también puede hacerlo, es muy fácil. Nos puede mandar hechos noticiables, quejas, fotos y lo que considere al número del whatsapp de elperiodicodeyecla.com: 644 25 49 81. Por correo electrónico a: epy@elperiodicodeyecla.com También a través de nuestras redes sociales recibimos mensajes de los lectores que participan en la sección de protestas vecinales.
HABLAN DE RECICLAR y tiran hasta lo que aún sirve. De lo que se tira nadie se aprovecha. Ahora se está concienciando el personal en no tirar comida. Si en una comida, en un restaurante y, sobra pedimos llevárnosla para que no se tire.
¿Estos sillones no se podía haber colocado en otro sitio?
Ah, que es más cómodo tirarlos. El que toma la decisión de tirarlos no le duele el bolsillo, pues lo tiramos y pelillos a la mar. El contribuyente paga.
Mira que estas cosas la enseñan en la escuela, pero ni caso.