Planear una escapada en el Puente de Octubre es una excelente oportunidad para recorrer Málaga en autocaravana. Quienes buscan un viaje tranquilo, con etapas cortas y contacto con la naturaleza, pueden diseñar una ruta circular de 3 a 4 días que enlace la Axarquía, la Sierra de las Nieves y la Serranía de Ronda. Todo ello con tramos de entre 60 y 90 kilómetros, desniveles moderados y la filosofía de viajar sin prisas. Para quienes aún no disponen de vehículo propio, el alquiler autocaravanas cerca de mi se convierte en una opción práctica para disfrutar con libertad de estos paisajes.
La propuesta combina costa, montaña y pueblos blancos, con recomendaciones de pernocta en áreas reguladas, rutas a pie de corta duración y paradas gastronómicas ligadas a la temporada. La idea no es acumular kilómetros, sino disfrutar de cada jornada de forma pausada y respetuosa con el entorno.
Día 1 – Axarquía: del mar a los pueblos blancos
El punto de partida puede situarse en el litoral oriental, entre Rincón de la Victoria y Torre del Mar, donde abundan calas y paseos marítimos ideales para una primera parada relajada. Desde allí, la ruta invita a adentrarse hacia el interior, con paradas en Frigiliana o Canillas de Aceituno, ejemplos de pueblos blancos que conservan la esencia andaluza.
Para una caminata asequible, se puede optar por un sendero panorámico junto a desfiladeros o un paseo fluvial de unas dos horas, accesible incluso con adolescentes o grupos familiares. Al mediodía, la mesa se llena de sabor con productos típicos: el ajoblanco fresco, el chivo lechal malagueño en horno de leña y el aceite de oliva de la zona, auténtico emblema de la Axarquía.
La noche se recomienda pasarla en un área municipal para autocaravanas o en espacios señalizados donde está permitido pernoctar, siempre sin desplegar mesas, toldos u otros elementos que puedan confundirse con acampada.
Día 2 – Sierra de las Nieves: el bosque de pinsapos
El segundo día propone adentrarse en la Sierra de las Nieves, Reserva de la Biosfera, accediendo por localidades como Yunquera, El Burgo o Tolox. La clave aquí es el contacto directo con la naturaleza: recorrer senderos balizados de entre 2 y 7 kilómetros entre bosques de pinsapos, una especie de abeto única de la región.
Después del paseo, nada mejor que un almuerzo de cuchara. Las sopas perotas o el potaje de tagarninas son platos contundentes, perfectos para reponer fuerzas. Los miradores de media montaña ofrecen vistas espectaculares, especialmente en otoño, cuando los cambios de luz tiñen de matices dorados los paisajes.
Conviene recordar que las carreteras de acceso son estrechas, por lo que es recomendable anticipar los giros y evitar circular al atardecer si hay riesgo de niebla. La pernocta se sugiere en un área regulada dentro del entorno natural, garantizando tanto la seguridad como el respeto a la normativa local.
En este punto del viaje, quienes aún valoren alternativas para organizar futuras escapadas pueden consultar el alquiler autocaravanas Málaga, con propuestas adaptadas a rutas cortas o de mayor recorrido.
Día 3 – Serranía de Ronda: cultura y castaños en otoño
El tercer día llega con un imprescindible: Ronda. La visita al Tajo y su imponente puente, así como al casco histórico, ofrece una mañana cultural rica en patrimonio. Tras ello, la ruta continúa de manera más pausada hacia el valle del Genal, donde pueblos como Genalguacil o Júzcar muestran una estampa única en octubre. Los bosques de castaños en plena otoñada pintan el paisaje de tonos ocres y rojizos, ideales para un paseo fotográfico y sosegado.
En el capítulo gastronómico, la degustación de quesos de cabra artesanales y vinos con denominación Sierras de Málaga ponen el broche perfecto a la jornada. El regreso puede hacerse por vías secundarias, con menos tráfico y más opciones para detenerse en miradores naturales.
Viajar con responsabilidad
Recorrer Málaga en autocaravana es una experiencia completa que une mar, sierra y tradición. Sin embargo, resulta fundamental practicar un turismo responsable: respetar las normas de aparcamiento y pernocta, no dejar residuos en senderos ni áreas urbanas, y consumir productos locales que apoyen la economía de cada comarca.
Con estas premisas, el Puente de Octubre puede convertirse en una escapada de proximidad inolvidable, marcada por la calma del viaje, la riqueza natural y la hospitalidad malagueña.
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