Manifiesto leído en la marcha de la Asociación de Yecla de Afectados de Cáncer, AYAC.
Ninguna persona debería sentirse sola y desinformada ante el diagnostico de un cáncer. Por ello desde la Asociación de Yecla de Afectados de Cáncer, AYAC, tenemos el compromiso de trabajar con pacientes y familiares para que esto no suceda, atendiendo sus necesidades, aportando nuestro apoyo y ayuda.
El abordaje del cáncer debe afrontarse de forma multidisciplinar, porque estamos ante un problema sanitario que tiene una dimensión personal, psicológica, social, laboral y familiar. De ahí la importancia del trabajo complementario entre la sanidad y las asociaciones.
No se puede admitir que en el Sistema Nacional de Salud existan discriminaciones en los programas de detección precoz, en los diagnósticos, en los tratamientos, terapias, y el acceso a fármacos según donde resida la persona. Por tanto, debemos ser pacientes informados, activos y empoderados para tomar decisiones.
Reivindicamos concienciar a la población de la importancia de la prevención como medida para mantener la salud, y evitar las enfermedades. Insistimos en la necesidad de invertir en humanización, prevención e investigación, porque si el cáncer no para, tampoco han de parar estos.
Nos preocupan las carencias en la atención a las secuelas de las personas que han superado un cáncer, y las dificultades que encuentran para retomar las actividades de la vida cotidiana.
Para AYAC, como asociación sin ánimo de lucro, que se apoya y se nutre de su voluntariado, considerando a este como el pilar fundamental de la asociación, hoy les damos las gracias porque sin voluntarios no se podría lograr el objetivo de ayudar, apoyar y acompañar a las personas que tienen que caminar por el cáncer.
Agradecemos también el legado que nos han dejado las personas que nos acompañaron y ya no están con nosotros.
Los pacientes de cáncer queremos despertar cada día, sonreír, abrazar, vivir los mismos sueños, desarrollar nuestros trabajos y sumar idénticos deseos que el resto de las personas.
Debemos hablar de la enfermedad con normalidad evitando el aislamiento, porque tu cáncer, mi cáncer, son nuestro cáncer.
¡Siempre adelante!