Hoy será otro de esos días que recordarán los vecinos de Yecla como parte de su historia. Porque hoy desciende la imagen de la Virgen del Castillo desde el santuario que lleva su nombre. Hoy se vivirá otra Bajada en medio del fervor y admiración de miles de personas que repetirán el ritual que desde hace 377 años de realiza por parte de la soldadesca del Capitán Martín Soriano Zaplana. Uno de los momentos grandes de las fiestas que empezará a las 9 de la mañana y que durante unas 5 horas dejará en el ambiente una nube de pólvora lanzada por cientos de arcabuces que envolverá a toda una ciudad que vive un gran ambiente de celebración.Antes, durante el día de ayer las calles empezaron a ser el escenario de las fiestas en honor a la Virgen del Castillo con diversos actos. Los primeros fueron los antiguos mayordomos al recoger las banderas que ya no están activas pero forman parte del patrimonio de las fiestas.Luego, los actuales Mayordomos salieron ya de sus domicilios representando a sus insignias y acompañados de sus pajes. El Mayordomo del Bastón, José Luis Soriano Morata, y su paje, Ismael al frente. El Mayordomo de la Bandera, abanderado de la compañía, Francisco Martín Azorín, y su paje Cecilia. Los cuatro, junto con los sargentos alabarderos, empezaron el camino hacia la iglesia de San Francisco donde se llevó a cabo la denominada Misa de Pajes que llenó el templo. Allí se congregaban también antiguos pajes de las Fiestas que conmemoraban el aniversario de ese día en el que ellos fueron también parte fundamental de las fiestas. La Asociación de Mayordomos, organizadora de las celebraciones, volvió a querer rendir un pequeño homenaje a estos hombres y mujeres que fueron pajes una vez en su vida.Sobre las 11 y cuatro de la mañana comenzó al macha de las figuras más representativas de la compañía para realizar el denominado paseo en una mañana fresca pero agradable. Por las calles de la ciudad se pudo escuchar el sonido de las cajas y el paso de la comitiva que abrían los pajes.
Primer juego de la Bandera
La tarde-noche en la plaza concejal Sebastián Pérez trajo un emotivo momento. Fue la primera vez en estas fiestas que el Mayordomo de la Bandera jugó la insignia después de meses de ensayos y de preparativos. Allí, delante de toda la compañía, Francisco Martín Azorín, mirando a la Iglesia Vieja comenzó el juego de la bandera mientras sonaba el vals “Las olas del Danubio”, compuesto por Ion Ivanovici en 1880 y que es parte imprescindible de las fiestas patronales. La escena se cargó de emoción con el disparo de fuegos artificiales que iluminaron la noche yeclana. Acto seguido, los últimos cinco mayordomos de la Bandera revivieron por unos instantes ese momento de jugar la bandera acompañados por los que fueron sus Mayordomos del Bastón.Estos juegos de la insignia se llevaron a cabo en el acto del Beso de la Bandera. Miles de “tiraores” juraron fidelidad y amor a la patrona antes de que hoy su imagen asome por las puertas de su santuario.