¡Precioso¡ ¡Qué bonico! ¡Estupendo! ¡Qué maravilla ¡Impresionante! ¡Chulísimo! Estos fueron algunos de los adjetivos que se mereció la renderización del nuevo Mercado Central en las redes sociales.
También hubo otros, como: ¡Un pegao postizo! ¡Una frikada! ¡No pega! ¡Desentona! ¡Cutre! Parece que la situación estética fue el centro del debate. Y, claro, si hablamos de gustos, pues hay casi tantos como personas.
En lo referente a gustos, a mí lo que más me sorprendió, fue escuchar que este monstruoso edificio posee “señas de identidad” de la arquitectura del siglo pasado, la de hace 50 años.
Parece ser que el simple transcurso del tiempo, no solo exculpa los destrozos que, el desarrollismo infame de los años 60 y 70, produjo en este pueblo, sino que sus lamentables frutos los eleva a “señas de identidad”. Y a la vez, me vinieron un par de preguntas:
¿Si este edificio es un exponente de la belleza urbanística del siglo pasado, por qué no lo dejan como está? Una pintura blanca por su exterior, unos árboles, unas mesas en la calle, y listo. Más auténtico.
Y la segunda, ¿significa ello que, si dejamos pasar unos años más, las naves del Instituto Azorín, los edificios de la calle San Francisco, el jardín, etc., adquirirán también esa “identidad propia” y habrá que soportarlos por los siglos de los siglos?
Sin embargo, y con todos los respetos, no creo que sea cuestión solo de gustos y de estética cuando se trata de una inversión cercana a 2.000.000 de euros, y con un objetivo tan claro como parece que tiene:
“Este edificio debe ser un punto de partida para rehabilitar nuestro casco histórico y debe dar una respuesta urbanística, económica y social al casco antiguo”. (Frase extraída del discurso de la presentación del proyecto).
Ansioso de seguir escuchando estaba. Esperaba oír más acerca del anunciado plan económico y social de rehabilitación. Mi gozo en un pozo. El plan es la propia rehabilitación. No hay más nada.
Con un importe de tal envergadura, ¿se debería hablar de restaurar? ¿No les parece más acertado hablar de re-construir? Siendo así, ¿creen, de verdad, que en el año 2020 necesitamos volver a construir un mercado en ese mismo lugar?
Por lo visto, las empresas especializadas en centros comerciales, o grandes cadenas de alimentación, no lo tienen tan claro, y no será porque no han proliferado por Yecla en los últimos tiempos (no las nombro, por no hacer publicidad).
Así que, ante la ausencia de plan, y ante la decisión de construir un Mercado Central nuevo, en el mismo lugar que se hizo hace 55 años, como si el tiempo se hubiera detenido, me he tomado la libertad de hacer un mini-estudio, y hacerlo desde el punto de vista socioeconómico, y no tan solo estético.
Ha quedado demostrado que cualquier render es capaz de adecentarlo. (Si al menos nos hubieran mostrado 3 o 4…).
Empiezo por la densidad de población aledaña. El mercado se encuentra enclavado en un barrio donde proliferan las viviendas unifamiliares. Son las propias de un casco antiguo. Muchas de ellas están deshabitadas (esta zona sufre de una mayor despoblación que el resto del casco urbano).
El mercado está rodeado por grandes edificios: los del Ayuntamiento, salón de actos, o la propia Plaza Mayor, o el ensanche de la calle concejal Sebastián Pérez, que reducen, aún más, la población residente.
Todo ello hace de esta zona una de las de menor densidad por habitante de la ciudad. Dejo lo del estudio de la capacidad de compra y la edad media de sus pobladores, el tipo de familia, etc., por no aburrir, y con la seguridad de que se habrá analizado convenientemente.
La ocupación actual del recinto, ¿rondará el 25-30% de la superficie total disponible? Constato, que el horario de apertura del mercado, excepto los viernes, es solo de mañanas de 08.00 a 13.30.
Ambos datos podrían alumbrar que la actividad comercial de la zona no es muy fructífera que digamos.
Primera conclusión: Vamos a tener que atraer a muchos más clientes. Con los de ahora, no son suficientes. Y no creo que sea debido a que el edificio esté viejo. Vamos a poner un ejemplo.
El campo de fútbol de La Constitución, más viejo que el Mercado Central, y más antiguo, es del 1944, por tanto, otra joya de la arquitectura. Pues en los momentos de pre-pandemia, y durante años, reunía a una media de 3.000 espectadores todos los domingos.
Si fuera por la calidad del recinto que nos cobija, no iríamos al fútbol. Algunas respuestas se me ocurren a la paradoja anterior. No vamos al Mercado Central porque no podemos ir. Efectivamente, es un lugar de muy difícil acceso, un par de estrechos callejones
para subir, y, una vez allí, unas cuantas vueltas y vueltas para aparcar, y desistir.
De media, se pueden contar 3-4 huecos libres, y los de la corporación municipal, dispuestos siempre, ¿por si hay un pleno urgente? Las propias dependencias municipales, justo enfrente, ya colapsan la zona.
No vamos porque la oferta es, relativamente, pequeña. Eso sí, con mucha más calidad que la que proporciona la gran distribución, pero a la que tenemos que terminar visitando para completar la compra.
¿Existen políticas activas para la atracción de “puestos”? Por lo que se ve, o no las hay, o no funcionan. ¿Y si el mercado es más bonito, sí que lo vamos a conseguir?
La tercera respuesta surge instantáneamente de la anterior. Hay grandes competidores. Son muy grandes, con ofertas muy competitivas, edificios recién acondicionados, con grandes aparcamientos, y accesibles desde cualquier parte.
Hay un día entre semana, en el que la zona tiene su día grande: el miércoles, día del mercado. Costumbre arraigada en la tradición yeclana. Tampoco tengo datos si se mantiene la afluencia o si decae, cuál es el perfil del visitante, etc., para poder adivinar su futuro, pero en el momento presente, es una oportunidad para estudiar y aprovechar.
Por último, y no menos importante, antes de construir un nuevo mercado sería bueno conocer el plan de viabilidad.
Si el dinero no fuera público, nadie se atrevería a construir un edificio comercial (no estamos hablando de arte, de museos, de instalaciones deportivas) sin conocer cifras: número de visitantes necesarios, número de comerciantes deseables, gastos de mantenimiento, coste de concesión, ventas mínimas por m2, etc. ¿Por qué no nos lo presentaron a la vez?
El hecho en sí de remodelar un edificio, que no es bonito, ni el más antiguo, ni el más necesitado, ni el más útil, no es un buen medio para conseguir el fin perseguido de rehabilitar el casco antiguo y el comercio local.
Que el despoblamiento del casco antiguo es reflejo del despoblamiento del casco urbano en general, como se puede comprobar con un simple paseo por las calles de Yecla, y que es fruto de la política urbana desplegada en los últimos años, que ha llevado a una gran parte de la población a diseminarse por los extrarradios, abandonando la ciudad. Mayor dependencia del coche.
Muy difícil es justificar que, el lugar que, actualmente, ocupa el Mercado Central, sea el idóneo para promocionar el comercio local, y, en cualquier caso, que, con un importe tan abundante, no haya otras alternativas menos arriesgadas para conseguirlo.
Incluso, el simple hecho de mejorar la accesibilidad y las plazas de aparcamiento, ya lo mejorarían de manera considerable. Que existen otras posibilidades que no pasan por ver el edificio como un mercado, pudiendo este adquirir mayor importancia si se amplían sus usos. No tan solo con dos bares y dos terrazas que, por cierto, si esto rehabilita el espacio, ¿por qué no están ya ahora instaladas allí esas terrazas?
Podríamos pensar en una gran visera que cobije gran parte del mercado de los miércoles, y otros eventos, a la vez que libera la zona, desencajonando y revitalizando el mejor Patrimonio urbanístico de Yecla como es su Plaza Mayor, La Lonja, la Iglesia Vieja, por ejemplo.
Podríamos pensar en ayudas a la instalación de comercios en unos lugares y no en otros, en incentivar cierros emplazamientos, y en desincentivar otros, a ayudar con subvenciones, ayudas a rehabilitación de viviendas, reducir ciertas tasas y aumentar otras, en suma, a promover una zona en detrimento de otras.
Todo menos agrandar el error, ahondar en las deficiencias, anclarnos en soluciones que, porque funcionaron en un pasado, nos pueden hacer pensar que son válidas para el futuro.
Es hora de ser valientes, de tomar decisiones que transformen y rehabiliten, de verdad. No lo vamos a conseguir con una operación de pura cosmética, ni por muy fantástico que les parezca el nuevo mercado.
Ese proyecto quedaría mejor en el antiguo cuartel guardia civil
Con ello se prolongaría el centro y sería la zona de paseo y ocio más grande y bonita
Piénsenlo
Me parecen muy acertado todo lo que dice el artículo.
A ver si toman nota los políticos y no pasa como con otras obras que se hicieron sin cabeza como la plaza de toros, una obra que costó un dineral y ahí está sin uso prácticamente.
La verdad es que creo que deberían demoler el edificio y crear una zona verde bonita y accesible, no cómo la castaña del parque de las palomas.
Un edificio más para mantener, con un uso más bien indefinido y poco útil «Mucha paja y poca chicha»
Yo suelo ir al mercado los miércoles. Pero porque vivo al lado. Si tuviera que ir en coche no lo haría. Estoy de acuerdo con los argumentos de Contado. Mucha inversión para poco retorno.
En uno de sus párrafos dice usted señor Conrado, que deja lo del estudio de capacidad de compra, la edad de los pobladores, el tipo de familia etc. por no aburrir. Pues le diré una cosa señor Conrado, lo ha conseguido usted, su artículo aburre hasta las ovejas
Se pueden decir muchas cosas de quien escribe el artículo, pero que aburra no. Creo que es lo mejor que se lee en este medio. Se puede estar de acuerdo o en desacuerdo con él (yo suelo estar más en desacuerdo, aunque no siempre), pero aburrir, no aburre, antes bien todo lo contrario.
Señor YECLA, PRIMERO, es mi humilde opinión y así la he manifestado, se ve que a usted no le ha gustado, pero es que yo no se la he pedido, sea un poco más humilde, y critique o no el artículo y deje que los demás tengamos nuestra propia opinión. O es que acaso solo vale la suya?
Exactamente, es un proyecto sin finalidad y sin un plan completo. Está vacío de datos que lo hagan viable. Pero en vez de construir un pabellón polideportivo que pueda hacer de Yecla una ciudad del deporte. Siendo este que cumpla con sitio para todos los deportes de forma homolagada cumpliendo una serie de medidas. Y pudiendo alberga toda clase de competiciones con lo que el turismo en época de no pandemia se vería altamente incrementado. Este polideportivo podría tener una cafetería o bar y dar varios puestos de trabajo. Y si algo hay en Yecla son deportista y muy buenos. Y aunque tenemos instalaciones muy buenas hay muchos deportes aún que no pueden competir aquí por falta de ciertas medidas. Tenemos instalaciones pero no política ni medios. Así se lo digo a mis vecinos a los cuáles quiero mucho. Luchemos por no tener un pueblo donde la juventud huya… Luchemos por nuestra Yecla y por proyectos solventes
Precioso, magnifico, será la nueva seña de identidad, lo que más conseguido están son las tapadera del alcantarillado……!menuda castaña pilonga¡, . Lo van a confundir con el Oceanografic…..y la torre de la iglesia vieja del siglo XVI, detrás. Quien es el iluminado que ve bien esto, por los clavos de cristo, estaros quietos y no volváis a cagarla como el jardín. Al menos la fachada debería de ir con el entorno.
Muy buen razonamiento. Estoy con el autor.
Buen artículo. Totalmente de acuerdo, a ver si a alguien le hace recapacitar.
Estoy de acuerdo en el razonamiento del artículo. Los pocos comerciantes que quedan pueden bajarse al mercado de San Cayetano, que ya tiene gran parte de sus puestos libre. Hacer un buen parque con árboles en la zona del mercado central. Y con el dinero no empleado arreglar la capilla de la Virgen de las Angustia, una obra de arte que se va a venir abajo de un momento a otro. Si sobra dinero, arreglar caminos y crear en ellos arboledas, para que los Yecla nos podamos pasear sin jugarnos la vida entre coches.
Totalmente de acuerdo, ese edificio es una castaña para demoler