En los últimos años, las marcas de moda se han dado cuenta de la importancia de modificar un producto o un servicio de acuerdo a las preferencias personales. Este fenómeno ha dado lugar a un tipo de consumidor cada vez más exigente y dispuesto a consumir por exclusividad y a pagar por ella, aunque no necesariamente se relacione con el lujo.En este contexto, la técnica de la customización se ha instalado en las firmas “low cost”. Las marcas de calzado han sido pioneras en este sistema, como el caso de la gallega Eferros que ganó notoriedad con la fabricación personalizada de zapatos de oxford y zuecos para mujer fabricados con madera de pino. Por otro lado, la gigante Nike desarrolló su servicio Nikeid que permite la elaboración de zapatillas de deporte según las preferencias de los clientes. La personalización de las prendas también ha dado el salto a los pequeños proyectos en Murcia. Es el caso de “Ojalá”, un comercio de Barakaldo, ubicado en el número 17 de la calle Arteagabeitia y liderado por una madre y su hijo. Nani Pinto, de 56 años de edad, aportó un concepto especial a las piezas que llegan al local; mientras que su hijo Jonxa Beltrán, de 22 años, es el encargado de convertir la ropa a pinceladas en una obra de arte. A pesar del éxito que hoy en día tienen, cuentan que nunca habían planeado dirigir juntos su propio negocio de moda. De hecho, fue algo que simplemente surgió y, de un día para otro, decidieron fundar un comercio propio y auténtico, en el que pudieran ofrecer piezas personalizadas. Así, desde hace tres años y medio, madre e hijo son socios y forman la dupla perfecta en su tienda. Por otro lado, decidieron el nombre “Ojalá” porque durante el año en el que dieron forma al proyecto fue la palabra que más repitieron. “Ojalá que nos salga bien, ojalá que tenga éxito”.Nani, por su parte, es una mujer que siente una fuerte pasión por el mundo de la moda. Por esta razón, a cada ropa que llega a la tienda le aporta un aire bohemio, de los años setenta, a través de telas y diferentes detalles, como caracolas o plumas. Actualmente, su pieza más solicitada es una chaqueta vaquera con un atrapasueños bordado en la espalda, cuyo costo es de 70 euros.Por su parte, Jonxa ha heredado el espíritu artístico, ya que desde muy pequeño solía pasar las tardes dando pinceladas junto con su madre. Esta disciplina la ha practicado toda su vida y ahora este joven ha cambiado el papel por las prendas y accesorios. En un día cualquiera, es común ver a Jonxa plasmando su creatividad en hacer prendas únicas. Su manejo con los pinceles es único que es capaz de plasmar un búfalo con todo tipo de detalles en una chaqueta vaquera o unas flores en unas deportivas. “También he establecido un pequeño taller en la tienda, donde tengo mis pinceles y pinturas textiles”, dice.