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✝️ viernes 29 marzo 2024
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El auge de los complejos multivitamínicos

Los complejos multivitamínicos tienen divididas las opiniones de los expertos sobre sus bondades o no a la hora de complementar la alimentación de las personas. Lo que está claro es que no son un sustitutivo de la alimentación diaria que necesita una persona sino que deben ser un refuerzo. 

Se trata de unos productos que comenzaron a comercializarse en Estados Unidos hace décadas, con un enorme éxito, y que se ha importado al continente Europeo en los últimos años junto con el gran debate sobre su conveniencia o no. 

Lo que está claro es que las multivitaminas aportan elementos fundamentales para nuestra vida como vitaminas, minerales o aminoácidos que necesitamos para funcionar en nuestro día a día. Esos componentes pueden encontrarse en los alimentos que están a nuestro alcance. Ese el principal argumento de los opositores a este tipo de productos, pero en ocasiones la calidad de los alimentos que se nos ofrece y la imposibilidad de ingerir a diario todos los nutrientes necesarios impide que demos a nuestro cuerpo lo que realmente necesita.

Seguramente uno de los factores que ha disparado el consumo de multivitamínicos es la calidad de los alimentos. La industria agraria ha girado completamente hacia una producción masiva donde prima la cantidad sobre la calidad. Esto afecta a los alimentos y a las aportaciones de vitaminas como la A, C y D que deberíamos recibir, junto con sustancias como el calcio, el hierro o el magnesio que son fundamentales.

La agricultura, sobre todo la intensiva, utiliza suelos que se encuentran sobreexplotados con déficits de sustancias como el selenio que provoca que los vegetales sean también deficitarios.

Hay otros factores como el mal uso de los alimentos cuando llegan a nuestros hogares. Una cocción a altas temperaturas o el recalentamiento de la comida provocan que los alimentos pierdan buena parte de las cualidades nutricionales y con ello se evaporen los aportes que nuestro organismo necesita de ellos. 

Ante estos y otros problemas el consumo de complejos multivitamínicos se ha disparado en las últimas décadas siendo un mercado en crecimiento exponencial.

La fiebre por este tipo de productos provocó que el Instituto de Medicina y la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos redactara una guía para explicar a los consumidores como tomarlos. En ella da indicaciones de las cantidades de estos productos que pueden consumir para que no se convirtieran en un problema de salud. Además, esta guía explica que un consumo excesivo de los complejos multivitamínicos no provoca el efecto beneficioso esperado ya que el cuerpo no puede absorberlo todo.

Hoy en día en tiendas online de parafarmacia se pueden encontrar estos productos sobre los que algunos médicos aseguran que son beneficiosos para ciertas personas como deportistas, ancianos y para superar patologías como el estrés o situaciones como el embarazo que requieren de ayuda para la mujer y el bebé. 

Sin embargo, hacen hincapié en la necesidad de control y tener en cuenta que no hablamos de productos milagro, sino complementos que pueden beneficiar a nuestro organismo si se toman adecuadamente, nunca en exceso.

Los complejos multivitamínicos tienen divididas las opiniones de los expertos sobre sus bondades o no a la hora de complementar la alimentación de las personas. Lo que está claro es que no son un sustitutivo de la alimentación diaria que necesita una persona sino que deben ser un refuerzo. 

Se trata de unos productos que comenzaron a comercializarse en Estados Unidos hace décadas, con un enorme éxito, y que se ha importado al continente Europeo en los últimos años junto con el gran debate sobre su conveniencia o no. 

Lo que está claro es que las multivitaminas aportan elementos fundamentales para nuestra vida como vitaminas, minerales o aminoácidos que necesitamos para funcionar en nuestro día a día. Esos componentes pueden encontrarse en los alimentos que están a nuestro alcance. Ese el principal argumento de los opositores a este tipo de productos, pero en ocasiones la calidad de los alimentos que se nos ofrece y la imposibilidad de ingerir a diario todos los nutrientes necesarios impide que demos a nuestro cuerpo lo que realmente necesita.

Seguramente uno de los factores que ha disparado el consumo de multivitamínicos es la calidad de los alimentos. La industria agraria ha girado completamente hacia una producción masiva donde prima la cantidad sobre la calidad. Esto afecta a los alimentos y a las aportaciones de vitaminas como la A, C y D que deberíamos recibir, junto con sustancias como el calcio, el hierro o el magnesio que son fundamentales.

La agricultura, sobre todo la intensiva, utiliza suelos que se encuentran sobreexplotados con déficits de sustancias como el selenio que provoca que los vegetales sean también deficitarios.

Hay otros factores como el mal uso de los alimentos cuando llegan a nuestros hogares. Una cocción a altas temperaturas o el recalentamiento de la comida provocan que los alimentos pierdan buena parte de las cualidades nutricionales y con ello se evaporen los aportes que nuestro organismo necesita de ellos. 

Ante estos y otros problemas el consumo de complejos multivitamínicos se ha disparado en las últimas décadas siendo un mercado en crecimiento exponencial.

La fiebre por este tipo de productos provocó que el Instituto de Medicina y la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos redactara una guía para explicar a los consumidores como tomarlos. En ella da indicaciones de las cantidades de estos productos que pueden consumir para que no se convirtieran en un problema de salud. Además, esta guía explica que un consumo excesivo de los complejos multivitamínicos no provoca el efecto beneficioso esperado ya que el cuerpo no puede absorberlo todo.

Hoy en día en tiendas online de parafarmacia se pueden encontrar estos productos sobre los que algunos médicos aseguran que son beneficiosos para ciertas personas como deportistas, ancianos y para superar patologías como el estrés o situaciones como el embarazo que requieren de ayuda para la mujer y el bebé. 

Sin embargo, hacen hincapié en la necesidad de control y tener en cuenta que no hablamos de productos milagro, sino complementos que pueden beneficiar a nuestro organismo si se toman adecuadamente, nunca en exceso.

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