La imagen de la Virgen del Castillo ya está en el altar mayor de la Basílica de Yecla. Lugar en el que permanecerá hasta el próximo día 17 de diciembre cuando vuelva a su santuario en el acto de La Subida.
La llegada de la Patrona de los yeclanos al centro de la localidad fue el colofón de una mañana intensa dentro de unas Fiestas que cumplen este año su 381 aniversario y que están declaradas de Interés Turístico Nacional.
La Bajada se desarrolló en una mañana de temperaturas frías, propias del diciembre yeclano, y algo de viento, pero sin que supusiera un peligro para el uso de la pólvora.
Los arcabuces no pararon de soltar las “lenguas de fuego” que dibujaban los disparos al cielo. Fueron cientos de arcabuceros los que participaron en una mañana llena de estruendosos sonidos , mientras los vecinos acompañaban a la Patrona, llevada a hombros, a lo largo del sinuoso camino desde el cerro hasta la Basílica.
El 7 de diciembre ha sido durante casi cuatro siglos el día en Yecla destinado a cumplir con la tradición de la compañía Martín Soriano Zaplana de ascender hasta el santuario para bajar a la Virgen del Castillo hasta el pueblo.
La mañana tuvo varios puntos de interés y de intensidad en el ritual centenario. Uno de esos momentos únicos fue la salida de la imagen de la Virgen del santuario ante la atenta mirada de centenares de vecinos que abarrotaron la explanada próxima.
Allí, el Mayordomo del Bastón, Pascual Serrano, disparó el primer arcabuzazo a la vez que el Mayordomo de la bandera, Antonio Palao, empezó el juego de la Bandera con los ojos fijados en la Patrona que salía lentamente con el repicar de las campanas.
Apenas fueron 10 minutos de pólvora, campanas, juego de la Bandera y emoción en el rostro de los allí presentes al ver de nuevo a la imagen de la Patrona en lo alto del Cerro del Castillo.
Bajada
El descenso de la comitiva con la Virgen del Castillo comenzó alrededor de las 11 y media de la mañana. Unas dos horas después llegó a la Plaza Mayor, donde un público expectante llenaba el lugar.
Desde la Iglesia Vieja hasta llegar a la Basílica la concentración de vecinos y visitantes apenas deja huecos para ver el asfalto. Es una marcha multitudinaria que solo el disparo de los “tiraores” abre paso para dejar pasar a la Virgen.
En el balcón del ayuntamiento estaba esperando la alcaldesa, Remedios Lajara. Junto a ella, el Presidente de la Región, Fernando López Miras, y la Consejera de Turismo, Carmen Conesa, y el Consejero de Presidencia, el yeclano Marcos Ortuño que se sumó en el último momento del acto.
En el balcón anexo, el líder de los socialistas murcianos, José Vélez, y otras autoridades que se sumaron a la cita.
Al llegar a la altura del consistorio, la imagen de la Virgen se giró para que la alcaldesa gritase: “¡Viva la Virgen del Castillo! ¡Viva la Purísima Concepción! ¡Viva la Patrona de Yecla!”.
Unos “vivas” que fueron contestados con otros de la multitud congregada allí.
La Virgen también hizo una parada emotiva ante la tribuna de ancianos, quienes la recibieron con gran emoción.
Era una marea humana la que acompañó a la Patrona hasta llegar al atrio de la Basílica. Allí, le esperaba de rodillas el Mayordomo de la Bandera, Antonio Palao, para comenzar uno de los juegos más esperados de su mayordomía.
Fueron 29 minutos de arcas cerradas y juego sin cesar de la insignia. Unas veces de pie y otras de rodillas, el Mayordomo fue dirigiéndose poco a poco por el atrio hasta llegar a la puerta del templo.
La entrada triunfal de la Virgen a la Basílica tuvo lugar cuando faltaban unos minutos para las 2 de la tarde. Un final de la Bajada marcado por el estruendo constante de los arcabuces formando las arcas cerradas. Una densa nube de humo de pólvora quemada envolvió el final.
La Bajada transcurrió con brillantez y sin incidentes por la pólvora. Terminó con el himno a la Virgen del Castillo que brotaba de las gargantas de cientos de yeclanos que abarrotaron la basílica.
Fotos: Juanjo Martínez.
