Habían pasado 51 años desde la última vez que se ofició una “Misa de Pajes” en la Capilla de la Virgen de las Angustias. Las Fiestas de la Virgen aceleran el paso para llegar hoy a La Bajada de la patrona, la Virgen del Castillo, en uno de los actos centrales y más multitudinarios de estas celebraciones que celebran su 381 aniversario desde que se conmemoran y son de Interés Turístico Nacional.
Ayer, la jornada comenzó a primera hora de la mañana con el traslado de las antiguas banderas portadas por los anteriores mayordomos para recoger a los de este año. Desde sus domicilios, la amplia comitiva se trasladó hasta la Iglesia de San Francisco.
Alli, en la recientemente rehabilitada Capilla de la Virgen de las Angustias, el párroco consiliario de la Asociación de Mayordomos, José Antonio Abellán, ofició una misa en la que los dos pajes, Andrea y Alberto, se situaron cerca del altar.
Fue un momento especial más de medio siglo después. El lugar lo merecía. La iglesia se llenó en un lugar que es uno de los mayores valores del patrimonio de Yecla.
Al terminar el acto religioso, la comitiva desfiló por las calles con la música de fondo.
Primer juego de la bandera
La jornada terminó por la noche con el “Beso de la Bandera”. Un acto de marcado carácter castrense en la que los arcabuceros de las distintas escuadras y los libres que así lo quisieron pasaron por debajo de la insignia de la Bandera en un gesto simbólico de fidelidad.
Los últimos mayordomos de las fiestas jugaron durante unos instantes la bandera y dieron paso a uno de los momentos más esperados. Allí se pudo ver por primera vez al Mayordomo de la Bandera, Antonio Daniel Palao, jugar la insignia a los acordes de la pieza musical “Olas del Danubio” frente a la Iglesia Vieja y con la mirada al frente.
Apenas fueron unos segundos de “entrenamiento” para lo que hoy tendrá que realizar pero ya con la imagen de la Virgen del Castillo delante en La Bajada y el retumbar de cientos de “tiraores” disparando las tradicionales “lenguas” de fuego que salen de los arcabuces.
Fotos: Juanjo Martínez