Y cayó el sexto segundo premio de la Banda de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla en Murcia
. Esta vez, quizá más merecido que en otras ocasiones, teniendo en cuenta el gran potencial de la banda rival, la Agrupación Musical de Cabezo de Torres. Y es que, como bien dijo el presentador, en la tarde del sábado se dieron cita en el Teatro Romea dos de los pesos pesados del mundo bandístico regional.
Tras el pasacalle de presentación de ambas bandas, el concierto comenzó con la actuación de la banda de Yecla. Abrieron su participación con el pasodoble «Música y Vinos«, de Manuel Morales Martínez. Una interpretación brillante y colmada de interesantes matices y contrastes, pero que no entraba a concurso.
Tras esto, comenzaron a sonar las notas de la obra obligada, «Suite de Ballet», de Josep Miquel Martínez. La ejecución de la banda de Yecla estuvo repleta de musicalidad. Sin duda, una interpretación mucho más despierta y ágil que la de su rival, que apostó por interpretar la obra de una forma más pausada y lineal.
Por último, los de Yecla se lanzaron a la aventura nipona de «Gloriosa», una obra sinfónica del compositor japonés Yasuhide Ito. Si bien la interpretación tuvo momentos de extraordinario color, sí se percibió algún mínimo desajuste que, en certámenes de tantísimo nivel, suelen ser clave a la hora de decantar el premio.
Cabezo de Torres arriesga en la libre
Tras la actuación de la banda de Yecla, llegó el turno de la titular de Cabezo de Torres. Arrancaron con el pasodoble «Las Arenas», seguida de una pausada versión de «Suite de Ballet» y concluyeron con la «Segunda Sinfonía» de James Barnes. Y fue aquí donde dieron el todo por el todo. Una obra muy compleja, con unos pasajes donde la afinación y la concentración son vitales para completarla con éxito. Y así lo hicieron. Una interpretación arriesgada que, seguro, ayudó a la banda murciana a alzarse con la victoria.
Aun así, todavía no han trascendido las actas del jurado, por lo que no se sabe qué se ha valorado más y menos de una y otra banda, ni la diferencia de puntos entre ambas. De lo que no cabe duda es de que Manuel Seco de Arpe, Joaquín Grau e Isabel María Rubio Molina no lo tuvieron fácil. Cabe destacar, por fin, que Isabel María Rubio se convirtió el sábado en la primera mujer que forma parte del jurado en este certamen nacional murciano. Tras 28 ediciones, ¡ya era hora!
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La organización no estuvo a la altura
No podemos pasar por alto los desaguisados de la organización del certamen que, en menor o mayor medida, pudieron afectar al devenir del concurso. Ayuntamiento de Murcia y Federación de Bandas, impulsores del mismo, no estuvieron a la altura de las expectativas. De hecho, de las tres categorías de antaño, esta edición se ha reducido a solo una. Y las dos bandas participantes han tenido que actuar(casi) por obligación, tras la insistencia continuada por parte de la organización. Esto ha repercutido mucho en la falta de tiempo a la hora de preparar las obras con garantías.
Unas obras, sobre todo la obligada, que ha dado muchos quebraderos de cabeza a los músicos participantes, pues las partituras no estuvieron correctas hasta una semana antes del concierto. Además, parece que las que finalmente interpretaron los músicos yeclanos no eran las definitivas y seguían manteniendo algunos errores de edición que pudo llevar a equívocos. Quizá de ahí la gran diferencia de interpretación, especialmente en cuanto a tiempos se refiere, entre una banda y otra.
Asimismo, también se incumplieron los horarios previstos, algo que repercutió especialmente en la banda Yecla que no pudo hacer ningún tipo de prueba sobre el escenario antes de su actuación.
En resumen, una serie de irregularidades que, sin desmerecer para nada la justa victoria de Cabezo de Torres, desdibuja un poco más el sentir de un certamen que, si no cambia mucho, parece tener los días contados.
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