La gastronomía de Yecla está de celebración. El restaurante de Bodegas Barahonda ha conseguido la primera estrella Michelin para el municipio y coloca al altiplano murciano en el mapa de los grandes destinos gastronómicos. El reconocimiento, anunciado en la gala de la Guía Michelin 2025 celebrada en Málaga, confirma la evolución de un proyecto que ha apostado por la cocina de raíces, el producto local y el trabajo en equipo.
“Es una estrella de equipo porque esto es el esfuerzo y el sacrificio de mucha gente que hay detrás, que no se ve. Yo soy uno más”, subraya el chef Alejandro Ibáñez, que lleva años al frente de los fogones de Barahonda y que vive este premio como un impulso, pero también como una responsabilidad compartida.
En declaraciones a Onda Cero, Ibáñez reconoce que el momento en que escuchó el nombre de Barahonda fue difícil de asimilar: “En ese momento hay muchísima emoción y casi que ni te lo crees, estás en una nube”. Con el paso de las horas, va tomando dimensión de lo que supone: “Te das cuenta de que es un reconocimiento muy importante”.

El cocinero insiste en que detrás de esta estrella hay un proceso largo: “Llevamos muchos años, esto no llega de la noche a la mañana. Es sacrificio, esfuerzo y trabajo, grano de arena tras grano de arena”. Destaca, además, la continuidad del equipo: “Hemos crecido juntos, en cocina y en sala, y eso se nota en el resultado final”.
La estrella llega, además, en un momento dulce para Ibáñez, que figura entre los finalistas al premio ‘Cocinero Revelación’ del congreso Madrid Fusión, un escaparate que confirma el buen momento de la cocina que se hace en este restaurante de Yecla.
Cocina de raíces y producto de la tierra
El proyecto gastronómico de Barahonda se asienta sobre una idea clara: defender el territorio desde el plato. “Nosotros tenemos una tradición y una raíz muy importante. No tendría sentido utilizar cosas que no tengamos a mano”, explica el chef, que reivindica la despensa murciana como eje de su propuesta.
“En Barahonda no vais a ver caviar ni ostras, solo ingredientes que representen a nuestra tierra”, asegura. La huerta, la carne, el aceite, los quesos y los vinos de la zona se convierten en protagonistas de unos menús degustación que cambian con la temporada y que buscan contar el paisaje de Yecla a través de cada pase.
En sala, el restaurante ofrece dos menús —Mosto y Barrica— en un entorno rodeado de viñedos, con un servicio cercano y detallista que completa la experiencia enológica y gastronómica que propone la bodega.
“Queremos seguir dando de comer bien, sin hacer cosas raras”
La llegada de la estrella no va a modificar la esencia del restaurante. “La presión es la que nos ponemos nosotros mismos”, admite Ibáñez. “No queremos hacer cosas raras ni extravagantes porque tengamos una estrella. Queremos seguir dando de comer bien a la gente, que vaya a nuestra casa y se sienta como en la suya”.
El cocinero defiende que la experiencia en Barahonda va más allá del menú: visita a los viñedos, recorrido por la bodega, explicación del proceso de elaboración y, finalmente, el paso por el restaurante. “La experiencia se hace redonda”, resume.
Con esta distinción, Barahonda se suma al selecto grupo de restaurantes con estrella de la Región de Murcia y se convierte en un motivo más de orgullo para Yecla, que ve cómo su nombre también brilla ahora en la Guía Michelin.


















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