Las colgaduras con la imagen de la Virgen ya lucen en ventanas y balcones de las viviendas de la ciudad. Los arcabuces y mechas ya están dispuestos para disparar «salvas» en honor de la patrona la Virgen del Castillo. La iluminación ornamental propia de estas fiestas se estrenaron con la caída de la tarde.Las fiestas patronales en honor a la Virgen del Castillo han comenzado oficialmente con el acto del Beneplácito, poco después de las 12.30 horas. Como suele ser habitual, el auditorio municipal se quedó pequeño para acoger a tanto público involucrado en las fiestas.Cumpliendo con las Ordenanzas de las Fiestas de la Virgen que datan de 1786, de la época del reinado de Carlos III, el presidente de la Asociación de Mayordomos José Francisco Puche, solicitó al alcalde Marcos Ortuño, la autorización para celebrar las fiestas y poder utilizar la pólvora para el disparo de los arcabuces: «Autorizando el disparo de arcabuces con pólvora sola, en los sitios que lo haga el Capitán y que las cuerdas se encenderán y se apagarán cuando corresponda». A continuación, como señalan también las Ordenanzas, se procedió al disparo de los 15 cohetes de rigor desde el Santuario del Castillo, que fueron contestados con otros tantos desde el balcón de la casa consistorial. También se izaron las banderas protocolarias, en medio del repiqueteo general de campanas y a los acordes del Himno Nacional interpretado por la banda de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla. Todo tiene su ritual, son 15 cohetes que corresponden a las letras de María Inmaculada, la patrona de la ciudad. De esta forma, un año más se volvió a anunciar a la población yeclana que las Fiestas de la Virgen han comenzado.
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La coincidencia del Beneplácito en sábado, con una agradable temperatura, hizo que la Plaza Mayor del Ayuntamiento estuviese repleta de público participando de este acontecimiento festivo. Por la tarde, los Sargentos Alabarderos, conocidos en Yecla popularmente como “Los tíos de las punchas” junto con los tamboreros, realizaron el tradicional pasacalles para invitar a la población a sumarse a estas fiestas tan singulares, con 373 años de antigüedad, que también están declaradas de Interés Turístico Nacional y Bien de Interés Cultural Inmaterial.
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En las Fiestas de la Virgen de Yecla se celebrarán en sus días grandes del 5 al 8 y el 20 de diciembre y está previsto que se se quemen 1.800 kilos de pólvora con el disparo de los arcabuces.
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Paseo y Beso Bandera
La jornada de mañana se inicia a las 7.30 horas en la sede de la Asociación de Mayordomos, desde donde se iniciará el traslado de las antiguas banderas, portadas y escoltadas por los antiguos Mayordomos. Los niños también tienen su propio protagonismo, encarnados en las figuras de “Los Pajes” de las fiestas y que en este año son Gonzalo Martínez Forte y Carmen Botía Albert. Este es un día especial para ellos. Es la primera vez que salen oficialmente a la calle con sus trajes de época, acompañando a los Mayordomos de las insignias de la Bandera Narciso José Botía Martín y del Bastón José María Martínez Ballester, con sus respectivos familiares y toda la comitiva de acompañantes. A las 10 horas asisten a la tradicional misa de Pajes en la iglesia de San Francisco, engalanada para la ocasión. Tras la función religiosa, la comitiva realizará un recorrido tradicional por las calles de la ciudad.
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Por la tarde, a las 18.30 horas, cientos de arcabuceros, de todas las edades, besarán la Bandera de las Fiestas de la Virgen, uno de los símbolos que identifican el origen y la tradición de las fiestas patronales de Yecla. De esta forma, renovarán “la promesa de ser fieles a tan preciada insignia”. La Plaza del Concejal Sebastián Pérez, en el entorno de la Iglesia Vieja, será el escenario de este acto. Las bandas de música que acompañan a cada una de las Agrupaciones de Escuadras de Arcabuceros animarán la tarde festiva yeclana. Este acto finaliza con el “juego de la Bandera” por parte de los últimos cinco Mayordomos de esta Insignia, que estarán escoltados por sus respectivos Mayordomos del Bastón, como así lo indica el protocolo festivo.
