Ya va siendo realidad tener una casa monitorizada pensado para la salud de sus moradores desde un punto de vista electrónico. En apenas unos días los visitantes de la próxima edición de la Feria del Mueble de Yecla van a poder ver en persona como la tecnología aplicada a los muebles y a los electrodomésticos de una vivienda pueden ayudar a vivir mejor a sus habitantes.
El Centro Tecnológico del Mueble y la Madera (CETEM) va a instalar una casa monitorizada de 128 metros cuadrados de superficie en el recinto ferial donde los sensores controlarán la actividad de sus habitantes.
La vivienda tendrá una cocina, un comedor, un dormitorio y una sala anexa donde se simulará un centro de control de datos de un hospital donde se reciben los datos que se obtengan de la actividad de la casa.
Distribuidos por los muebles, los sensores aportarán todo tipo de información sobre la actividad de la persona. Datos como la actividad, la frecuencia cardiaca, la temperatura, el tiempo que pasa descansando, las veces que abre el frigorífico y los técnicos de CETEM han diseñado una figura que poniendo la mano encima realiza un electrocardiograma. Todo de manera discreta, nada intrusiva para que los habitantes de la casa no noten el seguimiento que se hace de su actividad y su salud que se realiza.
“Este proyecto va dirigido a aquellas personas que tienen una determinada patología y a las personas mayores que empiezan a no ser totalmente independientes”, explica el director de CETEM, José Francisco Puche, quien ha decidido mostrar al sector los avances tan notables que se está haciendo en la aplicación de la electrónica al sector del mueble.
“Entendimos hace tiempo que el mueble tiene que aportar algo más que la funcionalidad. Ahora se habla de hábitat y lo que hemos hecho es monitorizar lo que sucede en el interior de las viviendas”, expresó Puche.
Además, en el interior de esa casa que se va a instalar en la Feria del Mueble de Yecla estará funcionando un robot asistencial diseñado para realizar determinadas funciones e incluso ponerse en contacto con el médico.
Apuesta
CETEM lleva desde el año 2005 trabajando con el tema de la electrónica en el mobiliario. El interés de los responsables del centro por el tema les llevó a poner en marcha un departamento dedicado en exclusiva que actualmente cuenta con siete personas trabajando en exclusiva en este campo.
Desde 2012 se encaminó este departamento en el cuidado de mayores y la sensórica, “porque es el camino a seguir. Dentro de poco tiempo, cuando vayamos a comprar un sofá o un colchón nos preguntarán si lo queremos con el sensor o sin él”, explica José Francisco Puche.
En este sentido, Puche comentó que ya hay una experiencia real en la residencia Virgen de la Esperanza de Yecla. Allí, hay distintos sensores en elementos como los colchones o las butacas que alertan a los cuidadores de personas con discapacidad si, por ejemplo, se levantan por las noches.
Proyecto Pharaon
El Centro Tecnológico del Mueble y la Madera está participando dentro del denominado proyecto Pharaon que impulsa la Unión Europea con 16 millones de euros, de los 21 que vale en total, y que está pensado para ayudar a ser autosuficientes a las personas que tienen alguna patología o se hacen mayores. En la iniciativa participan 41 socios de 16 países diferentes.
En la Región se está desarrollando una de las partes del proyecto global centrado en las personas que tengan o puedan llegar a tener problemas cardiovasculares. En este programa participa el propio CETEM, el Servicio Murciano Salud (SMS), la Universidad Politécnica de Cartagena, MIWEnergía e Indra.
Hay unas 600 personas involucradas en el proyecto, de ellas unas 200 son sanitarios en distintas disciplinas y una parte son los propios pacientes.
En esta iniciativa se están monitorizando distintos parámetros como por ejemplo la temperatura de las viviendas que podría indicar si la persona se mueve poco o mucho en la vivienda, detectores de presencia que ayudan a evitar caídas en los domicilios, “y los médicos nos han propuesto incluso sensores para saber el número de veces que abren el frigorífico porque hay relación entre la ingesta de comida y los problemas coronarios que podrían tener”, explica el director de CETEM, José Francisco Puche.