Desde el pasado lunes ya están en marcha. Una decena de empresas de Yecla, nueve dedicadas a la fabricación de sofás y una a la confección de prendas deportivas, van a encargarse de suministrar un pedido de 600.000 mascarillas que el gobierno regional les ha solicitado para repartir de forma gratuita entre la población de la Región.
El presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras, ha anunciado que la Comunidad distribuirá a partir de la semana que viene 500.000 mascarillas quirúrgicas, no las que se confeccionan en Yecla, a personas mayores de 65 años, unos de los colectivos más sensibles al coronavirus.
Las de Yecla se distribuirán entre la población en general. Se trata de unas mascarillas higiénicas para protegerse del contagio de la Covid-19. Todas siguen el mismo patrón e indicaciones del Servicio Murciano de Salud y de la normativa aprobada por el Ministerio de Sanidad este mismo mes de abril. “Son mascarillas higiénicas. Cumplen los requisitos de la norma que establece cómo deben ser y qué parámetros tienen que tener como tallas y calidad exigible”, explica el director del Centro Tecnológico del Mueble y la Madera (CETEM), José Francisco Puche, que desde el principio de la pandemia ha estado coordinando el trabajo altruista de las empresas de Yecla en la fabricación de diverso material sanitario.
Precisamente la experiencia de las empresas de Yecla en la fabricación de mascarillas y otras prendas sanitarias desde hace más de un mes, y los buenos resultados que han obtenido, ha sido determinantes en el encargo del gobierno regional que supone la producción de 80.000 mascarillas semanales que se pueden reutilizar. Están confeccionadas con un material, el denominado “tejido sin tejer” (TST) que permite su lavado a 60 grados y poder reutilizarlas. Se trata de una ventaja respecto a las mascarillas más sencillas, que son también las más utilizadas, que no permiten su lavado ni reutilización.
Ya desde hace tres semanas, la fabricación altruista del material sanitario de estas empresas de Yecla estaba supervisada por el Servicio Murciano de Salud. Eso ha permitido que la puesta en marcha de este pedido se hay realizado sin ningún inconveniente ni retraso. Todas las empresas se han puesto de acuerdo en ver cuales podrían estar interesadas en esta producción pagada y cada una “ha puesto su capacidad de producción que es muy grande porque estamos hablando de empresas que tienen una tecnología punta en aspectos como el corte. Este material denominado TST requiere un corte multicapa que aquí se puede hacer de forma impresionante”, explica el director de CETEM.
Algunas de estas empresas estaban sin actividad industrial ya que tenían aplicados Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) o otras no. “Cada empresa ha valorado su situación. Algunas han salido parcialmente, otras no, otras no estaban y han seguido con parte de su actividad dedicada a las mascarillas”, explica José Francisco Puche quien destaca el “carácter solidario de todas ya que el rédito económico no es mucho. Se ha valorado el llamamiento del gobierno regional para hacerlo porque estas empresas no están diseñadas para fabricar mascarillas, estas empresas hacen sofás y muy buenos, por cierto”.
Todavía no está cerrado el tema del precio pero va a estar rondando el euro por mascarilla, similar a lo que ha fijado el gobierno central como precio máximo. “Aquí no se ha esperado a resolver el tema burocrático. Desde el lunes se están haciendo a la espera de cerrar el contrato”, comenta Puche.
Más de un millón
Las cifras son claras. En Yecla, y una vez sumado este encargo de 600.000 mascarillas de la administración regional, se van a confeccionar un millón de mascarillas, unas 100.000 batas para sanitarios y otra cantidad no definida de materiales como calzas.
Desde que comenzara la pandemia, más de una treintena de empresas del sector mueble junto con otras de confección y transporte se volcaron en la confección gratuita de estos materiales que han llegado a hospitales, centros de salud, cuerpos de seguridad, residencias de ancianos, pequeñas poblaciones y un sin fin de peticiones que se han atendido gratuitamente.
Fueron los trabajadores de Fama Sofás los que abrieron el camino yendo a las instalaciones de la firma a fabricar mascarillas. Ese fue el inicio de esta historia de solidaridad de la ciudad del mueble.
