El mercado de los barnices y de las pinturas para superar la pandemia

El Covid-19 ha puesto la economía general a muy dura prueba. Sobre todo las pequeñas y medianas empresas han tenido que soportar disposiciones como la de la interrupción de la venta al detalle, provocando la caída de los consumos y  poniendo de rodillas enteros sectores económicos. En resumen, el Coronavirus ha causado un daño económico importante a nivel mundial y también en Europa, forzada a cerrar las puertas en casi todos los países a causa del virus que viene desde China.El sector químico, en general, ha sufrido poco la pandemia, en particular el sector de los de los barnices y de las pinturas, un tipo de producto que, por varios motivos, ha sabido mantenerse a flote durante la emergencia sanitaria.Las empresas de cada categoría morfológica experimentaron, en estos meses, una gran incertidumbre, y tal situación continuará también en el futuro: pero también una gran resiliencia y capacidad de demostrar inventiva para superar las dificultades con una cierta visión crítica.Los daños de la pandemia causaron una caída de los consumos hasta el 30% según los  datos de las confederaciones de los comerciantes : sectores enteros, como el  turismo, la restauración y los negocios de vestuario , hospitalidad, han sufrido un verdadero colapso. Las empresas del sector de los barnices y de las pinturas, en cambio, demostraron su capacidad para mantener el rumbo incluso en tiempos difíciles: pero, ¿por qué? Antes que nada, así como demuestran los vértices de Cromas, empresa líder especializada en la producción de barnices para varios sectores de empleo, durante el primer cierre total, estas empresas mantuvieron la producción activa, gracias  al hecho de que sus productos se emplean en todos los procesos de los sectores de la construcción, la fabricación de muebles, el embalaje de alimentos. Tal situación ha permitido reducir, al menos en parte, las pérdidas: por lo que de consecuencia, la producción no se interrumpió y se consiguió almacenar, esperando en el reinicio de los demás sectores. Estas empresas han vivido, durante la pandemia, de un momento complejo aunque con menores repercusiones respecto a otros sectores. Sin embargo, la demanda privada ha permitido mantener un buen nivel . También durante el cierre total establecido, la empresa privada del hierro ha solicitado material (barnices específicos) por lo que ha permitido a estas empresas el poder continuar a trabajar. Aunque con menores productos vendidos se ha obtenido un margen de ganancia mayor, en este caso.Los consumos privados, por cierto, han tenido una pérdida (fisiológica) durante el verano, a causa del cierre de numerosos sitios de construcción mientras que muchos otros se suspendieron lo que produjo un impacto negativo también al sector de los barnices. ¿Cómo vemos el futuro?Tras un año difícil y un 2021 que ha empezado con muchas incertidumbres, es normal preguntarse ¿cómo será el futuro?, ¿cómo irá la economía?.  ¿Cuál será el futuro? Por ahora no es posible hacer muchas previsiones, pues la pandemia está aún en curso y las disposiciones de los gobiernos bloquean el normal curso de la economía, frenando los consumos. Los resultados al final del 2020 fueron mejores de lo que se hubiera podido esperar al inicio del año. Por lo demás, el cierre y bloqueo por cuarentena permitieron a las empresas organizar el trabajo a distancia: un modo para tantas empresas de enfrentar y aprender nuevos modelos más modernos, y que esperamos pueda ser un nuevo modelo para el futuro para poder estar más cerca de los clientes, más eficiente, y siempre más competitivo en un mercado que cambia.El verdadero freno para la industria química en toda Europa y no solo, a partir de los primeros meses del año ha sido la repentina falta en el mercado de las materias primas de la química de base como solventes, resinas acrílicas, epoxi e isocianatos, muy utilizados en los barnices para uso industrial y profesional. La indisponibilidad en el mercado de estos productos ha causado un repentino e inesperado aumento de los precios que pronto podría traducirse en un freno para el año en curso. Los motivos de esta indisponibilidad son inciertos, pero se está verificando en todos los sectores que utilizan productos químicos de base. Por ahora los proyectores apuntan hacia China, donde por años las industrias occidentales han ido transfiriendo la producción de la química de base y  hacia las apuesta de la financia internacional sobre lo que serán los contratos futuros de las materias primas.