El Águilas vino a ganar pero inesperadamente se fue de vacío. Seguramente ni los más optimistas que estaban en La Constitución esperaban que, como ocurre en las películas, el suspense de un final inesperado llegará en el último suspiro de un buen partido.
En el descuento. Cuando el árbitro empezaba a mirar su reloj el Yeclano conseguía el 2-1 final que le daba una victoria por la que luchó frente a un equipo, el Águilas, que demostró que va a estar en los puestos de arriba de la clasificación al final de la temporada por su calidad.
Resultado inesperado si se analizan los 90 minutos, donde seguramente un empate o incluso la victoria de los visitantes podría haber sido posible.
Pero el Yeclano, en un ataque de coraje en el empate y en un golpe de suerte en la victoria, cambió el signo de un partido intenso donde la mayor parte del tiempo el balón fue de los visitantes.
El Yeclano notó mucho las bajas que tenía con nombres propios como Rumbo y otros que obligaron a hacer cambios y modificaciones de posiciones. El equipo no salí jugando el balón, pero esa falta de juego se suplió con coraje y ganas de ganar.
En frente un Águilas muy bien posicionado que fue constante en su fútbol y que apostó por unos delanteros rápidos y hábiles para intentar conseguir los tres puntos frente al líder.
Y estuvieron a punto de conseguirlo. Después del empate a cero, a los 15 minutos de la segunda mitad Ginés Meca conseguía un gol de delantero de área con la colaboración involuntaria de Pepelu, que no estuvo agil en su salida para cubrir espacios.
El caso del portero del Yeclano es para analizar. Durante buena parte del partido se mostró indeciso en las salidas, inseguro bajo palos, y sin embargo salvó el partido en una parada espectacular en el minuto 88. Cuando todos cantaban el segundo gol del Águilas, Pepelu sacó un remate a bocajarro de un delantero visitante que dejó boquiabiertos a los espectadores. Parada impresionante que limpió una actuación que hasta ese momento había sido floja del guardameta local.
El gol del Águilas fue un revulsivo para el Yeclano que se lanzó al empate en los mejores 10 minutos que realizó. En uno de esos ataques el árbitro ve un agarrón a Rafa y pita penalti. Difícil de calibrar si lo era o no. El caso es que Pucho lanzó perfectamente la pena máxima para empatar.
Cuando los cerca de 900 espectadores que se congregaron en La Constitución estaban esperando que el árbitro pitara el final, temerosos del empuje de los visitantes, el Yeclano se sacó una jugada por banda que avanzó Kiki, que centra un balón que encuentra la bota de Kun y entra en la portería ante el delirio de la grada.
El Yeclano sacó lo máximo o más de lo que esperaba en este partido que le deja más líder y sin haber dejado en el camino ni un solo punto. Mejor imposible. Sigue siendo el equipo con mejor bagaje de puntos de toda España.
