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🍁 sábado 23 noviembre 2024
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Artículo de opinión: «Esta ciudad me ha defraudado»

Un lector, Francisco Reinés Bertoméu, nos remite este artículo de opinión sobre cómo se ha celebrado el día doce de octubre, día de la Hispanidad en Yecla.

Si consultamos el santoral católico veremos que el doce de octubre celebramos, entre otros, el día de Nuestra Señora del Pilar.

Dicho así parece poca cosa. Sin embargo, y  profundizando un poco, veremos que la fecha es algo más que un día festivo. Es, ni más ni menos, la Fiesta Nacional de España, en la que conmemoramos que una serie de reinos independientes, con costumbres y lenguas muchas veces diferentes, pero con religión, objetivos e ilusiones comunes deciden unirse en un único estado y toman la arriesgada decisión de iniciar un gigantesco proyecto que llevaría nuestra religión, nuestra cultura y nuestra lengua a media humanidad.

Varias son los nombres que a lo largo del tiempo se han utilizado para denominar esa efeméride: Día de la Raza o Día de la Fiesta Nacional entre otros, consolidándose al final el de Día de la Hispanidad.

El siete de octubre de 1987, por Ley 18/1987, se declaró el doce de octubre, festividad de Nuestra Señora del Pilar,  Fiesta Nacional de España.

La inmensa mayoría de los seres humanos, independientemente de su nacionalidad o credo, celebran, o al menos respetan, los signos externos de su identidad, como su historia, costumbres y fiestas.

Paralelamente, nuestra respetada Guardia Civil venera como su Patrona a Nuestra Señora del Pilar.

Varios e importantes son, pues, los motivos que nos llevan a celebrar la fecha del doce de octubre, como grande es la satisfacción con la que una gran parte de nuestros conciudadanos la celebran.

 Estamos sin embargo en una encrucijada histórica en la que disputas ideológicas están poniendo en tela de juicio los mismos cimientos de nuestra sociedad. Por una parte, hay quien quiere disolver el régimen político que nos dimos libremente y con mucha generosidad por todas las partes implicadas, al firmar la constitución del año 1978. Por otra, aquellos que piensan todo lo contrario.

No es mi propósito buscar buenos y malos, los que tienen razón y los que carecen de ella, no. Pero quiero poner de manifiesto los diferentes caminos que, unos y otros, utilizan.

Hay unos, los que se califican como progresistas, que son muy activos en sus actuaciones e iniciativas encaminadas a convencer de sus razones. No escatiman esfuerzo, ni dedicación, aprenden consignas, se manifiestan y arman, coloquialmente hablando, “mucho ruído”.

Otros, por el contrario, los llamados conservadores, ven las noticias y se lamentan de lo mal que va esto, pero pocos de ellos se deciden a actuar y luchar con la Ley en las manos por aquello en lo que creen.

Los primeros exhiben sin complejos sus símbolos y banderas, mientras que los segundos, acomplejados y temerosos de que se les tilde de “extrema derecha”, ocultan de forma vergonzosa los suyos y su bandera cuando son los símbolos oficiales de nuestro país y de todos sus ciudadanos, y consecuentemente motivo de orgullo su exhibición.

Y hoy hemos visto en nuestra ciudad un buen ejemplo de ello, al estar prácticamente ausente en nuestras calles, en tan señalada festividad, la enseña nacional.

No es mi intención molestar, y mucho menos ofender a nadie. Pero hoy, la ciudad que me acogió hace ya muchos años y en la que he vivido los mejores momentos de mi vida, la ciudad que para mi ha sido siempre ejemplar en tantas y tantas cosas, hoy, esta ciudad me ha defraudado. Y me ha defraudado porque me he equivocado. Y me he equivocado porque cuando me decían que los yeclanos no iban a reaccionar ante los tristes hechos que estamos viviendo, yo siempre me he negado a aceptarlo y he dicho que estaban equivocados.

No sé qué esperaba de mis conciudadanos, pero esto no.

Este comunicado no es más que una válvula de escape para mi conciencia, que me exige exteriorizar este sentimiento de frustración y decepción.

Mis disculpas si alguien se siente ofendido. No es mi intención.

Francisco Reinés Bertoméu

Ángel Alonso
Ángel Alonso
Director de elperiodicodeyecla.com. Entró a formar parte de este medio de comuncación en 2003 y en 2008 digitalizó lo que era un medio local impreso. Especilizado en información local de Yecla.

Un lector, Francisco Reinés Bertoméu, nos remite este artículo de opinión sobre cómo se ha celebrado el día doce de octubre, día de la Hispanidad en Yecla.

Si consultamos el santoral católico veremos que el doce de octubre celebramos, entre otros, el día de Nuestra Señora del Pilar.

Dicho así parece poca cosa. Sin embargo, y  profundizando un poco, veremos que la fecha es algo más que un día festivo. Es, ni más ni menos, la Fiesta Nacional de España, en la que conmemoramos que una serie de reinos independientes, con costumbres y lenguas muchas veces diferentes, pero con religión, objetivos e ilusiones comunes deciden unirse en un único estado y toman la arriesgada decisión de iniciar un gigantesco proyecto que llevaría nuestra religión, nuestra cultura y nuestra lengua a media humanidad.

Varias son los nombres que a lo largo del tiempo se han utilizado para denominar esa efeméride: Día de la Raza o Día de la Fiesta Nacional entre otros, consolidándose al final el de Día de la Hispanidad.

El siete de octubre de 1987, por Ley 18/1987, se declaró el doce de octubre, festividad de Nuestra Señora del Pilar,  Fiesta Nacional de España.

La inmensa mayoría de los seres humanos, independientemente de su nacionalidad o credo, celebran, o al menos respetan, los signos externos de su identidad, como su historia, costumbres y fiestas.

Paralelamente, nuestra respetada Guardia Civil venera como su Patrona a Nuestra Señora del Pilar.

Varios e importantes son, pues, los motivos que nos llevan a celebrar la fecha del doce de octubre, como grande es la satisfacción con la que una gran parte de nuestros conciudadanos la celebran.

 Estamos sin embargo en una encrucijada histórica en la que disputas ideológicas están poniendo en tela de juicio los mismos cimientos de nuestra sociedad. Por una parte, hay quien quiere disolver el régimen político que nos dimos libremente y con mucha generosidad por todas las partes implicadas, al firmar la constitución del año 1978. Por otra, aquellos que piensan todo lo contrario.

No es mi propósito buscar buenos y malos, los que tienen razón y los que carecen de ella, no. Pero quiero poner de manifiesto los diferentes caminos que, unos y otros, utilizan.

Hay unos, los que se califican como progresistas, que son muy activos en sus actuaciones e iniciativas encaminadas a convencer de sus razones. No escatiman esfuerzo, ni dedicación, aprenden consignas, se manifiestan y arman, coloquialmente hablando, “mucho ruído”.

Otros, por el contrario, los llamados conservadores, ven las noticias y se lamentan de lo mal que va esto, pero pocos de ellos se deciden a actuar y luchar con la Ley en las manos por aquello en lo que creen.

Los primeros exhiben sin complejos sus símbolos y banderas, mientras que los segundos, acomplejados y temerosos de que se les tilde de “extrema derecha”, ocultan de forma vergonzosa los suyos y su bandera cuando son los símbolos oficiales de nuestro país y de todos sus ciudadanos, y consecuentemente motivo de orgullo su exhibición.

Y hoy hemos visto en nuestra ciudad un buen ejemplo de ello, al estar prácticamente ausente en nuestras calles, en tan señalada festividad, la enseña nacional.

No es mi intención molestar, y mucho menos ofender a nadie. Pero hoy, la ciudad que me acogió hace ya muchos años y en la que he vivido los mejores momentos de mi vida, la ciudad que para mi ha sido siempre ejemplar en tantas y tantas cosas, hoy, esta ciudad me ha defraudado. Y me ha defraudado porque me he equivocado. Y me he equivocado porque cuando me decían que los yeclanos no iban a reaccionar ante los tristes hechos que estamos viviendo, yo siempre me he negado a aceptarlo y he dicho que estaban equivocados.

No sé qué esperaba de mis conciudadanos, pero esto no.

Este comunicado no es más que una válvula de escape para mi conciencia, que me exige exteriorizar este sentimiento de frustración y decepción.

Mis disculpas si alguien se siente ofendido. No es mi intención.

Francisco Reinés Bertoméu

Ángel Alonso
Ángel Alonso
Director de elperiodicodeyecla.com. Entró a formar parte de este medio de comuncación en 2003 y en 2008 digitalizó lo que era un medio local impreso. Especilizado en información local de Yecla.
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5 COMENTARIOS

  1. Hay una banderón como una casa de grande en la Plaza Mayor, y en el callejero Yecla no hay más santos que en el Calendario Zaragozano. No sé qué pretende este señor, pero leyendo su escrito no se puede decir que este pueblo no cumpla con sus expectativas.

  2. No se queje don Francisco. Teniendo en cuenta lo que hay por ahí, pueblos a pocos kilómetros de Yecla en los que se está empezando a eliminar el castellano de la educación, buscando una masa de votantes independentistas para dentro de unos 20 años, los yeclanos no nos podemos quejar.

  3. Unas matizaciones. Las banderas deben de servir para «unir». Cuándo las banderas se utilizan como señas de identidad de un partido, pongamos los ultras de Abascal, personalmente paso de banderas, es posible que hasta en ocasiones me molesten. Querer a la patria donde uno nació, es cumplir con Hacienda, no «evadir dinero español» hacía paraisos fiscales, etc. Que en estas cosas hay mucho travestismo. Quiero mucho a España pero si puedo no pago a Hacienda y unos pocos que pueden se llevan el dinero fuera, esto sí, luego los vemos con banderitas hasta en las orejas.
    Dice Francisco, los «progresistas» son muy activos con sus banderas, meten ruido, mucho ruido… (canción de Sabina). No he visto a nadie estos días con una bandera del «ché», un argentino-cubano, paises hermanos.
    Soy de los que celebran el 12 de octubre como día de la hispanidad. Tampoco asisto a ningún acto ni voy con la bandera, ahora menos por la utilización partidista que en estos momentos se hace de algo de todos.
    Pero dicho esto, no sabes lo que me alegro y como lo celebro que en unos años 600 millones de personas en este planeta hablen el español. No sabes cuánto me alegro cuándo dejan en paz las potencias anglosajonas y el imperialismo yankee a nuestros paises hermanos con tantas intervenciones para saquearles sus cuantiosos recursos naturales. Cobre en Chile…
    Cada uno celebra su Día de la Hispanidad a su manera. Sin bandera para que no me confundan con las ideas que profeso, lo celebro a mi manera.
    Yecla me defrauda por otras cosas. ¿Una de ellas? Ser tan conservadores.

Ángel Alonso
Ángel Alonso
Director de elperiodicodeyecla.com. Entró a formar parte de este medio de comuncación en 2003 y en 2008 digitalizó lo que era un medio local impreso. Especilizado en información local de Yecla.
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